10. Dulces sueños.

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~Nancy~

Robin y yo nos encontrábamos en su habitación, después de la confesión que había ocurrido hace apenas unos minutos en la que ambas admitiamos nuestros sentimientos.

Ella sugirió que sería mejor hablar sobre el tema al día siguiente cuando las cosas estuvieran más tranquilas, por el momento lo mejor sería ir a dormir, ya habían pasado demasiadas cosas hoy.

A pesar de que ambas seguíamos un tanto sorprendidas, no podíamos ocultar nuestra felicidad.

Esto era algo totalmente nuevo para mi, era aterrador pensar en todos los problemas que llegarían a mi vida después de esto, con mi familia, amigos y sobre todo con la sociedad.

Pero no quería pensar en eso ahora, ya habrá tiempo para eso, por el momento solo quería concentrarme en mi felicidad.

—Bien, esto servirá—Dijo Robin mientras sacaba un par de sábanas y almohadas del armario.

—¿Dormirás en el suelo?— Pregunte.

—Sí, tu duerme en la cama, yo puedo dormir aquí, así no te molestare.

—¿Quien dijo que me molestarías?

—Bueno yo pensé que tal vez preferirías tener tu propio espacio.

—De hecho preferiría que durmieras aquí conmigo.

—En ese caso, supongo que no puedo negarme.

Ambas nos lanzamos una sonrisa, todo esto se sentía tan genuino y puro, las pequeñas miradas, el sonrojo de nuestras mejillas, nuestras risas y la ligera timidez que sentíamos cuando estábamos juntas, era como si fuéramos dos adolescentes que están descubriendo que es el amor por primera vez.

Fui al baño a ponerme mi pijama mientras Robin se ponía la suya en la habitación, al volver me subí a la cama y me metí bajo las sábanas.

—¿Quieres que apague la luz?—Pregunto Robin antes de meterse a la cama.

—Sí, esta bien, pero ¿podríamos dejar encendida la lámpara que esta sobre la mesita de noche?

—Claro, no hay problema— Contesto mientras apagaba la luz de la habitación.

El cuarto fue iluminado solo con la luz tenue de la lámpara, si bien no alumbraba mucho, era suficiente para poder ver cómo Robin subía a la cama.

Estábamos bajo las sábanas, cerca la una de la otra, mirando el techo sin decir nada, pero ambas con una sonrisa.

—Esto es lindo— Dijo Robin.

—¿El techo?—Pregunte con sarcasmo.

—Este momento—Respondió mientras se giraba de lado para poder verme.

—Lo es, pero tu eres más linda—Me gire hacia ella.

Era realmente fácil hacer que Robin se sonrojara, solo bastaba con decirle un cumplido para que ella se pusiera nerviosa, era algo realmente adorable de ver, me gustaba provocarle esas emociones.

—Aún no lo puedo creer, siento que esto es un sueño, más bien, tu te sientes como un sueño— Dijo ella.

—Sí esto es un sueño, entonces no quiero despertar nunca de él— Mencione.

—Se que dije que seria mejor hablar de esto mañana pero no puedo contener mi emoción y dudo que pueda dormir.

—¿Quieres que hablemos de esto ahora?

—Sí, bueno, solo me gustaría saber que pasará con tus padres, ¿Les vas a contar sobre mi?

—Ya les he hablado sobre ti, saben que he estado hablando contigo y creo que piensan que eres una gran persona, a mi madre le gustaría conocerte, creo que podríamos empezar por eso y ver como se desarrollan las cosas.

—Tienes razón, primero debería conocerlos, estoy segura de que son personas increíbles.

—Mi madre lo es, estoy segura de que te amara.

—¿Tanto como para permitirme estar con su hija?

—Es complicado, seguramente no lo entenderá al principio, pero yo hablaré con ella, la haré entender, no te preocupes por eso, solo dame tiempo, también será difícil para mi.

—Por supuesto, no te sientas presionada a decírselo, hazlo cuando tu creas que es el momento correcto, yo también viví eso y es algo que no se puede apresurar.

—Gracias Robin, odio que tengamos que pensar en todas estas cosas solo por amarnos, no debería ser así.

—Lo se— Suspiro.

—Pero escucha, dejemos de preocuparnos por ahora, ¿si?, quiero que estemos felices.

—Siempre logras hacerme sentir mejor Nancy.

Robin coloco su mano sobre mi mejilla, este se sentía como un momento mágico, ambas mirándonos a los ojos, ella acariciando mi rostro, nuestros cuerpos iluminados solo por la debil luz  amarillenta de la lámpara mientras toda la habitación estaba obscura.

Su presencia consolaba mi corazón y me hacia olvidarme de todo lo malo, no me importaban las dificultades que vendrían si eran necesarias para poder seguir viviendo estos momentos con ella.

Me acerque a su rostro y deje un delicado beso en su frente.

—Es hora de dormir, mañana seguiremos con esto—Dije.

—Sí, ya es algo tarde.

—Buenas noches, te quiero Robin.

—Buenas noches, yo también te quiero Nancy.

Apenas la conocí, apenas conocí el sonido de su voz o la calidez de su toque, pero me enamore.

No es una de esas cosas que las palabras pueden explicar, simplemente se sentia diferente al resto del mundo, tenía esa chispa en ella que nadie mas tenía, algo tan precioso que no pude ignorar.

Me enamore de la luz que me daba y de la forma en la que me hizo volver a creer que todo mejoraría.

Y si, era una chica, pero mi corazón cayó ciegamente por ella sin importar eso.

Sobre Aquella Colina | Ronance | Robin x NancyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora