Complementos Perfectos [TERMINADA, borrador]

~16: Animales árticos~

Cameron 🏈

Después de unas duras semanas de entrenamientos y partidos por fin podía pasar la tarde entera con mi pelinegra favorita.

Estás dos últimas semanas había sido todo un poco caos, no pude ver mucho a Maira, aunque ella se esforzaba por sacar algún hueco para venir a mis entrenamientos después de trabajar en la tarde, o intentaba recogerla de la universidad para ir a comer, pero lo más que nos habíamos visto había sido por videollamada.

-Me das tanta ternura -dijo Drew a mi lado.

-¿Qué?

-Te ves tan ansioso por verla

-Y me lo dices tú que cuando estás por ver a Audrey parece que hayas tomado veinte cafés seguidos

-¿Yo?

-Te pones al borde la hiperactividad máxima -se encogió de hombros.

-Bueno es inevitable -nos metimos en su coche.

Acabábamos de salir del entrenamiento, tenía media hora para llegar a casa, ducharme e ir a recoger a Maira.

❃❃❃

Cuando llegué ella estaba saliendo del edificio, llevaba un jersey verde (el verde sin duda era su color), una chaqueta, unas botas y unos vaqueros del mismo color, negro.

-Hola -dijo al acercarse con esa característica sonrisa en sus labios.

-¿Lista para tu tarde con el chico más guapo de la ciudad?

-En el momento que no seas egocéntrico, -se subió detrás de mí tras ponerse el casco- creeré que los extraterrestres te han abducido y que eres un robot -reí inevitablemente antes de ponernos en marcha.

Conduje por las calles, con ella rodeándome desde atrás abrazándome el torso, hasta que llegamos a nuestro destino.

Encontramos aparcamiento un poco lejos, así que el tramo que nos quedaba lo tendríamos que hacer andando.

Con casco en mano anduvimos por las calles tranquilas, y repletas de la nieve que quedaba del día anterior, hasta llegar a uno de los sitios favoritos de Maira, la librería cafetería a la que iba cuando necesitaba pasar tiempo sola en sus días estresantes.

-Que caballeroso -dijo, con una sonrisa burlona, cuando le abrí la puerta al llegar.

-Por lo menos me atribuyes otro adjetivo que no sea egocéntrico

-Pero no quita que lo sigas siendo -me reí, me guiñó un ojo y fue directo a la parte de la librería.

-Te encantan los libros y yo, ni siquiera puedo empezar uno sin aburrirme

-Tienes que encontrar tu tipo de libro

-Podrías ayudarme -su rostro se iluminó.

-¿En serio? -habló entusiasmada.

-Tu eres la experta, confío en tu criterio, seguro que a partir de hoy encuentro lo que me puede gustar -aplaudió.

-¡Vamos a ello! -sonreí ante su inmensa felicidad.

Comenzó a rebuscar por las diversas estanterías deteniéndose en cada género, buscando libros clásicos y preguntándome cuáles había probado a leer o cuáles me llamaban la atención por la sinopsis o incluso la portada.

Hubo un momento en el que cogió un libro e hizo una mueca triste, miré por encima de su hombro para ver de cual se trataba, Persuasión de Jane Austen.

-¿Ese no es tu libro favorito? -me sonrió por encima de su hombro y asintió- ¿Quieres comprarlo otra vez?

Sabía que ya lo tenía en su estantería, pero quizá esa era una edición nueva o algo así.