Sobre Aquella Colina | Ronance | Robin x Nancy

21. Quédate

~Nancy~

Los repentinos golpes en la ventana del auto me despertaron, al abrir los ojos pude sentir los rayos del sol quemar mis pupilas.

Era Steve, el ya estaba aquí, no supe en que momento me había quedado dormida, pero ahora era de día.

Le hice una seña con mi mano para que se apartara de la puerta y así poder abrirla y salir.

—¿Dónde estuviste anoche?— cuestione con enfado. Fue lo primero que pude decir.

—Lamento haber tardado, la electricidad se fue en mi casa a causa de la tormenta y tuve que ayudar a mi padre, cuando llegue tu ya estabas dormida en el auto y no quise despertarte. Pase la noche en la sala de espera.

Deje de poner atención a la mitad de su oración, lo único que me importaba es que el ya estaba aquí.

—Robin, ella...ella intento...— Sollose. Sentía espinas en mi garganta al tratar de decirlo.

—Lo sé, ya lo sé— Murmuro.

Steve me rodeo con sus brazos e Inmediatamente me dejé ir. Me sentía tan frágil desde anoche, así que me permití romperme y desbordar mis emociones, las que tanto trate de contener toda la noche.

Su cálido abrazo era como si estuviéramos dentro de una burbuja de seguridad. Así que pude llorar, maldecir y gritar.

—Aquí estoy, no pasa nada, puedes llorar— froto mi espalda para regular mi respiración.

El estaba igual de adolorido, pero se negaba a desmoronarse frente a mi, así que llore todas las lágrimas que le correspondían a el y a mi.

Tenía que haber una persona fuerte aquí, y no podía ser yo.

—Ella ya despertó, tienes que estar tranquila para poder verla— Dijo.

—¿Nos dejarán pasar?— pregunte.

—Sí, y creo que deberías hacerlo tu primero.

Asentí con la cabeza y trate de limpiar mi cara, Steve me guío a la entrada del hospital con su brazo rodeando mi espalda y hombro.

Me pidió que me sentara en la sala de espera mientras el hablaba con la enfermera detrás de la recepción.

Al pasar unos minutos, el me hizo una seña con su mano para que me acercara, tenía 2 pases de visitantes en la mano.

Caminamos por un pasillo para poder llegar a las escaleras, la habitación estaba en el tercer piso.

—La enfermera me dijo que Robin aun no se recupera del todo, así que me advirtió que no debemos alterarla mucho. Aun seguirá en observación 2 días más.

—De acuerdo.

Al llegar al tercer piso me percate de que había 2 personas sentadas afuera de la habitación que le correspondía a Robin. Eran sus padres.

Cuando pasamos frente a ellos, los miré fijamente y su madre me miró a mi. Ninguna de las 2 dijo nada, pero fue casi como si nos hubiéramos hablado con la mirada. Sus ojos se veían perdidos, casi como si realmente le importara su hija.