Satanic Panic «Eddie Munson»

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—¡Hey, Harrington! ¡Mira lo que encontré! ¿Este es el que usas? —Bromeé agitando el spray para cabello que había en el trailer.

—Ja, ja, muy graciosa, Carrie —Me miró irritado— ¿Te parece que uso spray de tan mala calidad?

—Ese cabello lo tiene asegurado por miles de dólares —Dijo Robin con sarcasmo.

—¿Cuál es el secreto? —Le pregunté al castaño

—No voy a decírtelo, sino, dejaría de ser un secreto —Respondió obvio

—Le voy a preguntar a Dustin. —Alcé los hombros, yendo hacia donde estaba él y Eddie.

Observé con una sonrisa enternecida a ambos jugando. Estaba muy claro que mi novio tenía un cariño especial por Henderson, uno fraterno o incluso paterno; el pensamiento de que quizás Eddie estaba tomando el rol del padre que ni él, ni el otro chico tuvieron, se me cruzó por la cabeza. El papá de Eddie estaba en la cárcel, su madre era una alcohólica y por eso vivía con su tío, al cuál no veía demasiado. Tenía sentido que fuera protector, de cierta forma, y amable con aquellos que eran tan diferentes como él, como si se convirtiera en lo que más necesitó.

—¿Quieren ver un truco? —Les pregunté, haciendo que miraran atentamente.

Me alejé a una distancia prudente para sacar de mi bolsillo un encendedor que había comprado en la tienda de armas. Lo encendí frente a la lata, a la altura de la boquilla que presioné para provocar una llamarada.

—¡Yo te enseñé a hacer eso! —Exclamó Munson con una sonrisa divertida.

—¿Desde cuándo usas encendedores? —Dustin frunció el ceño

—No lo hago pero este está lindo —Alcé los hombros guardando mi encendedor— Además, si se supone que van a quemar a Vecna, quizá también funcione quemar a lo que sea que tenemos que distraer.

—Demobats. —Dijo Dustin— Pero... No vamos a pelear con esas cosas, a menos que el plan salga mal.

—Claro, solo por si es necesario. —Forcé una sonrisa.

—Sí, en ese caso creo que es buena idea —Eddie asintió con la cabeza.

Munson y yo nos miramos, como si supiéramos que definitivamente habría un enfrentamiento.

Seguimos charlando entre los tres hasta que Dustin se fue junto a Max y Nancy. Me senté sobre el pasto y di unas palmaditas a un lado mío para que Eddie se sentara conmigo.

—¿Sabes? He estado pensando que Jason tiene algo de razón, al menos en la parte en que asesinaron a su novia y... Es lógico que quiera justicia. —Alcé los hombros recordando mi conversación con Carver— Pero es un idiota que está cegado por su enojo y el miedo colectivo a las cosas satánicas. Desearía que todos pudieran ver que lo que creen malvado, en realidad, es inofensivo, así como tú me hiciste darme cuenta de eso.

—Sí, no puedo creer que pensaste que El Resplandor tenía mensajes subliminales satánicos —Se burló. Negué con la cabeza soltando una pequeña risa.

—Esa era Carrie en tiempos oscuros.

—Necesité mucha paciencia y autocontrol para no reírme de todo lo que decías. —Comentó antes de volver al tema anterior con un semblante algo serio— Vamos a vengar a Chrissy, esta vez no voy a correr.

Tuve en claro esa tarde que Eddie no estaría en paz hasta que sintiera que saldó su cuenta con la chica que abandonó muerta en su tráiler, hasta que sintiera que por fin había dejado de huir; aún si eso significaba ponerse en peligro y, en ese caso, decidí que lo ayudaría e intentaría protegerlo a toda costa.