Capítulo 24

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Daniel llevaba ya una semana en prisión preventiva. Al parecer continuaban investigando los negocios del señor Mora y, según los oficiales, no se llevaría a cabo su juicio hasta que terminaran la investigación.

En su estancia ahí solo había sido visitado por su abogado, el cual fue enviado por Victoria, la joven había cumplido su promesa de negar su conocimiento en el pasado de Daniel, aunque eso no impedía que lo ayudara pagando por su defensa. Teo se mantenía alejado por consejo de su mejor amigo, no podía permitir que lo vincularan con los crímenes y él también podría ser arrestado.

—Oye chico, levántate. Tu abogado está aquí. —dijo un policía mientras abría la puerta de la celda.

Daniel se puso de pie sintiendo una punzada de dolor en el lugar donde la bala había impactado. El doctor le había dicho que tuvo mucha suerte ya que, gracias a qué la bala había impactado primero en la mano de Victoria le ayudó a evitar haber impactado en la columna dejándolo paralítico o en uno de sus pulmones perforándolo y matándolo en el acto. Estaba agradecido por haber podido sobrevivir, aunque el dolor en la espalda comenzaba a fastidiarlo y le preocupaba que la chica no pudiera recuperar la movilidad de su mano por la herida. Salió de la celda detrás del oficial que lo guió hasta una habitación donde un hombre trajeado lo esperaba.

—Daniel. —dijo el hombre en forma de saludo, el joven estrechó su mano antes de tomar asiento frente al abogado.

—Hola, señor, ¿son buenas o malas noticias?

—Un poco de ambas. El cargo por la muerte a golpes del hombre que estaba en la bodega cuando escaparon se ha resuelto, debido a que fue legítima defensa. No serás juzgado por eso. —señaló el abogado.

—¿Cuál es la mala noticia? —cuestionó Daniel removiendo las manos en su regazo.

—El detective a cargo de la investigación quiere acusarte a ti de ser quien mató al secuestrador.

—No puede hacer eso, ¿o sí? Quién lo mató fue uno de los suyos, pero el sujeto escapó. —señaló el muchacho continuando con la mentira que habían acordado desde el hospital.

—Eso fue lo que presenté en mi reunión con el detective, pero él parecía bastante decidido a culparte. —respondió el abogado seriamente.

—Debe ser esto a lo que se refería el señor Mora. Él solía amenazar con culparme por sus crímenes, decía que tenía amigos poderosos en la policía.

—Mencionaré eso en nuestra próxima reunión, pero mucho me temo que si no encontramos a quien lo mató continuarás siendo tu a quien culpen.

—¿Cuál sería la condena si también me acusan de eso?

—Procederemos con legítima defensa. Con eso la condena disminuiría un poco, tal vez unos cinco años, más o menos. —Daniel sintió como si se le acabara el aire. No quería terminar en la cárcel por ningún motivo, pero parecía que incluso después de muerto, el señor Mora lo seguía teniendo en la palma de la mano, esperando el momento perfecto para aplastarlo—. Haré todo lo posible por ayudarte con eso.

—Ya ha hecho mucho por mí, señor. Muchas gracias. —El hombre asintió antes de salir de la sala.

Daniel no le quitó la mirada de encima hasta que fue guiado de vuelta a su celda donde lo dejaron solo con sus pensamientos. Se preocupaba por su destino, pero sobre todo se preocupaba por Victoria, gracias a varios comentarios que había escuchado de los oficiales sabía que bastantes fans pedían su salida del grupo por haber estado con un delincuente. Daniel no quería que eso ocurriera por lo que la quería fuera del asunto, aunque sabía que Victoria estaba haciendo todo lo posible por ayudarlo.

De Buena y Mala FamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora