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La Navidad está a la vuelta de la esquina al igual que Quinn. Observo a la chica correr hacia mi con los brazos abiertos mientras grita como loca por la acera.

— ¡Te extrañé tanto! —exclama cuando me abraza.

— Yo igual, —aspiro su perfume a rosas. Ha comprado el mismo perfume por años convirtiéndose en su marca registrada— ¿me trajiste algo de Nueva York?

Me mira ofendida y lanza un golpe a mi brazo— ¿Acaso yo no soy suficiente?

— Eso es un no. —Caminamos hasta mi casa.

— Dame un respiro. —suspira antes de reír.

La abuela prepara la cena mientras Gibson baila al son de una vieja canción italiana. Cat está mirando su teléfono con una sonrisa y creo saber quién es el remitente de sus mensajes. A decir verdad, nunca la había visto así, ni siquiera con Jaxon.

Es raro pronunciar su nombre ahora que Cat ya no piensa en el. Comienzo a creer que debería de agradecerle por haber cometido esa infidelidad, de otra forma mi hermana nunca habría sido verdaderamente feliz.

La imagen de Beck se escabulle en mi cabeza y no puedo evitar pensar que de no haber sido por Jaxon tampoco habría podido pasar tiempo con él.

Que gracioso que Jaxon sea el responsable de cosas buenas.

— ¿Cómo va todo por aquí? —pregunta Quinn sacándome de mis pensamientos.

— Aburrido. —murmuro colocando los platos sobre la mesa.

Mi amiga hace un ruido con su garganta— No es cierto, tienes mucho para contarme.

— ¿Ya te contó que besó a Beck en la feria de comida? —interrumpe Cat soltando una risita. La miro con molestia y vuelve a reír.

— ¡¿Hiciste qué?! —iba a evitar contarle eso ahora. Quinn abre sus ojos aun más y puedo ver lo molesta que está de ser la última en enterarse.

Tampoco es que sea una gran noticia.

No lo es.

— Yo reaccioné igual. —Añade mi hermana comiendo un pedazo de pan— La única que lo sabía era la abuela.

Aparentemente Phoebe captó el momento exacto en el que empujé a Beck hacia mi para besarlo durante el festival de comida. Por supuesto se guardó esa información para alguna futura estrategia de chantaje pero que destapó un día en el que la atrapé contándoselo al abuelo.

Luego Cat terminó conociendo la historia porque Gibson corrió a decírselo apenas lo supo.

Si hay algo de lo que estoy segura es que no existen secretos en esta familia y que el abuelo Gibson es el primero en divulgar los chismes.

— ¿Cómo van las cosas con tu príncipe encantador? —pregunta Quinn luego de darme una mirada de "vamos a hablar luego".

— No tan rápidas como con Beck. —se burla mi hermana.

— Cállate. —murmuro entre dientes.

Mi amiga vuelve a centrar sus ojos en mí— Hablando de Beck, ¿no vendrá por aquí?

— Salió de la ciudad con su familia. —Comento— ¿Por qué? ¿Acaso querías interrogarlo?

— Por supuesto, —suelta sin dudar— pero no solo eso.

Quinn corre a buscar su bolso y saca un panfleto doblado.

— Quería darle esto. —sacude el papel en el aire antes de entregármelo.

— ¿Entonces le trajiste algo a él y no a tu mejor amiga? —Bufo— Me pregunto en qué nivel estamos.

Bajo la mirada hacia el diseño vistoso impreso sobre la hoja. Es un fondo dibujado con grandes edificios y luces brillantes con manchas de pinturas en lugares al aza decorando el nombre ViArt.

El valor de X ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora