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Al amanecer la tormenta ya había cesado, hace poco el pueblo estubo cubierto de una gran capa de nieve, pero por el radiante sol de esta mañana todo comenzó a volver a la normalidad.

Me encontraba en un campo amplio cerca del pueblo, la nieve cubría el césped pero estaba óptima para caminar.

Drako se encontraba frente mío a una distancia de 10 metros. Mantenía una posición firme y me miraba fijamente a la espera de una señal antes de moverse.

Miruhi vestía un abrigo, botines y guantes blancos con un pantalón negro. Ella sería la jueza de nuestro enfrentamiento, por esa razón estaba entre Drako y yo a una distancia promedio.

—Chicos~ sigo pensando que esta no es una buena idea~

—Ja. No hay problema, acabaré rápido con Fla.

—Veamos si tus palabras concuerdan con tu fuerza.

—Te daré una oportunidad Fla, ríndete y quizá considere acompañarles en su búsqueda. Pero me reconocerás como el mejor mago del mundo y me honraras con alabanzas todas las mañanas. Ah... excepto los domingos, es mi día de descanso largo jeje.

—Tú oferta sea tan mala que no sé si reírme o sentir lástima.

—... ¡Ya veras maldito Fla te haré picadillo!

La brisa del viento helado te enfríaba el cuerpo fácilmente... pero cubrirme con más ropas además de mi pantalón y polera negra reduciría mi agilidad. Mi único medio de abrigo es mi bufanda roja que protege mi cuello.

Ambos dirigimos nuestra mirada a Miruhi para que de la señal de inicio de combate.

—Awee~ Bueno... Porfavor no sean tan violentos... El combate comienza en

3...

2...

1...

Drako sacó una sonrisa y su mano comenzó a incendiarse rápidamente.

—Veamos que haces con esto. ¡Fire Ball! –exclamó y el fuego de su mano se lanzó  en forma de 3 bolas de fuego.

—Speed Light~ –dije y corrí persuadiendo cada una de sus llamas.

—¡Wind Storm! –exclamó nuevamente Drako creando una ráfaga de viento fuerte hacia mí.

Planea mantenerme a distancia con una gran ráfaga, pero mi velocidad de movimiento traspasó sin problemas su ataque de viento.

—Eres mío. –dije acercando mi cuchilla a su pecho cuando de pronto...

Una sonrisa se dibujó en el rostro de Drako, como si hubiese planeado todo desde el inicio... y entonces, al lanzar mi ataque, desapareció.

Mi daga no logró sentir una perforación, al moverla en su posición... eso significa que no es una habilidad de invisibilidad.

Mi habilidad, sigilo, me hace invisible pero si soy atacado en el mismo lugar donde estaba puedo ser dañado y detectado fácilmente.

A menos que sea...

Me di la vuelta y vi a Drako detrás mío apuntandome con una mano.

—Adiós Fla. ¡Electric hit! –exclamó y una enorme descarga eléctrica corrió de su mano hacia todo mi cuerpo.

—¡Ahhh!

La descarga fue tan fuerte que mi cuerpo salió volando un par de metros antes de caer al suelo.

—jeje fácil, te dije que terminaría rápido.

Maldición... esa habilidad es de... teletransportación...

Legión-INDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora