Daniel se dirigía a su casa lentamente, debido a la golpiza que los matones del señor Mora le habían propinado. Sentía su ojo izquierdo hinchado y no lograba ver mucho con él, además que el torso le dolía en demasía, junto con el brazo que aún no estaba recuperado por completo del disparo que había recibido. Continúo caminando hasta llegar a su casa, donde después de entrar se dejó caer en su cama para tratar de descansar un poco llevando a sus labios un nuevo cigarro de mariguana esperando que le ayudará a mitigar el dolor. Minutos después la puerta se abrió entrando por ella su amigo Teo.
—Hoy fue agotador. ¿Qué crees Daniel? El jefe del restaurante accedió a dejarme trabajar todo el día, así que a partir de hoy soy un trabajador de tiempo completo. —anunció sin mirarlo, ya que se había dirigido a la cocina.
—Eso suena bien, Teo. Te felicito. —dijo el mayor débilmente.
—¿Estás fumando? Creí que tratarías de dejarlo. —preguntó el chico mirándolo por primera vez, al percatarse de sus heridas se acercó rápidamente—. ¿Qué te sucedió, Daniel?
—Fui a entregarle al señor Mora los documentos robados y cuando se dio cuenta que faltaban algunos. Bueno, creo que ya te diste cuenta. —respondió sin moverse de su lugar, el menor tomó varias de las cosas del botiquín que había comprado cuando le dispararon y comenzó a curar a su mejor amigo.
—No se lo tomó muy bien, ¿Verdad?
—En realidad, fue bastante comprensivo. Digo, al menos no aumentó la deuda o acortó la fecha límite. —Daniel comenzó a soltar quejidos de dolor conforme su mejor amigo colocaba alcohol en sus heridas.
—Hubiera preferido eso a que te golpearan de esta manera. ¿Qué le dirás a Victoria si te ve así?
—Bueno, ahora no hay necesidad de mentirle, así que debería decirle la verdad, aunque no lo creas me siento bastante aliviado. Ya lo tendremos fuera de nuestro culo y haremos las cosas a nuestra manera. —En ese momento Daniel recibió un mensaje en su celular, era de parte de Victoria el cual decía que iría a hacerles una pequeña visita, por lo que el chico se vio obligado a levantarse de la cama—. Oh no. Victoria viene hacia aquí. ¿Qué debemos hacer?
—Dijiste que le dirías la verdad, ¿no me digas que estás asustado? —cuestionó Teo con un tono burlón, el mayor le propinó un ligero golpe en el brazo.
—Claro que me asusta un poco. Ire por ella, está oscureciendo y no quisiera que caminara por estas calles sola. —Daniel se colocó en su rostro unos lentes oscuros para después salir de la casa. Caminó por algunas calles hasta que se encontró con la joven que caminaba hacia él, por lo que rápidamente fue a su encuentro—. Pensé que te había advertido acerca de caminar por aquí.
Dijo mirándola con el entrecejo fruncido, la joven soltó una pequeña risa mirándolo.
—Lo sé, pero no pude evitar comenzar a hacerlo. —Explicó mirandolo curiosa—. ¿Por qué usas lentes oscuros?
—Te lo diré cuando estemos en casa. Teo nos está esperando. —respondió el chico dando media vuelta rumbo a su casa, Victoria se acercó a él para tomarlo de la mano sorprendiendo al muchacho, pero no se apartó, por lo que los dos jóvenes continuaron caminando sin notar que una persona se encontraba siguiéndoles. La figura los siguió hasta que llegaron a su destino y después de anotar un par de cosas en una pequeña libreta que cargaba, se alejó del lugar.
—Ya estamos en tu casa. Puedes decirme, ¿por qué las gafas? —cuestionó la joven cruzándose de brazos, el chico soltó un suspiro antes de removerlas de su rostro. Al ver el estado en que se encontraba, Victoria llevó sus manos a su boca para ahogar un grito que amenazaba con salir.
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De Buena y Mala Fama
Teen FictionLa fama siempre viene con ventajas, pero cuando lo que necesitas es ocultar una relación, puede que no sea de mucha ayuda. Victoria Montemayor es una de las integrantes del grupo "NEEMO", uno de los mas exitosos en el país. Su vida cambia después de...