𝐂𝐚𝐦𝐚 𝐕𝐚𝐜𝐢𝐚 : ᵈᵘᶜᵏᵒ : FINALIZADA ✅✅

↷✦; 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖣𝗈𝖼𝖾 ❞

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— ¡Hermano! ¡Hermano! — Joaquín grito lleno de algarabía y emoción, no perdiendo nada de tiempo para ir abrazar a Matías.

Quien había sido llevado a su antiguo hogar, y todo por órdenes de Paulo y los demás miembros de la organización.

— Hermano, no sabes la falta que me hiciste. — Joaquín confiesa, impregnando su cuerpo del aroma de su hermano mayor.

Aroma que se encontraba más fuerte que de costumbre, algo que sus sentidos agudos no pudieron ignorar por mucho tiempo.

— Hermano, ¿Por qué hueles tan dulce? — pregunto confundido, buscando alguna razón por la que Matias olía tan... Bien e intenso.

— Es que estoy embarazado. — Matias respondió sin pelos en la lengua o sin pensar en el daño que podría hacerle a su hermano, con esa noticia tan fuerte y directa.

— ¿Embarazado? ¿De quién? ¿Quién te dejó embarazado? — Joaquín habla con un evidente pánico en su voz.

Porque nada parecía ser bueno.

— Tomás... Tomás es el padre de mi bebé. — Matías dice con normalidad, como si no le hubieran hecho cosas terribles para dejarlo en cinta.

— No... — el menor murmuró, buscando a su padre con la mirada. Para que negara lo que su hermano había dicho, pero este solo lo vio con tristeza. — No puede ser... — balbuceó con el llanto asomándose poco a poco. — ¡No puedes estar embarazado de Tomás! ¡Tomás es una mala persona! ¡Una muy mala persona! — grito colérico.

Intentando golpear el vientre de Matías, para así acabar con aquel cachorro, que era el hijo del maldito que lo había engañado.

Pero Matias no dejó que lo tocará, ya que lo mandó al suelo después de darle una fuerte cachetada.

— No intentes hacerle daño a mi bebé, porque te arranco las manos y los ojos. — Matias amenaza duramente.

No teniendo ni un poco de consideración con su hermano, a pesar de que esté era la luz de sus ojos.

Pero ahora tenía una nueva luz.

Y ese era Tomás y el bebé que ambos estaban esperando.

— Hermano... — Joaquín lloró fuertemente, para después ponerse de pie y salir corriendo.

No sintiendo mayor deseo de ver a Matías.

— ¿Pero qué demonios te pasa? — Darío le reclama a Matías, que solo lo ve indiferente.

— Él iba hacerle daño a mi bebé, y Cenfe se va a molestar conmigo si algo le pasa a nuestro hijo. — Matias responde en su defensa. — ¿Ahora puedo irme con mi Cenfe? — pregunto, no creyendo que iba a soportar una noche o más con su familia.

— Por supuesto que no vas a irte con Tomás. — Darío responde molesto. — Vos te vas a quedar aquí el tiempo que sea necesario, para que Joaquín mejore. — dijo. — Y no te atrevas a ponerle una mano encima a tu hermano de nuevo, porque si no... Ese bebé pagará las consecuencias. — demandó.

Para ir detrás de Joaquín y explicarle un poco la situación. Mientras que Matias se quedó dónde estaba, nervioso por la amenaza que había recibido.