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Aquellos mejores amigos habían decidido a ir a la casa de la japonesa, ya que lo mas posible era que su novio se encontraría trabajando. Hace unas pocas semanas se inscribió y participó en cursos de cocinas, así que decidió probar trabajar en una cafetería como auxiliar de cocinero o repostero. 

El chico comprendía el miedo que tenia la pequeña, pero sabía que no pasaría nada que le afectaría a ella o a su mejor amigo, tenia en cuenta con totalidad los sentimientos de ambos. Su mejor amigo, el japonés, estuvo esperando por ella mientras estaba en coma, en ningún momento la había dejado sola. 

― Crees que Riki te abandonará luego que te espero dos años mientras estabas en coma? ―interrogó a la chica entrecerrando sus ojos. 

― N-no, solo tengo miedo. ―contestó la chica rápidamente negando. 

― Hinata.. ―inhalo y exhalo― Él verdaderamente te ama, sino, no fuera esperado todo ese tiempo y simplemente fuera seguido su camino; pero, su destino es estar contigo y lo presiente desde que te conoció. ―habló de manera sincera. 

Los ojos de Hinata estaban brillando, estaban brillando debido a las lagrimas acumuladas. Era cierto, sino la quisiera hacia tiempo que la hubiera abandonado. 

― Que él te cuenta la razón por la que verdaderamente se dio cuenta que tú eras la indicada, su deber siempre fue protegerte mi pequeña y siempre lo será. ―se acercó a la chica y con una de sus manos introdujo uno de los mechones rebeldes detrás de la oreja. 

Ella suspiró rendida antes las palabras de Jungwon, era algo en lo que tenía razón y es suficiente para justificar las cosas. 

― Confiaré en ti por está vez. ―sonrió levemente. 

― Está bien ―le devolvió la sonrisa― Debo irme, ya es tarde y tengo que ir a cocinar, porque los chicos siempre llegan tarde. 

― Están viviendo todos juntos aún? ―preguntó la chica de forma curiosa, él solamente asintió a la pregunta. 

― Si. 

Ambos se dirigieron a la puerta de la casa y la chica la abrió, mientras su mejor amigo de una vez paso por su costado para quedar afuera, a lo que ella estaba apoyada a la puerta sosteniéndola. Le brindó una dulce sonrisa y él de la misma forma la regreso. 

― Me envías un mensaje al llegar, por favor. ―pidió de forma amable la chica alzando ambas cejas, él solamente la miro y rió un poco para luego asentir. 

― Está bien, te escribiré al llegar, adiós Hina, te quiero. ―la chica vio como se alejaba sacudiendo fuertemente su mano. 

― También te quiero. ―alzó un poco la voz para que la escuchará. 

Cuando se alejó completamente la chica entró a la casa y se tiro en el mueble para revisar un poco su teléfono, tenía varios mensajes de Riki. 

 « Mi vida, ya casi salgo del trabajo.💗
   17:00 »

 « Te extraño tanto, ya quiero dormir abrazado
   junto a ti;(
  17:01»

« No cocines, llevaré pizza y leche
 de plátano para tiღ
  17:01» 

La chica luego de leer los mensajes comenzó a saltar pensando en lo afortunada que era en tener a alguien como él en su vida, era una persona que la amaba de manera sincera, se preocupaba por su bien y bienestar, siempre estaba en todo momento para ella en esos malos momentos donde no puedes más y en los buenos donde saltas siempre de alegría y emoción. 

Lo mejor para ella era que ellos estuviesen juntos, eran uno para el otro. Una nota que sintonizaba muy bien, en donde en sus vidas solamente tenía tatuado el nombre de ambos con el destino escrito en su pecho, tenían que estar juntos a pesar de todo. 

Como siempre lo habían querido. 

Quiero protegerte, déjame hacerlo [Nishimura Riki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora