Hinatsuru es una joven de 16 años quien desde pequeña puede ver espíritus. Después de que su padre la haya abandonado a ella y a su madre hace 15 años, Hinatsuru siente un profundo odio hacia su progenitor a pesar de no conocerlo y cierto rencor a s...
-¡Así lo quería ver capitán!-exclamó cierta pelinaranja apareciendo de la nada, causando que el mencionado saltara del susto.
-¿¡Qué rayos haces aquí Matsumoto!?-le interrogó mientras trataba de calmar los latidos desenfrenados de su corazón.
-Eso debería preguntar yo~- canturreo la mujer quien le daba pequeños toques al albino con tal de molestarlo un poco. Si le iba a castigar, valdría la pena, con tan sólo verlo nervioso y molesto sería suficiente para ella.-Ví que estaba en la ventana de Hinatsuru, ¿Acaso la espiaba?
El rostro de Toshiro pasó drásticamente a un color rojo, recordando lo que había escuchado minutos atrás, por lo que cohibido por la situación, le dió la espalda cruzándose de brazos intentando parecer sereno y sonar firme sin que el nerviosismo en su voz lo delatara.
-¿Qué estupideces dices? ¡Solo la traje a su casa porque tuvo un altercado!
-Pero yo me refería a lo que ocurrió en la terraza.
-¿¡ACASO VISTE ESO!?
-De hecho iba a reportarle la misión, pero al encontrarlo tan acaramelado con esa pequeña humana, decidí no intervenir.-la mujer esperó alguna reacción por parte del albino, reacción que nunca llegó por lo que decidió seguir.-Oiga capitán... ¿Ella es la niña que lo rescató años atrás, verdad?
-¿Por qué piensas eso?-interrogó enseguida, dándose la vuelta tras haber recuperado la compostura para encarar a la pelinaranja.
-Hinatsuru encaja perfectamente con la descripción que dió la vez que volvió a la sociedad de almas. Que una niña metiche, torpe e idiota se había metido en medio de usted y un auto.-llevó el dedo índice al mentón mientras miraba hacía arriba tratando de hacer memoria.-Sinceramente, Hinatsuru no parece ser así, pero la manera en que ustedes parecen llevarse, lo dice todo. Además, su alma parece salirse siempre de su cuerpo, puede que haya alguna clase de conexión con su primer encuentro.
Las palabras de su teniente, le hicieron reflexionar un poco. En cierta manera, las conjeturas de Rangiku parecían tener sentido, sin embargo, el Hitsugaya no lo pensaba así, pues detrás de aquellos sucesos, había una teoría más que quería poner a prueba y el que contestaría a esas preguntas, no era más ni menos que Kisuke Urahara.
-Hay cosas que a veces es mejor no indagar.-se limitó a decir el albino, comenzando a emprender marcha en alguna parte de la cuidad.-Sólo generaría discordia.
«Sin embargo, el tiempo corre hacía atrás y pronto la verdad saldrá a la luz...»
Y la angustia se instaló en su pecho. Él no quería tener que ver en eso y de alguna u otra manera, terminó metiendo sus narices. ¡De todas las personas, justamente Hinatsuru debía ser hija de Lauren y aquél ex Shinigami!
Tras un gruñido que llegó a asustar a Matsumoto, Toshiro se dió una bofetada mental y maldijo esos estúpidos sentimientos que comenzaba a desarrollar por esa humana. Se estaba encariñando más de lo necesario y su misión sólo era llevarla a la sociedad de almas.
-¿Capitán...?-con miedo intentó interrogar, sin embargo el aura que emanaba el más bajo, no hizo más que hacer que ésta terminará por alejarse. Esa mirada significaba peligro, así que decidió dejar sus preguntas atrás y concentrarse en el extraño ambiente que comenzó a formarse y, lamentablemente el causante no era el capitán.
Parece que algo malo se avecinaba.
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