❝¿𝗧𝗼𝗱𝗼 𝗯𝗶𝗲𝗻, 𝗞𝗶𝗺?❞ ˒•🖤 ݈݇⎼

𐄹4 ݈݇⎼

Capítulo editado.

Por la mañana escuché a mi madre avisar que saldría, eso significaría que estaría sólo durante todo el día y sin nada que hacer. Ya limpié todo ayer, no tengo deberes pendientes y tampoco puedo salir.

Sólo me queda estar en mi cama todo el día, lamentando mi existencia o leyendo otro libro.

Hasta que un par de horas después escuché la puerta, bajé corriendo las escaleras y sentí un gran alivio al mirar a mi hermana entrando.

—¡Hola Seungminnie!—sentí como me abrazaba, era tan cálido.—¡Ya estás muy alto hermanito!—me aferré a su cuerpo delgado y sonreí porque la extrañaba demasiado, hacía más de un mes que no nos veíamos y no era porque no quisiéramos. Era porque la agenda de mi hermana estaba tan saturada, ella debía estar en la universidad y en muchos lados todo el tiempo.—¡Ah! por cierto ella es Heejin y ella es Olivia, mis amigas y compañeras del depa donde vivo. Chicas, él es mi hermano menor, Seungmin.

Me di cuenta como ambas chicas se miraron y luego me miraron a mi, me sentí tan apenado de que sus miradas estuvieran sobre mí por varios minutos.

—¡Hola, Seungmin mucho gusto! ¿Por qué no nos dijiste que tenías un hermanito?—la tal Heejin se acercó demasiado a mí y sentí como me abrazaba.

No sé si para ella es costumbre saludar de abrazo cuando le presentaban a alguien pero a me incomodó demasiado que me abrazara, llegué hasta ese punto de incomodidad en el que quería llorar, quería que me soltara en este momento porque ya sentía un nudo. Pero no sé decir que no. Y menos cuando la chica Heejin se veía tan emocionada de conocerme. En cambio la otra chica, Olivia, sólo me saludó con una reverencia desde la entrada de la casa.

Afortunadamente Jiwoo notó que estaba incómodo.

—Ya fue suficiente Hee, a Minnie no le gusta mucho el contacto físico.—separó a la chica de mis brazos y la sonrisa en ambas jamás desapareció, se veían tan alegres que me contagiaron sus sonrisas. Heejin volvió al lado de la tal Olivia y pude respirar tranquilo.—Minnie ¿mamá está en casa?

Negué.

—¿Sabes a dónde iba?

—No... ella sólo sa-salió.—no quiero que me pregunte nada más de mamá. Porque si hacía preguntas detalladas yo debía mentir y no me gusta mentirle a ella, también me da miedo decirle algo que no debo.

—Ah~...¿Por qué no me respondes los mensajes eh? He estado hablándote toda la mañana ¡y me ignoras!

—Eh... no te ignoré, sólo no pude contestarte po-porque mamá me quitó el celular...—no quiero que sus amigas escuchen esto, que vergüenza.