El valor de X ✔

12

Me escondo detrás de unos carteles que el edificio colocó para promocionar los nuevos estrenos y como un caramelo que acabo de encontrar en el bolsillo de mi chaqueta.

— ¿Qué estás haciendo? —la voz de Beck casi hace que arroje uno de los carteles al suelo.

— ¿Qué...? —Lo miro estupefacta— ¿Estás siguiéndome?

Ajusta su chaqueta— Lamento decepcionarte pero no, vengo a ver una película, ya sabes, lo que usualmente se hace en un cine.

Miro detrás de él y luego hacia los lados.

— ¿Vienes al cine solo? —esa pregunta lo hace sonreír.

— ¿Esperabas que viniera con alguien?

Gruño y vuelvo mi atención hacia la pareja que ríe en la fila hacia el bar de comidas— No me interesa.

— Por supuesto que lo hace.

— Mhm.

— ¿Entonces? —Imita mi posición acercándose a mí— Oh, estás jugando a la espía. Intenta no ser tan obvia, sólo te faltan los binoculares.

Lo empujo hacia atrás. — Cállate, estoy nerviosa.

— Ella es la que tiene una cita y ¿tú estás nerviosa?

Evito que vea mis manos sudadas.

— Tiene que salir bien. —murmuro.

— Lo va a hacer. —Apunta— Wade está embelesado por Cat. —Eso es cierto. A Wade de verdad le gusta Cat, puedo ver que realmente está interesado en ella. — ¿Vas a quedarte aquí hasta que salgan de la película?

— ¿Qué pretendes? —lo miro de reojo y señala la boletería. Odio admitirlo pero tiene razón. Voy a aburrirme mucho si simplemente me quedo aquí afuera. Sin dirigirle la palabra me escabullo hacia la boletería cuando veo a mi hermana y a su cita caminar hacia la función.

— Una para El Eterno Resplandor. —le digo al encargado detrás del mostrador.

— Que sean dos. —corrige Beck. Lo miro con curiosidad y me guiña un ojo— Muero por saber cuánto tardas en dejarte en evidencia.

El muchacho nos da nuestros boletos y nos alejamos de la fila.

— Creí que no te gustaban las películas románticas. —comento jugando con las entradas.

— Dije que no son de mis favoritas, no que no me gustaban. —Señala detrás de él— Voy por comida.

— No te tardes, —lo regaño— está por empezar.

— Esto es horrendo, —susurra Beck cuando van veinte minutos de película— ¿quién la eligió?

— Cat. —respondo antes de tomar un puñado de palomitas.

Beck bufa por lo bajo— Por supuesto, Wade debe querer sacarse los ojos. —golpeo su brazo y lo hago callar.

— No seas tan duro, es —dudo un segundo— entretenida. Bien, es muy mala.

Más que eso. Es tediosa y muy lenta. Dolorosamente lenta.

El chico a mi lado se acerca a mi oído y susurra provocando que su aliento acaricie mi piel— ¿Deberíamos escaparnos y ver esa película sobre mutantes? —no contesto porque estoy tratando de tragar la comida en mi boca— Sé que quieres hacerlo.

— No. —Contesto entre dientes pero cuando es imposible soportar esas transiciones rebuscadas que muestra la pantalla, termino cediendo— Bien vamos.

La película de mutantes peleando entre ellos mientras se sacan los sesos definitivamente fue mucho mejor que ese drama romántico. Incluso hasta me sentí mal por Wade, debo hablar seriamente con mi hermana sobre sus gustos.