𝐂𝐈𝐑𝐂𝐔𝐒 - ᵐᵃʳᵏʰʸᵘᶜᵏ

Simon Llego A La Ciudad

—¡El Gran Circo Simón está en la ciudad, el Gran Circo Simón está en la ciudad! ¡Vayan, todos! ¡Vayan, todos! ¡Es muy divertido!

Mark se levantó con un electrizante salto de cama. Desde la ventana de su habitación podía escuchar los gritos de Jaemin, el niño que entregaba periódicos. Lo que había estado esperando durante semanas finalmente estaba sucediendo: el famoso Circo Simon estaba en su ciudad.

Desde que escuchó los relatos de su mejor amigo Chenle, cuando se fue de viaje a la ciudad vecina, el canadiense no pudo evitar preguntarse cómo sería cuando finalmente tuviera la oportunidad de ir al espectáculo y descubrir si el niño con cuernos era tan horrendo como su amigo había descrito.

Apresurado, el niño se metió en una camiseta blanca y pantalones maltratados, y bajó a la cocina, donde creía que estaría su madre.

La prisa de Mark fue tan grande que incluso saltó los últimos escalones de las escaleras, llamando la atención de su madre y su hermano mayor, Johnny.

—¿Qué pasa amigo? ¡¿Deseando comer pan viejo?!— Johnny se burló incluso antes de que el canadiense llegara a la mesa y atrapara un pedazo de baguette que había sido dejado allí.

—¡Circo Siminsu!— exclamó Mark con la boca llena, haciendo su discurso incomprensible.

—¡¿De qué estás hablando, Mark?! Come primero después hablas...—aconsejó Johnny, riéndose del más jóven.

Esbaforido, Mark se tragó el pan rápidamente y casi se atragantó.— Dije ... ¡Él circo Simon está en la ciudad!— Mark sonrió y poco después se tragó un vaso de leche que Johnny estaba bebiendo.

—Está bien, y-ah... Mark, esa era mía... — El hermano de Mark murmuró con un bufido.

—Puedo ir, ¿no es asi, mamá?— Mark se dirigió a la Sra. Lee, ignorando por completo los quejidos de John.

—Sabes que no tenemos el dinero para eso Mark...— comentó la mujer mientras levantaba una taza de café.

—¡Aaaah madre! ¡Pero Chenle ya fue! — el niño hizo una rabieta mientras agarraba la manga del vestido de la mujer.

—Por supuesto que el niño rico ya fue... ¡Sería sorprendente si no lo hubiera hecho!— Johnny se burló de él, haciendo que Mark se enfureciera.

—¡Por favor, mamá! ¡Déjame ir, déjame ir! ¡Prometo que sacaré la basura todas las noches y llevaré Bingo a pasear!

Johnny se rió, sabiendo que el niño no haría nada de lo que prometió.

—Está bien, Mark ... Pero vas a tener que pagar por tu boleto.

Mark asintió listo, recordando que había estado ahorrando para arreglar su bicicleta. Por supuesto, su cadena podría permanecer desgastada y sus frenos inservibles por un par de meses más sue eso significaba que iría al gran circo Simon, ¿no es así? Después de todo, ¿qué son algunos rasguños en la rodilla en comparación con la idea de poder contar con ventaja ante Jeno y Renjun?

—Y el de tu hermano...

—¡¿Qué?!— Mark estaba indignado, el dinero de su cerdito ciertamente no era suficiente para dos entradas.

—¡No te dejaré entrar solo en un circo de terror, puedes estar en peligro! ¡Eres solo un hombrecito! — la mujer anunció un poco nerviosa.

El hermano mayor del niño se rio con la situación nuevamente. No pasó mucho tiempo antes de que Mark perdiera los estribos y atacara al mayor.

—Pero mamá ... ¡No tengo dinero para dos entradas! ¡¿Por qué John no paga su propio boleto?!

Johnny abre mucho los ojos, indignado por la audacia del más joven. ¡Ni siquiera quería ir a ver ese tipo de estupideces! Lo menos que Mark podía hacer era pagar su boleto, después de todo, estaba haciendo un sacrificio para acompañarlo.