Alexis.
La tengo en mis brazos. Por fin, después de tanto tiempo. Mi Lala, mi hermosa Lala, ahora que te tengo no te dejare ir. Me devolviste la vida, cuando creí que había muerto.
[…]
—Karina, mi amor ¿Dónde estás? —Recuerdo lo extraño que me pareció no encontrar rastros de mi Mate, pues yo ya la había marcado.
—Hola Alexis —Tremendo susto que me pegue en ese momento.
—¡Por la diosa! No me des esos sustos —Mi mano derecha la tenía en el pecho, mi corazón latía con rapidez, no era específicamente por el susto, Karina, mi Mate, estaba diferente—. Estas diferente ¿Te hiciste algo en el pelo? —Pregunte con mi característico humor.
—Tenemos que hablar —Su voz ya no era dulce como estaba acostumbrado a escuchar, era fría y estaba llena de desprecio.
—¿No se supone que eso estamos haciendo? —Sus ojos mandados al cielo con fastidio me hicieron darme cuenta de que había algo mal.
—Me canse de ser la Mate de un hombre lobo sin rango —Esas palabras dieron a mi corazón.
—¿Qué?, ¿De qué hablas? —Pregunte intentando acercarme a ella, pero ella no me dejo.
—No te me acerques, ahora eres un ser inferior a mí y yo necesito a alguien que esté a mi altura —Recuerdo que, solo en ese entonces me di cuenta de lo que había cambiado, mi marca ya no estaba en su cuello, lo que representaba nuestro amor ya no estaba, su olor había cambiado, su fresco olor a vainilla fue remplazado por el fétido olor a bruja.
—¿Qué fue lo que hiciste? —Pregunto con un poco de miedo por su respuesta.
—Yo, Karina, te rechazo a…
—¡Alto! —Le detuve y en ese entonces hice lo que jamás creí que haría… suplique:— No lo hagas, por favor, te lo suplico —Recuerdo sentir el piso en mis rodillas cuando me arrodille frente a ella con la voz rota—, por favor, no lo hagas, te lo ruego, haré lo que sea, cambiare, seré más fuerte, estaré a tu altura, pero te lo suplico no me rechaces.
—¿Me ayudaras con mi venganza? —Estaba dispuesto a decirle que sí, pero mi lobo, quien siempre ha sido reservado grito en mi interior.
—¡No! ¡No te atrevas Alexis! —Su voz resonó en mi interior, le notaba dolido al igual que yo.
—Pero ella nos rechazara y la perderemos —digo a mi lobo sintiendo que no tengo otra opción.
—Nos tendremos el uno al otro, no podemos ayudarla, ella no es nuestra Karina, yo… no siento a su loba —El impacto que tuvieron esas palabras me impulsaron a levantarme del suelo y a limpiar las lágrimas que habían brotado sin autorización.
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Mi Ladrona (COMPLETA) (Versión Actualizada)
Kurt AdamVersión actualizada de «Mi ladrona». Esta es la misma historia, pero tiene arreglos y algunas pequeñas modificaciones. -------------------------- Sus dos mundos son diferentes. Él es un hombre lobo, que regresa a su tierra natal para encontrar a su...