↷✦; 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖣𝗂𝖾𝗓 ❞

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Matias empezó a vivir una gran fantasía junto a Tomas.

Quien no volvió a levantarle la mano, llenando su cuerpo de besos y abrazos en lugar de golpes y lágrimas, que solo lastiman demás a Spallatti.

Y aquel se terminó desconectando totalmente de la realidad, ya no viendo ningún peligro o mal intención por parte de Cenfe.

Pasando a sentir mucho amor y cariño por el Alfa, que con sus gestos y cuidados, cautivo aún más el delicado corazón de Matias. Y el Omega de este, afirmó que su Alfa destinado era Campos y no Lombardo.

A pesar de haber pensado lo mismo por Mauro, pero las circunstancias en las cuales se había enamorado de Tomas, le hicieron abrir los ojos y darse cuenta de que jamás iba a ser feliz al lado de Lombardo.

Y que la felicidad que una vez sintió al lado de él, no fue más que falsa y amarga. Nada comparada a la felicidad que la simple compañía de Campos le daba.

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— Cenfe, basta... No me hagas más cosquillas. — Spallatti pide entre risas, intentando escapar de Campos y sus escurridizas manos.

— Es que me gusta mucho escucharte reír. — Tomás responde con algo de agitación, dejando de a poco al contrario. Quien sólo se niega divertido, para después besarlo y acariciar su sedoso cabello de paso.

— Te amo. — Matias le dijo al contrario, que sonrió por aquellas palabras. — Te amo mucho, Cenfe. — volvió a repetir, mientras el otro hundía su rostro en el cuello de Spallatti.

— Yo también te amo mucho y gracias por darme un hijo. — Campos agradeció con la emoción de ser padre a flor de piel, pero sobre todo, se sentía emocionado por tener una pareja, con la cual podía expresar amor sin sentir miedo o rechazo.

— Y nuestro hijo está muy feliz de que vos seas su padre. — Spallatti comenta, no sabiendo con certeza lo que había dicho, pero su mente había impuesto ese pensamiento en sus labios, y no podía negarse a decirlo.

No cuando Campos terminó repartiendo cientos de besos por todo su cuerpo, tomándose su tiempo y cuidado cuando llegó a la zona del vientre.

Dónde acarició con delicadeza, para después ver con atención a Matias.

— Dentro de dos días tenemos que ir con el ginecólogo, vamos a salir juntos de casa, pero solo será por unas cuantas horas. — informa.

— Pero yo no quiero salir de casa. — Matias respondió con un puchero formándose en sus labios. — Yo quiero estar aquí, dónde nadie puede lastimar a mi bebé. — asegura.

— No te preocupes por nada, que al salir estarás conmigo y con varias personas más. Las cuales están más que dispuestas en dar sus vidas por vos y mi hijo. — el Alfa expresa, para volver a besar el vientre de Spallatti. — Matias, recordá que yo tengo poder, y con ese poder voy a protegerte. — asegura.

— Yo también quisiera tener poder, para poder cuidarte. — Matias expresa, haciendo reír un poco al otro. — ¿Qué sucede? ¿Acaso dije algo gracioso? — pregunto confundido.

𝐂𝐚𝐦𝐚 𝐕𝐚𝐜𝐢𝐚 : ᵈᵘᶜᵏᵒ : FINALIZADA ✅✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora