Después de mi viaje, Jennie y yo fuimos a vestejar al club que se encontraba fuera de la ciudad. Le conté todo lo que pase en tiempo que ella no estuvo, al igual que ella me contó todo lo que ha pasado. Vivir en Perth al parecer me parecía fácil, pues tenía un empleo y su paga era demasiado buena con la cuál podía pagar su universidad.
Toda la noche estuvimos bebiendo, trago tras trago. El alcohol comenzaba a dar señales de efecto, pues de un momento a otro me encontraba bailando en la pista. Sobre mi se posaban las miradas de hombres, al igual que de mujeres, pero eso no me interesó en lo mínimo.
De un momento a otro Jennie se unió conmigo, bailábamos tan sensualmente que una chica se le acercó, era alta, pelinegra y tenía una mirada demasiado penetrante, a Jennie esto no le interesó en absoluto y se marchó con ella dejándome sola en la pista como en un comienzo.Fui a la barra por otro trago y después seguí bailando, había perdido la cuenta de cuanto había bebiendo. Mientras bailando sentí como alguien se posaba detrás de mí y me tomaba por la cintura y se balanceaba a mi ritmo. Me volteé para quedar frente aquella persona y me lleve una sorpresa al notar que era un chica de cabello rubio y figura bien definida. Cuando la miré a los ojos me sonrío y sin aviso alguno junto sus labios con los míos, eran suaves y dulces. El beso era agresivo, ambas peleábamos por el mando, cuando pensé que iba a ganar mordió mi labio provocando que soltara un gemido de placer.
El alcohol ya había hecho de las suyas y ahora me dirigía a una habitación de aquel club con aquella chica. Nada me interesaba en este momento, pues estaba tan caliente que solo quería llegar a aquel cuarto. Una vez adentro la chica me estampó contra la pared y me volvió a besar necesitadamente, entré el beso una de sus manos se poso en mi muslo, subiendo mi falda y ganándose gemidos de placer de mi parte, al parecer eso le agrado, pues sonrío victoriosa. Me levando e hizo que enredara mis piernas en su cintura, para después llevarme a la cama, donde me dejo con cuidado para después seguir con aquel beso.
Mietras me besaba se deshizo de mi primera prenda, para después seguir con el sujetador y finalmente dejar mis pechos al descubierto.
- a-ahh- gemi al sentir su lengua posarse en uno de mis pechos mientras al otro le daba placer con su mano.
Volvió a mis labios, los mordió y jugueteo con ellos. Tomé su playera y me deshice de ella, al igual que su top deportivo. Sonrío para después volverme a besar. Sus manos bajaron a mi parte baja para deshacerse de mi falta y con ella mis bragas, dejándome totalmente expuesta. Sin esperar más se situó frente a mis piernas y dio la primera lamida.
- aaaaah, ¡siiii! - gemi del placer que me brindaba
- anda, gime para mí.- decía entre gadeos para después continuar con su trabajo.
Se sentía realmente bien. Pensar que no podía ser mejor hasta que se aventuró a deslizar dos dedos sobre mi sexo, sus embestidas eran firmes, seguras. Con su dedo pulgar comenzó a jugar con mi clitoris, masajeandolo y haciendo maravillas con su lengua. Mis paredes comenzaron a apretarse y cuando por fin estaba apunto de llegar se detuvo y solo atine a soltar un gemido de frustración, ¿cómo se atrevía?
- tranquila nena, viene la mejor parte. - dijo al notar mi mirada de molestia. De un momento a otro comenzó a deshacerse de él resto de su ropa, quedando completamente desnuda. - ¿estás lista?
- joder, solo hazlo. - fije mientras hacía fricción con nuestros sexos.
- ¿qué es lo qué quieres que haga? - decía mientras me torturaba.
- no me hagas decirlo.
- si no lo haces no haré nada. - decía mientras se frotaba cada vez más lento. Joder hasta mi humedad estaba al máximo.- tú decides.-dijo mietras detenía sus movimientos.
- solo follame de una maldita vez.
Sonrío victoriosa y comenzó a hacer fricciones más fuertes.
- carajo, si. Ma- más rápido.
- lo que órdenes.- y así fue, aumento su velocidad, mis paredes se comenzaron a cerrar y finalmente llegué a mi tan preciado orgasmo y momentos después ella obtuvo el suyo dejándose caer alado mío y volverme a besar.
Se sintió tan bien, ni siquiera Namjoon me había hecho llegar a un orgasmo.Y en ese momento lo recordé, tenía novio, le había sido infiel y ni siquiera llevaba un mes de estadía. Cómo pude me levanté y tomé mis cosas, me comencé a vestir todo bajo su atenta mirada. Cuando estaba apunto de salir me detuvo.
- ¿lo volveremos a repetir? - pregunto esperanzada.
- no, solo fue un error y algo de una sola noche. - dije para después salír de la habitación. Aún tenía efectos del alcohol y mi visión era pésima, todo alrededor se movía. Comencé a buscar a Jennie con la mirada hasta que la vi en una mesa de las esquinas aún con la pelinegra, se veían bastante entretenidas.
Cuando llegue a su mesa ambas me miraron. - nos vamos- dije sin titubear.
- vamos, apenas comienza la fiesta. - dijo ebria.
- bien, si te quieres quedar, adelante pero yo ya me voy. - dije para dar media vuelta e irme de ahí.
Cuando estaba afuera esperando un taxi Jennie llego. - ¿estás bien? - pregunto preocupada.
- no, llegando a casa te cuento todo, ahora hay que esperar un taxi.
- yo las puedo llevar. - dijo la pelinegra parada alado de Jennie.
Al ver que no aparecía ningun taxi no tuve otra alternativa más que aceptar. El camino fue silencioso, cuando se aparcó fuera de edificio donde viviamos nos quedamos adentro unos minutos.
- ¿nos volveremos a ver? - le pregunto a Jennie.
- claro, aquí tienes mi número. - dijo mostrandole su teléfono y luego de haberlo registrado se despidieron con un beso.
Todo terminó mal, no sabía como explicarle a Namjoon lo que ocurrió, no tenía el valor de hacerlo, ¿qué sucedería si se enterará? ¿terminaríamos definitivamente?