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—¡Por favor, salva a mi hermano!

No me pidas cosas innecesarias... Además, involucrarme con los coyotes no está en mis planes...

—No me importa lo que le pase a tu hermano, estoy ocupado entrenando así que vete.

La pequeña niña me abrazó con la intención de detenerme. Ella estaba temblando.

—Te dije que si interrumpes mi entrenamiento te voy ma...

—¡Ten, tomalo!

Zusu sacó de uno de sus bolsillos un trozo de pan seco y extendió su brazo con esfuerzo para darlmelo.

—Para tí, salva a mi her... hermano... por... porf....

Su cuerpo no soportó mucho y se desvaneció cayendo al suelo.

La sujeté antes que lo hiciera y la dejé recostada.

—Tonta mocosa. Como si fueras a comprarme con un trozo de pan.

Pero verla en el suelo temblando era demasiado incómodo para mí.

—Has arruinado mi entrenamiento mocosa, cuando termine con tus asuntos te voy a dar una gran golpiza.

Cojí el trozo de pan, me lo comí y corrí hacia la secta de la sangre.

Las pisadas de Zusu  estaban frescas, así que me guié de ello para no perderme en la neblina.

Cerca de su guarida aún escuchaba choques de espadas y disparos...

No me puedo imaginar que habrá pensando Zusu al ver tremendo escenario tan mórbido.

Las rejas que protegían a la secta estaban abiertas, habían 2 guardias muertos con cortes en sus gargantas.... dentro era mucho peor...

El suelo de la tierra estaba teñido del color del vino, y esto por la gran cantidad de sangre derramada por todos lados. El olor era sofocante, además de varios cuerpos de personas mutiladas que se encontraban por todos lados.

Pero aún dentro podía escuchar golpes, gritos y disparos.

Entré usando mi habilidad de Sigilo que me hace invisible a la vista y ahí estaban...

Eran como 20 enemigos, todos con máscaras en forma de esqueletos menos  uno, este se cubría de un manto oscuro, de seguro es su líder, creo que se llamaba Rakmein.

Rakkan, el líder de la secta de sangre, estaba rodeado por los pocos subordinados que tenía, en total 8. Entre ellos estaba Ferd al frente quien destacaba por su tipo de arma; tenía una Katana en ambas manos y esto es algo difícil de manejar bien...

Las Katanas por naturaleza pesan mucho para sostenerlas con una mano y por eso, para sujetarlas, las personas normalmente siempre usan una.

—¡Muere maldito! –exclamó uno de los enmascarados.

Pero Ferd lo arremetió rápidamente dando un simple choque a su espada con una Katana y dando un giro rápido degollándolo en un instante con la otra.

Legión-INDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora