—Así que tú eres Alexis —Es lo primero que digo luego de convencer a mi loba para que se quede tranquila recuperando sus fuerzas.
—Sí ¿Y tú eres? —Pregunta intentando dar un paso, no lo logra y se queda apoyado a la pared.
—La persona que te salvo —respondo simple avanzando a él con cautela.
—¿Esta persona tiene un nombre? Tu olor me hace pensar que eres…
—¿Qué soy? —Pregunto una vez que note que no iba a completar la frase.
Él se acerca a la linterna y con dificultad la toma del suelo para luego apuntarme al rostro.—Layla —Mis ojos se abrieron de par en par y el tal Alexis lo noto— ¿Eres Layla? —Antes de responder ya sus brazos me rodeaban y yo no pude alejarme, mejor dicho, no quería alejarme— Eres Layla, mi Layla —Sus manos acogieron mis mejillas y la linterna estuvo de nuevo en el suelo— mi Lala, estas viva, no puedo creerlo —Volvió a abrazarme e inhala mi aroma, por increíble que suene no me quise apartar de él, me sentía a gusto—. Sabía que estabas viva, lo sabía.
—¿Qué? —Pregunto saliendo de mi ensoñación y del ligero estado de shock.
«¿Quién este tipo y porque me siento tan bien en sus brazos?»
Me pregunto un poco confundida.
—Oh, perdóname por todo por favor, perdóname por no estar contigo —No tengo la más remota idea de a qué se refiere.—¿Qué? ¿A qué te refieres? —Me sujeta de los hombros y me mira a los ojos.
—¿No me recuerdas? —La tristeza está en su voz.
—No, yo… no —respondo sincera.
—¿Tienes una loba? —Pregunta sorprendido, yo asiento— ¿Te puedes comunicar con ella?, ¿Ella me recuerda?
—¿Riana? ¿Lo recuerdas? —Pregunto a mi loba.
—No, pero podemos confiar en el —Me dice con un poco de dificultad.
—No, lo siento —Me disculpo sosteniéndole y viendo como su sangre mancha mi ropa.
—Está bien, solo tenías meses de edad la última vez que nos vimos —Mi ceño se frunció y lo vi apoyarse a mi desde un costado, pasando su mano por mis hombros.
—¿Qué? —La reciente información me deja aún más confundida.
—Después hablamos de eso, ahora salgamos de aquí —Mi brazo pasa por su cintura y a pasos lentos comenzamos a caminar para salir de donde estábamos.
Alexis sostiene la linterna alumbrando el camino y yo lo sostengo a él, realmente está débil, la sangre sigue saliendo de su cuello, solo que en pequeñas cantidades. Yo sentía mis nudillos comenzar a curarse, agradecí a Riana.—Te ensucie con mi sangre, perdón por eso —Se disculpó mientras subíamos los escalones y yo le reste importancia.
—No te preocupes. Mi loba confía en ti —digo mientras nos alejábamos del lugar frío donde estábamos y comenzaba a sentir un poco de calidez.
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Mi Ladrona (COMPLETA) (Versión Actualizada)
WilkołakiVersión actualizada de «Mi ladrona». Esta es la misma historia, pero tiene arreglos y algunas pequeñas modificaciones. -------------------------- Sus dos mundos son diferentes. Él es un hombre lobo, que regresa a su tierra natal para encontrar a su...