Satanic Panic «Eddie Munson»

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Nota de autora: Lo sé, lo sé, han pasado unos meses desde la última vez que actualicé y realmente no tengo excusa más que entré en un bloqueo con esta historia del cuál no he podido salir. He estado tratando de pensar y escribir los capítulos que deberían seguir pero no se me ocurre nada, pierdo la esencia de los personajes, o simplemente no quedo satisfecha y no quiero publicar capítulos mediocres y de mala calidad.
Tampoco quiero dejar abandonada e inconclusa la historia, porque siento que tengo una responsabilidad sobre todo por el apoyó que recibió, así que decidí que era mejor darle su final por lo menos con cierto salto temporal.
De verdad me disculpo por esto. :(

•••

Cambiaba el canal de la televisión repetidas veces, ya le había dado dos vueltas intentando buscar algo mejor que las estrellas pop que salían en MTV, la BBC, Lady Di, rumores sobre la salud de Freddie Mercury, los típicos programas sobre política que probablemente discutían algo sobre la monarquía y programas o películas que no despertaban interés en mí.

—A la mierda. —Apagué el televisor y tomé mi guitarra para improvisar un rato.

Siempre quise vivir en Birmingham, Black Sabbath y Judas Priest nacieron ahí, era como llegar a la cuna del Metal.
La idea era aún mejor cuando Carrie Dawn se volvió parte de mis planes a futuro.

Habían pasado unos pocos años desde que huimos de Hawkins, gracias a la idea de Dustin, la señora Byers pudo hacernos contactar al gobierno y así conseguir salir del país, todo porque el Estado sabía perfectamente que yo no tenía nada que ver con los asesinatos de Chrissy Cunningham, Fred o Patrick; pero para los ciudadanos seguía siendo culpable, solo que ahora me habían dado por "Muerto", así que nos prometieron un lugar en Birmingham e identidades falsas. Carrie también planificó un buen chantaje para hacer esto posible.

De todas formas, ahora llevaba varios meses solo y probablemente volviéndome loco. No podía dejar de pensar en la última vez que vi a Carrie cruzar la puerta de nuestro apartamento, ella me dió una cálida sonrisa, asegurándome que estaría bien y que llamaría; lo hizo en cuanto pudo, se mantuvo comunicada por una semana y luego no supe más de ella. Temía por su vida, la de Dustin, Lucas, Mike, todos mis amigos y odiaba no poder ser de ayuda alguna.

Todo este tiempo había escrito canciones sobre Carrie y el vívido recuerdo que tenía sobre los terrores en el Upside-down. En ocasiones tocaba con pequeñas bandas locales pero extrañaba demasiado a lo chicos de Corroded Coffin, tanto como extrañaba a mi novia, y no pensaba compartir mis ideas con ninguna otra banda.

Me invadió el recuerdo de Carrie suspirando pesadamente mientras veía hacia la ventana, casi un año después de que llegamos a Birmingham. La había abrazado por detrás sabiendo muy bien lo que la perturbaba.

—Ellos van a estar bien, son los chicos más valientes que he conocido en mi vida

—Tú mismo viste cómo estaba Hawkins antes de irnos. No derrotamos a Vecna. —Respondió— ¿Y si necesitan ayuda?

Yo no podía volver a Hawkins, aunque estaba "Muerto" no había ninguna prueba de ello y me podrían buscar nuevamente por los asesinatos. Aún aquí en Inglaterra debía mantener un perfil bajo. Por otra parte, Carrie no tenía ningún problema en ir y venir, incluso sin tener una buena reputación en Hawkins, si le habían dado una identidad falsa era por mi mera protección.

—Eddie... —Me miró seriamente— En cuanto Vecna aparezca, yo volveré a Hawkins

—¿Qué? No, no, no, ¡es peligroso! —No estaba de acuerdo en que ella fuera sola, no quería perderla

—Ya lo sé pero si puedo ser de ayuda, entonces quiero ir. Además, sería una buena oportunidad para probar tu inocencia. —Ella tomó mis manos al ver que aún me negaba a ello— Escucha, si tu nombre queda limpio de toda esta mierda entonces no tenemos porqué fingir no somos Eddie y Carrie, ni tener que andar con cuidado y perfil bajo para no levantar sospechas.

—No quiero que regreses a Hawkins y mueras por una causa perdida.

—No voy a morir, Eddie. —Dijo firmemente— No pienso morir.

La observé por unos segundos, Carrie no era realmente feliz ocultándose, viviendo como si realmente estuviera con un asesino fugitivo y yo tampoco. No podía obligarla a quedarse, no era como un objeto de mi pertenencia y no iba a mantenerla a mi lado si ella no quería quedarse. Si esa era su decisión, entonces yo tenía que agradecerle porque de todas formas lo hacía por mí.
Me resigné por más que temiera por su integridad.

—¿En cuanto Vecna regrese?

—En cuanto Vecna regrese. —Prometió asintiendo— Limpiaré tu nombre y volveré a Birmingham.

—¿Y luego nos casaremos? —Sonreí intentando aligerar la conversación, la tomé un poco por sorpresa, pero respondió con una sonrisa de oreja a oreja.

—Es un trato —Estiró su mano para entrecharla, aunque yo tiré de ella para plantarle un beso en los labios

Aquella conversación había terminado ahí y jamás volvimos a hablar de eso hasta que Dustin hizo la llamada que más temía, anunciando que Vecna finalmente había recuperado sus fuerzas.

Salí de mis pensamientos, intentando centrarlos a mi guitarra como una forma de escapismo, tal vez estuve así por media hora, a penas lograba concentrarme cuando tocaron la puerta. Solté un quejido dejando la guitarra de lado, estaba seguro de que era la vecina que siempre reclamaba por la guitarra y, antes de que se fuera, era por el ruido que hacía con Carrie. Me divertía hacerla enojar, pero últimamente no me calentaba ni el sol.

—Maldita sea, ¡Señora, no voy a dejar de tocar la guitarra, anochece no pude dormir por su estúpido chihuahua!

Volvieron a tocar la puerta, esta vez con más fuerza, así que me levanté para dirigirme hacia la puerta.

—¿¡Qué mierda quieren!? ¡Estoy en algo importante ahora mismo! —Abrí la puerta agresivamente pero al ver a la persona parada frente a ella sentí que realmente me había vuelto loco.

—Mentiroso. —Dijo con sorna— Una pena escuchar que no dormiste porque hoy tampoco lo harás.

—¿Carrie? —De repente me sentí como aquella vez en el bosque cuando volví a verla por primera vez luego de que se fue por tres años de Hawkins.

—De verdad soy yo —Dijo entre risas y en cuanto me envolvió en un abrazo que tardé en corresponder supe que no era una alucinación.

—¡Mierda, estaba tan preocupado! —La separé para mirarla de pies a cabeza— ¿Estás bien? ¿Cómo están los demás? ¿Qué fue lo que pasó?

Carrie tomó un semblante un poco más serio.

—Te prometo que voy a contarte absolutamente todo pero... —Miro hacia otro lado— Tengo una sorpresa para ti.

—¿Ya podemos...? —Escuché una voz un tanto familiar

—Sí, supongo que sí —Habló otra

—Sí ya pueden —Contestó Carrie, fruncí levemente el ceño y asomé para mirar a quien sea que estuviera ahí.

—Ha pasado un buen tiempo, ¿no? —Dijo Gareth, junto a él estaba el resto de la banda

—Hijos de puta, me dejaron solo y tuve que pagar el maldito taxi. Tú no, Carrie, tu ya has hecho demasiado. —Dustin apreció— ¡Hola, Eddie!

—¡No puede ser! ¡De verdad me volví loco! —Exclamé con una sonrisa de oreja a oreja

—Yo te aseguro que no —Carrie los señaló con la cabeza— No seas grosero y salúdalos.

—Te adoro, Dawn. —Dejé un beso en la frente de mi novia antes de ir a encontrarme con mis amigos.

Por primera vez, después de mucho tiempo, supe nuestra felicidad no se vería frustrada de nuevo, supe que Carrie y yo por fin podríamos tener una vida normal nuevamente.