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❝¿Todo bien, Kim?❞ ˒•🖤 ݈݇⎼
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Kim Seungmin sólo conoce los golpes y maltratos de su madre, un adolescente que sólo conoce palabras crueles e inhumanos tratos.
┆chanmin
┆cambio de edades
┆fluff; soft; escenas de maltrat...
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Era sábado por la mañana. Y estaba demasiado aburrido, estaba en casa, limpiando como siempre, pero ahora aspiraba los sofás porque a su madre se le ocurrió comer cereal y dejar todo sucio. Y como según Sunghyun, la obligación de Seungmin era hacerse cargo de la limpieza de la casa.
—Necesito que te vayas.
—¿Mande? Espera un poco, aún no termino de aspirar...—creía que se refería a irse a su habitación.
—No me interesa, necesito que te vayas porque no quiero verte.
—Mamá no te entiendo ésta es nuestra casa, puedo estar aquí. Y no estoy haciendo nada malo, estoy limpiando algo qué tu ensuciaste.—dice apagando la aspiradora y enfrentando a su madre, aunque sabía que probablemente le correría a golpes no le importaba porque ya estaba muy herido ¿qué más importaba si ya estaba destrozado? Ya le había dado tantas golpizas en tan sólo tres días.
—¿Dices que es nuestra casa? ¡Esta es mi casa!
Ya estaba cansado y esta vez no quería dejarse maltratar.
—¡Y quiero que te largues!
No dió respuesta, ni se movió porque sentía la furia recorriendo su cuerpo, si decía algo más no podría resistirse. Si gritaba algo más probablemente le gritaría a la cara.
—¡¿Me estás escuchando?! ¡Largo!
—¡Que no quiero irme, maldita sea! ¡¿Por qué no mejor te largas tu?! ¡¿Eh?!—no supo de donde agarro tanto coraje y valentía para gritarle de esa manera.—¡Tú deberías lárgate! ¡Tú eres la que debería largarse de una maldita vez!
—¡A mi no me gritas idiota!
—¡No me interesa lo que vayas a hacerme! ¡Ya estoy cansado de lo mismo todo el maldito tiempo! ¡Ya estoy harto de ti!—dejó la aspiradora sobre el sofá y caminó hacia la mayor quien se recargaba de la barra de la cocina.—¡Estoy tan cansado de verte y de escucharte todos los malditos días! ¡Ya estoy cansado de ti! ¡Lo único que haces es tratarme mal! ¡Estoy harto!
—Idiota.—susurró retrocediendo al verle con tanta confianza y seguridad de gritarle de vuelta—¿Te crees muy valiente para gritarme? ¡Te estoy hablando!
—¡Ya te dije que me vale una mierda! ¡No me importa si ahora me golpeas por gritarte! ¡No me importa que me mates a golpes! ¡No me importa ni una mierda! ¡Si un día de estos me matas a golpes, tú cargarás con la culpa!
