| 22 | Viviendo En El Infierno

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—¡Sigue avanzando y mantén tu cabeza abajo!

Cada vez el camino se cubría de solo tierra seca y piedras, dejando a lo lejos los pastizales verdes de los pueblos...

Perdí mi oportunidad de saber sobre las triales y seré encerrado de por vida...

—Es aquí.

Levanté mi mirada y el lugar era horrible... tan solo ver un castillo deteriorado, cubierto de musgos, en un ambiente sucio
y monócromo me causaba náuseas...

Era como un castillo pos-apocalíptico.

Me sentía enojado por dentro de la impotencia

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Me sentía enojado por dentro de la impotencia... sabía que no podía huir porque si lo hacía, ellos irían nuevamente por Blend y Silvy.

Matarlos sería muy difícil y si lo consigo seré rastreado a muerte por toda una comunidad de guardianes sagrados.

—Así que tú eres el nuevo.

Era el guardián del castillo, un mago con las armaduras y bastón de plata.

—Te apuesto a que no sobrevivirá ni un día. –dijo el espadachín.

—Bueno, solo no quiero que haga mucho ruido cuando se retuerza de dolor.

El mago tocó la puerta y una luz celeste se encendió frente a mí.

—¿Es la primera vez que ves un portal? Hey al menos responde algo. –dijo el mago.

El espadachín me golpeó con una patada en mi espalda lanzandome al portal.

—Eres un aburrido, ya muérete.

Fue lo último que escuché antes de perder lo poco de luz que quedaba en el exterior.

Caí al suelo boca abajo y me quedé recostado pensando en mi presente...

Ah... Perdí mi oportunidad de ir a las triales... Este lugar apesta.... Es helado... Si abro los ojos sé que encontraré un montón de basura... Pero ya estoy aquí y no me queda de otra... Pues que debería hacer para comenzar... Hmmm... buscar una manera de salir de aquí... Pero primero... agua... comida... veré cómo se consigue aquí dentro... En este lugar no hay reglas y todos son criminales... así que... Para que pueda ir a cualquier lugar sin riesgos... Voy a infundir miedo con los primeros que traten de amenazarme...

—Miren lo que nos han traído hoy.

—Otro pedazo de basura.

—Hey pedazo de basura levántate de una vez.

—¿O quieres que te llevemos a patadas al depósito?

—Si no quieres morir entregarnos tus cosas.

Me levanté del suelo lentamente y al ver frente mío, vi a dos ladrones de segunda... con atuendos viejos y cuchillos oxidados...
Son la porquería que solía tratar frecuentemente.

Legión-INDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora