Capítulo 4

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La mañana finalmente había llegado, pacifica y tranquila como si nada hubiese pasado horas atrás.
Dormida yacía Hinatsuru acompañada de Hanataro y Renji, el chico pelirrojo de la noche anterior.
Este mismo estaba zarandeando al pobre pelinegro preocupado por si el médico había hecho algo mal con la rubia debido a que esta no parecía despertar.

Pronto, Ichigo apareció seguido de Rukia y Chad presenciando la escena donde Renji seguía con su labor de zarandear al pobre médico.

— Tranquilo, ya deja de molestarlo Renji. — le dijo Ichigo con las manos apoyadas en sus caderas.

—Dejalo en paz.— le siguió Rukia causando molestia en el pelirrojo.

—¡No te metas, deberías estar descansando Rukia! — Renji dejó en paz a Hanataro, prestando atención al grupo que había entrado en la habitación.

—¿Cómo quieres que descanse contigo haciendo tanto alboroto? ¿No puedes actuar como una persona normal?

Ichigo se acercó a Renji colocándose en medio de Hanataro y el pelirrojo.
Todos se habían adentrado en la habitación. Chad, Orihime e incluso Urahara quien se mantenía de pie viendo a la fémina descansar para finalmente sentarse.

Ichigo mantuvo su mirada fija en su mejor amiga. Cuando supo lo que había pasado con ella se había sentido muy culpable, pues tanto ella como Keigo estuvieron al borde de la muerte, afortunadamente, este último yacía mejor, pero en la rubia no habían índices de mejoría.

—¿Cómo está Hinatsuru?

—Por desgracia, las lesiones de esta chica están mucho peor de lo que imaginé. He probado de todo esforzándome al máximo, pero su alma se debilita cada vez más.

—Hinatsuru...— pronunció su nombre Ichigo.

—Esto es muy triste, no puedo creer que esto le esté pasando a ella. —esta vez habló Orihime.

—¿Por qué no me dejas usar mi alma Hanataro? Dejame hacer lo que Ichigo hizo por ella.—sugirió Chad preocupado por la rubia.

—No podemos. Es muy tarde para eso, sólo nos queda esperar a que su fuerza vital la traiga de vuelta.

El animo de Renji decayó ante las noticias del miembro del escuadrón 4. No podía creerlo, pero ahí estaba ella, luchando por vivir.

—Esto es mi culpa. Si tan sólo hubiese hecho las cosas de otra forma... Ella no estaría de esta manera.

Ichigo se quedó en silencio, él también se culpaba por el estado de su mejor amiga. Sólo esperaba que esta despertara.

—Cálmate Renji. — sugirió Rukia causando molestia en el nombrado.

—¡Cállate!

—La teniente Matsumoto viene hacía aquí con los demás para enfrentar a los Bount. —las palabras de Rukia hicieron eco en el interior de Renji, por lo que cabizbajo se quedó silencio permitiendo continuar a la pelinegra. —Entiendo como te sientes, pero sabes que no debemos involucrar los sentimientos personales en esto, las cosas no marcharán bien.

—Maldición...

—Tranquilo, Hinatsuru estará bien. — trató de calmarlo Ichigo. Renji sorprendido por las palabras del otro pelirrojo, no dijo nada, sin embargo después logró formular palabra.

—¡Dices que es tu mejor amiga! ¿Cómo puedes estar tan tranquilo?—replicó.

— ¡Ay, lo sé. Conozco a Hinatsuru más que nadie y sé lo fuerte que es, confío plenamente en que estará bien como la cabeza dura que es!

Totsuka | Toshiro HitsugayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora