𝐂𝐚𝐦𝐚 𝐕𝐚𝐜𝐢𝐚 : ᵈᵘᶜᵏᵒ : FINALIZADA ✅✅

↷✦; 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 Dᴏs ❞

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Todo se sentía tan frío.

Todo a su alrededor debería de darle miedo, pero Matias no sentía nada.

Su mente había dejado de pensar y su cuerpo fue víctima de las fuertes drogas que Campos le dió encontrá de su voluntad.

Tampoco sabía en qué día estaba, solo recordaba que fue secuestrado un día domingo de un mes poco específico para su subconsciente.

Y que no se encontraba del todo solo cuando se lo llevaron, pero ahora, le era imposible pensar en eso.

No cuando tenía otros asuntos mucho más importantes en que pensar...

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— Matias, buenos días, espero que te hayas levantado con buenos ánimos. — Campos saluda como siempre a Spallatti, que se encontraba tirado en una sucia y fría celda. — Te traje algo de comer. — anunció, a lo que el Omega alzó rápidamente la vista.

Y todo porque no había comido nada la noche anterior, y el hambre que estaba sintiendo era mucho más poderosa que su sentido común o de su orgullo. Así que estaba dispuesto a hacer lo que Tomás quisiera, para al menos tener un pedazo de pan duro entre los dientes.

— ¿Tienes hambre, verdad? — el Alfa preguntó, como si eso no fuera evidente, disfrutando demasiado de la desesperación que Spallatti le demostraba con tanta facilidad. — Entonces tendrás que ganarte la comida, cariño. — dijo, dejando la bandeja de comida aún lado de él.

Para después pasar a desabrochar su pantalón, mostrándole al otro su "flácido" miembro. El cual empezó a sentirse un poco duro por ver a Spallatti desnudo y desesperado por algo de comer.

— Si puedes hacer que me corra, la comida es toda tuya. — el contrario anunció, permitiendo que las cadenas que tenían sujeto a Matías fueran sacadas de sus muñecas. — Y mucho cuidado con morder, porque la última vez que mordiste, te partí la cara a golpes. — le recuerda. — Y lo menos que quiero, es que tú linda carita se joda por tus malas decisiones. — sugirió, a lo que Spallatti asintió sumisamente.

Mientras se arrastraba hasta poder llegar al miembro de Campos. El cual besó suavemente cuando lo tuvo de frente, para después utilizar sus manos para estimularlo y que eso lo hiciera despertar por completo.

— Mhg. — Tomás gimió animoso, alentando al otro a seguir con lo que hacía mientras le acariciaba el cabello. — Che, lindo. Eres un mago con esas manitas. — halago al otro por su buen trabajo.

Sintiendo una ligera corriente, cuando aquél pasó a meter toda su extensión dentro de su boca. Recibiendola con la boca calentita y babeante.

Y Spallatti no sabía bien, si lo último era producido por culpa del hambre que tenía o si el miembro de Campos era demasiado bueno como para no atenderlo.

Pero fuera cual fuera la respuesta a esa situación, él parecía estarla pasando bien. Ahora ni hablar de quién recibía sus tratos, quien estaba más que encantado por la buena zorra que había resultado ser.

Porque eso era antes los ojos del Alfa, una zorra que había nacido con el privilegio de pertenecer a una familia poderosa e influyente. Por lo que tocarlo era un enorme intento de suicidó, teniendo en cuenta que solo su apellido era bastante respetado y temido.