| 61 |

33 2 0
                                    

Respira... Más... Más rápido, tengo que tomar todo el aire que pueda antes que...

—Bien, se acabó el descanso.

Odiaba esa frase con toda mi alma, pero poco a poco me fui acostumbrando a escucharla.

—David. ¿Cuánto tiempo tengo que esperar ahora?

—Uhmm 4 horas. Tienes 4 horas de descanso, asegúrate de aprovecharlo bien

No entendía a este tipo... Dijo que me iba a dar lecciones de pelea pero solo durante 10 segundos. El entrenamiento no pararía hasta que logre esquivar alguno de sus ataques.
¿No es demasiado confiado para pedirme algo tan sencillo como eso?... O al menos eso pensaba... Cuando toco la campana todo se oscureció.

Solo recuerdo despertar con todo mi cuerpo adolorido. Me había desmayado pero no puedo recordar ni siquiera en que momento fui golpeado.

Mientras me intentaba levantar ví a David sentado en una roca y solo me dijo;
Ahora te di 3 horas de descanso, te dormiste por 45 minutos, así que te quedan 2 horas y 15 minutos.

Durante ese tiempo intenté reponerme y practicar mis habilidades de velocidad. Está vez me aseguré de fijarme más en él.

A la espera de su señal para comenzar el entrenamiento, sucedió nuevamente lo mismo.

Mis ojos se cerraron y desperté nuevamente con moretones en el rostro y el cuerpo. Me dolía demasiado, apenas podía sentarme y entonces David dijo...

—Te di 2 horas de descanso. Pero acabas de dormirte por casi 1 hora, asegúrate de aprovechar el tiempo que te queda.

Aunque para mí era demasiado, sin embargo, ya no sabía que hacer.

No puedo verlo, su velocidad es inhumana.

—Bien, se acabó el descanso.

Está vez me cubrí el rostro con los brazos en cuanto tocó la señal del entrenamiento y entonces.

—Gaaahh~.

Un golpe inmenso dió contra mi estómago, cortándome el aire inmediatamente, pero no me dió ni tiempo para sentir el dolor.
Simultáneamente recibí otro golpe por la espalda haciendo que mi cuerpo choque contra el suelo, después en lo único que pensé por instinto era cubrirme el rostro.

Y eso me salvó para no desmayarme otra vez.

Luego de caer al suelo, recibí una patada en la cara que golpeó mis brazos, lo cual me mandó a volar hasta chocar contra un árbol.

—Fin del entrenamiento, tienes 60 minutos de descansó.

Esto es una tontería, ¡¿Cómo puedo esquivar algo que no puedo ver?!

El tiempo pasó y volví a ser brutalmente golpeado... Y el tiempo de descanso bajo a 50 minutos.

Cada vez me costaba más moverme. Todo mi cuerpo tenía moretones y me dolía con tan solo intentar ponerme de pie.

Esto no era un entrenamiento, es una tortura...

—Bien, se acabó el descanso.

...Debo de alejarme de aquí...

...si lo hago...

Quizá el no pueda alcanzarme....

Se acabó el tiempo y mientras intentaba huir, David me alcanzó y me dió una patada en el estómago.

Esto me mandó contra otros árboles del bosque.

Legión-INDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora