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 𝟣 𝓈𝑒𝓂𝒶𝓃𝒶𝓈 𝒹𝑒𝓈𝓅𝓊é𝓈.

La semana había pasado, los chicos tenían léveles sospechas que Jungwon quería intentar algo con su querida y amada mejor amiga; las cosas dieron un giró de 360 grados en menos de 2 días, ya Jungwon se encontraba dentro de su circulo de mejores amigos. 

No es que le desgradaba la idea, si no que, tenía como una sospecha que en cualquier momento iba a cambiar algo que perjudicaría su amistad con su mejor amiga. Jungwon no es el tipo de persona que aleja a los amigos de la persona que ama, solo quería mantenerla a su lado. 

Ni-ki cada día que pasaba al lado de su mejor amiga se sentía cada vez más raro, era evidente que sentiría celos y le ardería la sangre. Sentía que tenía que separarlos, pero para ella, él ya era importante y su amistad era irrompible, igual a la de él y Ta-ki. 

Justo ahora se encontraban los 4 dando un paseo por las calles de Okayama, todavía Jungwon no se ubicaba bien desde que llegó a aquel sitió. Solo sabía algunas cosas, muy pocas, su japonés había mejorado en todos lo sentidos, siempre practicaba con Hinata en la cafetería y los pocos minutos de receso que les daban. 

Ta-ki y Ni-ki también pusieron de su parte en ello, ayudar es su mejor prioridad, además de que T/n era la traductora personal de Jungwon o así se llamaban en juego. El alumno Jungwon y la traductora personal Hinata. 

— Takahashi. —Dijo llamando la atención de la pelinegra y está volteo juntos con Ta-ki a su lado. 

— ¿Mmmh? —Respondió a su llamado. 

— ¿Cuánto se tardará Yang con los helados? —Preguntó impaciente. 

— Ya sabes como es de tímido, dura como media hora pidiendo los helados. —Alzó los hombros y él bufo un poco. 

— Ahí vienes. —Dijo Ta-ki mirando el caminar del pelinegro, ambos miraron a la dirección del mismo. 

Mientras Jungwon se acercaba con pasos lentos, no quería que se cayeran al suelo. 

— Lo siento la tardanza, había mucha cola para comprar helado. —Dijo apenado.—  Acá están los helados. —Los enseñó. Todos eran de vasos, menos el de Hinata. 

— A Hinata siempre le gustan los helados de cono, nunca prueba con los de vasos. —Reclamó Jungwon. 

— Los helados de cono siempre serán mis favoritos, y más si es vainilla. —Afirmó. 

La semana en la que estuvieron conviviendo todos se iban a comer helado luego de clases y luego acompañaban a la pelinegra a su casa. Ta-ki siempre pedía de fresa, Ni-ki de chocolate, Jungwon de fresa y vainilla y Hinata de vainilla. 

— El mejor soy yo. —Respondió Ni-ki con una pose de diva. 

— Te equivocas, soy yo. —Ta-ki repitió su acción. 

Jungwon y T/n se miraron para luego reírse. 

— ¿De que se ríen? —Preguntaron ambos fingiendo estar enojados. 

— Nada. —Respondieron al mismo tiempo y rieron nerviosos. 

— Será mejor que corran. —Ambos dijeron en un tonó amenazante. 

— Matanga, dijo la changa. —Agarró a Hinata de la mano para luego salir corriendo. 

— Vuelvan aquí, Takahashi y Yang. — Gritaron ambos en plena corrida. 

—  ¡No quiero morir joven! —Alzó la voz mientras corría. 

— Diosito, sálvame de está, te juro que seré buen chico. —Suplicó Jungwon con drama. 

— Ni que fuera la tercera guerra mundial, Jungwon. —Se quejo para luego reírse. 

— Pero es la guerra entre Ni-ki y Ta-ki, es más peligroso. — Dijo desesperado. 

— ¡DEJEN DE CORRER! —Gritó Ni-ki atrás de ellos. 

— Córrele T/n, que el diablo nos llevará. —Comenzó a correr más rápido arrastrando un poco a la pelinegra.  

Ella solo suspiro y río ante su acción, se veía tierno. 

— ¡EXIGÓ QUE LA DEJES YANG JUNGWON! —Gritaron ambos con celos. 

— ¡Jamás! —Exclamó con burla. 

Ni-ki y Ta-ki comenzaron a correr más rápido. 

— ¡Despertaste más a los demonios! ¡Ahora si valimos más que verga! —Pronunció con dificultad, porqué se había cansado. 

Jungwon se fijo que la pelinegra se había cansado, a lo que paro, la cargo como costal de papá y salió corriendo; la pelinegra no pesaba mucho, aunque fuera algo rellena. 

— Se la llevará. —Ambos dijeron, se miraron para luego correr más rápido.— ¡Devuelve lo que no te pertenece! —Ordenaron ambos. 

— ¡Tampoco es de ustedes! —Respondió Jungwon. 

— Ve cumpliendo tus últimos deseos, porqué estás más que muerto. —Dijo para asustarlo, aunque sabía que Ni-ki y Ta-ki tenían unos celos bastantes exagerados y dramáticos. 

— Ay chavela, ya valí. —Fingió llorar. 

La pelinegra solo río, mientras miraba como sus mejores amigos corrían hacía su dirección y ella saluda con las manos, y una gran sonrisa. 

— Es tan tierna, y se junta con demonios como nosotros. —Dijo Ta-ki sonrientemente. 

— Es un pequeño ángel que está protegido por su ángel y sus demonios. Es como una mitología de ángeles, pero con ambos ¿entiendes? Nosotros somos sus demonios personales que la protegemos de todo mal y Jungwon su ángel que la protege igualmente. — Respondió y río. 

— Es tierno que pienses así de ella, como yo también lo hago. —Él sonrió.— Ya casi los alcanzamos. Vamos. —Dijo para que apresurará el paso. 

— Los tenemos. — Dijeron ambos atrás de ellos y Jungwon paró en seco y voltio. 

— H-hola. —Habló nervioso. 

— Hola. — Dijeron ambos serios.

—  Hola, chicos. —Sonrió. 

— Hola, Hinata. —Sonrieron.  

— Conmigo son unos demonios puros, y con ella no. —Se quejo y cruzo los brazos, mientras los chicos lo fulminaron con la mirada.—  Ya mejor me callo. 

— Los 3 parecen niños, mis niños. —Sonrió y los tres se sonrojaron. Ella les tomo cariño muy rápido a todos, y para ella eran su todo, y sus únicos amigos que jamás cambiaría. 

Los 4 eran un grupo inseparable, a pesar del poco tiempo, ellos se entendía y tenía una conexión única como grupo. 

 El desmadre ya había pasado, ambos se encontraban caminando y recordando lo que había pasado esa semana. Rieron mucho ese día, viven cada día juntos como si fuera su último día en el planeta, los fines de semanas ya no eran aburridos, a parte de que los sábados les daba clases de español, coreano e ingles a los chicos, ya querían aprender más de ellos para su futuro.

— Me gusta pasar tiempo con ustedes chicos. . . Es algo que nunca había hecho con personas, nunca fui buena haciendo amigos, cada quién tiene su espacio y yo estaba metida mucho en mi burbuja emocional, a veces querían hacer amigos, si. Pero en un momento de mi vida, que no quería saber nada de nadie. —Suspiro.— Y ahora que está ustedes, quiero que se queden conmigo toda la vida y exploremos juntos como buenos mejores amigos todos. —Sonrió y los miró. 

Todos se encontraban con los ojos aguados, nadie los había apreciado de tal manera y nadie los había valorado tanto como lo hacía la pelinegra, muchas personas quizás lo vean diferentes, pero para ellos, fue lo mejor que escucharon en sus cortas vidas. 

No dudaron en abrazar a la pelinegra y ella tampoco en corresponde aquel abrazo de dónde se sentía la lealtad, el cariño y por supuesto la amistad.  

Los chicos no aguantaron la emoción y al separarse del abrazo la pelinegra notó que estaban llorando ambos. 

— ¿Por qué están llorando? —Hizo puchero. 

— Te explicó. —Pronunció Ni-ki y ella asintió.— Nos emociona el hecho que nos consideres importante para ti, que nos tengas la suficiente confianza como para confiar plenamente en nosotros. Jamás nos llevamos tal importancia para alguien y menos fuimos a tal punto de que esa persona quiera pasar siempre su vida con nosotros, y compartir no solo como amigos, si no como familia. — Las lagrimas no pararon de salir y ella por impulso lo abrazo. 

Él se quedo paralizado, su corazón comenzó a latir muy rápido, sus mejillas se ruborizaban cada vez más y su nerviosismo se activaba, era primera vez que al abrazarla sentía todo de una sola vez y más por imprevisto. 

Él no dudo en aceptar aquel abrazo que atesoraba mucho, él la quería más que así mismo. 

 — Quédate conmigo siempre. . .

Esas fueron la palabra de aquel joven enamorado.

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Acá les traigo el capítulo nueve del libro, me inspiré y tuve mucha imaginación al escribirlo. Pido disculpas por la tardanza. Y aclaré un par de cosas: 

— Esté libro tendrá 2do o 3ra temporada, como quieran que lo haga. 

— También aclaro que empezaré clase, así que actualizaré cuándo pueda. 

— Si quieres o tienes idea para un libro que quieres que escriba o narre, me escribes al privado y con gusto lo hago. 

— Todo lo que hago es 100% de mi imaginación, aunque a veces  me inspiro con películas o series, pero a mi criterio e imaginación. (Lo admito). 

Las amo mucho, gracias por leer. 

Quiero protegerte, déjame hacerlo [Nishimura Riki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora