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Froté mi cara y ojos al despertar, para mi mala suerte, ahora mis músculos dolían y posiblemente sería así por lo que restaba de la semana.

—Mierda —Dije mi primera palabra del día al ver la hora, era un poco más de las 12:00pm

El otro lado de la cama ya estaba vacío, al inicio no me preocupé tanto hasta que recordé la conversación que había tenido con mi novio, entonces pensé lo peor y me levanté casi de golpe.  

–¿Eddie? —Comencé a buscarlo empezando por el baño, toqué la puerta tres veces antes de abrir y encontrar que estaba desocupado—¿Estás por acá?

Volví a llamarlo cuando bajé por las escaleras, pero no obtuve ninguna respuesta.

La sala de estar estaba igual que el día anterior, la casa en silencio y finalmente me dirigí a la cocina, siendo mi única esperanza.

—Estoy seguro de que no hay necesidad de que sea a fuego bajo

—¿Tú qué vas a saber, Henderson? Yo me preparo la comida desde los siete años, soy un experto.

Solté un suspiro de alivio al ver a Eddie y a Dustin en la cocina. El mayor llevaba el delantal rosado que ni mamá ni yo usábamos al cocinar y el cabello recogido perezosamente en una coleta baja con una de mis ligas.

—Buenos días, Carrie —Saludó Dustin con cierto sarcasmo porque evidentemente era muy tarde.

—Hola, ¿Cómo está tu pierna? –Forcé una sonrisa

—Ahora llevo muletas —Le dió unas palmaditas a las muletas que estaban recargadas en la mesa.

—¿Y Max? —Pregunté cautelosamente, por la expresión del chico, supe que no habían buenas noticias.

—Ella... Está en coma. —El chico miró hacia abajo— No sé si podrá recuperarse.

Asentí levemente, ni siquiera sabía que decir y Eddie lo había notado, así que cambió el tema.

—Hice Hot Cakes —Dejó el plato sobre la mesa, estaban perfectamente hechos y olían muy bien.— Te lo dije, el secreto está en hacerlos con el fuego bajo.

—El secreto está en el sartén, el fuego bajo es poco práctico por lo lento que es –El rubio le contradijo con hartazgo

—Necesitas paciencia, una cualidad de los cocineros que tú nunca entenderías. —Munson desató los cordones del delantal y lo colgó en su lugar.

—Por un momento creí que te habías ido –Le hablé a Eddie para que solo él me escuchara, mientras, Dustin estaba muy concentrado en comer panqueques

—¿Yo? ¿Por qué?

—Por lo de anoche —Alcé los hombros

—¡Hey! ¡Son para Carrie! —Eddie le dió un golpe con la espátula al rubio que seguía robandose el desayuno— Te voy a ser sincero, se me pasó por la cabeza antes de que me recordaras lo que te había prometido pero, no me lo hubieras perdonado, además, ¿Cómo podría irme sin despedirme de ti?

—Definitivamente no te lo hubiera perdonado.

—Ni siquiera hubiera llegado tan lejos, mi cuerpo me está matando ahora mismo.

—Por cierto, ¿Ya viste la playera que le conseguí a Eddie? Está cool ¿No? —Preguntó Henderson con una sonrisa

Observé detenidamente a Munson, la playera le quedaba bastante ajustada al no ser de su talla y en el pecho llevaba el logo de Van Halen.

—¿No tenían otra? No está cool, no soporto a Van Halen —Se quejó

—¿Desde cuándo? —Fruncí el ceño

Satanic Panic    «Eddie Munson»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora