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—Aislem... Si, ella esta bien. Aunque me sigo preocupando mucho por ella.

Una leve sonrisa se dibujo en su rostro mientras jugaba trasando con un dedo algunas líneas de la decoración de la mesa.

—Yo... intenté matarla. Quizá me odie por eso, pero aún así... quisiera volver a verla y ofrecerle algo para equilibrarme un poco.

—No tienes porque preocuparte maestro. Ella estará feliz con lo que sea que le des, es una muy buena chica ¡y muy fuerte!

—Porqué lo hiciste...

—¿Eh...?

—Hace 3 días sigo con esa misma duda, En ese momento que Aislem iba hacia la ciudad congelando todo a su paso... todas las personas no la veían como una amenaza, solo yo. ¿Porqué? ¿Cómo es posible detener a alguien sin violencia? ¿Porque? Tus acciones fueron incoherentes, es estúpido ir y abrazar al enemigo. ¿entonces... Porque? Definitivamente tú  estás loca... Fuiste sin temor a ser consumida por el hielo y la abrazaste ¿Como se te ocurre hacer algo tan imprudente? Pero más aún... Porqué...
...¡¿Porque ella se detuvo con solo eso?!...

El mesero había llegado hace 2 minutos y se había quedado congelado en frente de nuestra mesa, con la carta en mano... pensando si sería oportuno intervenir o no.

A lo que Miruhi con una sonrisa tomó las cartas del menú y me entregó una a mí, luego el mesero se retiró un poco avergonzado por su interrupción.

Estaba esperando una respuesta de ella y solo la veía buscando en la carta algo bueno para pedir. Parecía estar tranquila a pesar que levanté la voz y llame la atención de toda la sala, hasta que luego de pasar a la tercera página de comidas, cerró la carta y dio un pequeño respiro antes de responderme.

—Porque no me gusta ver triste a los demás.

Su sonrisa nunca falta en ese tipo de respuestas.

—Entonces fue solo por eso... porque la viste triste...

—Cuando estaba ayudando en el hospital, llegaron avisos de que 4 familias habían sido atacadas y aniquiladas por completo. Todo el mundo comenzó a hablar de ello en las calles de Index City y luego ella apareció... con su vestido blanco desgastado por el polvo, sin ningún zapato con qué proteger sus pies, con raspones en los brazos y cabello despeinado... estaba tan triste y con miedo que dejaba un camino frío como su corazón... y entonces... me comenzó a doler a mí también al tan solo verla... yo solo queria abrazarla muy fuerte y cuidarla... no pude contenerme y me puse a llorar con ella...
Estaba fría pero luego su pequeño corazón comenzó a calentarse con el mío... y entonces fue cuando me propuse a mi misma... ser más fuerte para protegerla, y evitar que nunca más ocurran este tipo de tragedias.

Esta vez la mirada de Miruhi había cambiado. Era la primera vez que la veo tan decidida y segura de si misma.

Y si darme cuenta, una voz exclamó a nuestro lado.

—¡Bra- ¡Bravo! –Era el mesero nuevamente con lagrimas y aplaudiendo muchas veces.

Y entonces todos los que estaban en el aposento comenzaron a aplaudir bastante emocionados.

—Eh... ¡Aweeee creo que me emocioné y dije de más!

Miruhi se cubrió la cara apoyando su cabeza contra la mesa y cubriéndose con los brazos.

Esta chica es completamente opuesta a mí... Quizá yo también debería aprender algo de ella. jaja...

—Ma...Maa... ¡Maestro acabas de sonreír!

Legión-INDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora