| 49 | Fragmentos de cristal

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Ese sujeto tenía un poder enorme. Muchas preguntas pasaron sobre mi mente en ese momento mientras que el comandante caminaba hacia la siguiente sala junto con  otros 7 soldados más.

¿Cómo tiene demasiada fuerza?
¿Usara algún tipo de encanto?
¿Es una habilidad secreta?
¿Qué nivel tiene actualmentede poder?

Un golpe fuerte a la puerta de la segunda habitación me puso en tierra nuevamente.

—Ahora sigues tú, y veo que no están tus hijos, le prometí a tu marido dejar a uno con vida...

... por un poco más de tiempo y luego matarlo.

La madre quien se mantenía al fondo de la habitación cubriendo otra puerta, tenia una mirada furiosa y con lagrimas que salían sin parar.

—¡¿Por qué razón haces todo esto?! ¡¿Qué te hemos hecho nosotros?!

—¿Yo? Hmm, verás... una persona cuando es muy poderosa e invencible se cansa de ganar y busca nuevas experiencias, algo que lo haga sentir vivo por dentro... Y esa desesperación en sus rostros...

...ah... esa hermosa expresión...
...como me gustaría destruirla en su máximo esplendor.

Así que sufre más, llora, lamentate, arrepiéntete. Porque aunque me des lo que busco, igual terminaré matándolos a todos.

El comandante dio una señal y los 7 soldados arremetieron contra la madre.

—Estas equivocado si crees que yo soy la más débil. –dijo la madre quien de su vestido largo y colorido de tonos azulinos con blanco, sacó unos alfileres que lanzó a cada soldado que se le acercaba.

Luego, cuando todos estaban a un paso de cortarla con sus espadas, todos se detuvieron, estaban congelados.

Nadie decía nada, la madre permanecía de pie y al notar sus rostro, tenia los 7 alfileres que había lanzado en sus labios.

—Se acabó todo...
Ebullición.

De pronto, uno de los soldados giró su espada decapitando a su compañero, mientras que el otro lo atravesó en su pecho. Todos los soldados comenzaban a matarse entre ellos hasta que cayeron sin si quiera gritar por sus vidas.

—Que acabas de haber hecho mujer.

—Eso es algo que no te incumbe. –Dijo lanzando una aguja hacia el comandante, pero él sabiamente se cubrió con su escudo. Luego del bloqueo, la aguja regreso a la mano de la madre.

—Entiendo. Tú, puedes manipular la sangre que tomas ¿cierto?

—No creas que solo porque tenemos poderes elementales de agua, solo podemos usar agua en sí. El arte de manipular aleaciones combinadas también son parte del poder de la familia Ainsberg. Así sea solido, liquido o gaseoso... si logro saborear su composición, podré manipularlo. –Dijo eso lanzando muchas agujas contra el comandante.

Pero su armadura lo cubria de todo y ninguna lograba perforarlo en algún lugar.

—Es inútil, aunque puedas manejar la sangre. No podras hacerme nada.

—Ya lo veremos. Voy a proteger a los hijos cueste lo que cueste. ¡No dejaré que una persona tan horrible como tú se atreva a acercarse a ellos!

—¡Nosotros tampoco lo permitiremos!

Sin darme cuenta, el comandante estaba rodeado de varios alumnos de agua. Al parecer lograron vencer a su ejército que lo acompañaba.

—¡Te demostraremos el poder de la familia Ainsberg!

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