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Ahí se encontraba la pelinegra en dirección a la biblioteca y los 3 chicos peleando siguiendo su paso desde atrás; aquellos 3 chicos que cayeron en los encantos de la pelinegra, pero uno logrará ganarse su corazón. 

— No perderé, mi objetivo es ganar y quedarme con su corazón. — Dijo aquel pelinegro. 

— Muy iluso nos salió el niño, según él no perderá. — Pensó Ni-ki

— Ella es así por cortesía, no te ilusiones. — Dijo Ta-ki burlonamente y el pelinegro frunció el ceño. 

A lo lejos se escucho la voz de la pelinegra. 

— Chicos, parecen tortugas o peor que ellas. — Se dio la vuelta y los miró a todos con el ceño fruncido en forma de enojó, aunque para ellos daba ternura. 

Los chicos apresuraron el paso, y ya estaban cerca de ella. 

— Es lindo cuándo intentas enojarte y resultas ser tierna. — Dijo Ni-ki con su sonrisa cuadrada, acto que hizo que la pelinegra se sonrojará. 

La mirada de Jungwon se encontraba en Ni-ki, no de forma agradable, estaba celoso del como era él hacía la pelinegra. 

— Creo que ya deberíamos entrar. — Dijo desviando el tema. 

— Vamos. — Entro a la biblioteca y con ello los chicos. 

Los chicos siguieron los pasos de aquella pelinegra, sus dos mejores amigos sabían que era su lugar favorito, además de la cafetería. 

— Es hermosa. — Dijo Jungwon viendo alrededor de la biblioteca. 

— Pensé que era la única que pensaba eso. — Dijo entusiasmada 

Todos se sentaron en una de las mesas, mientras aquel pelinegra fue a buscar un libro.

— Creo que solo busca que le enseñé japonés para estar al lado de ella. — Ni-ki le susurro a Ta-ki. 

— En serio no sé. — Respondió Jungwon. 

— ¿Cómo entiendes lo que estamos hablando? — Preguntó Ta-ki. 

— Solo sé un poco, lo básico. — Jungwon habló nuevamente.  

La conversación fue interrumpida por la pelinegra con 4 libros de japonés. 

— Bueno, comencemos. — Le dijo a Jungwon en Coreano. 

— No sé que dijo, pero me pareció bonito. — Dijeron Ni-ki y Ta-ki al unísono, a lo que ella rió. 

Ella se sonrojo y ellos rieron. 

— Gracias. — Dijo Hinata en japonés. 

Luego de ello Hinata empezó a explicarle el japonés a Jungwon, él mientras miraba a Hinata sus ojos brillaban más que las estrellas y eso a los mejores amigos de la pelinegra les causaba algo de incomodidad e inseguridad, ella le explicaba normal, sus ojos se mantenían neutrales, y eso tranquilizaba a los chicos. 

— Eso es lo básico. — Miro a Jungwon que la miraba fijamente y ella desvió la mirada, haciendo que mirará a sus dos mejores amigos. 

Jungwon lo notó, notó que ella le brillaban los ojos cuándo los miraba a ellos y eso le daba algo de amargura. La primera vez que la vio tuve una buena forma de verla, al ver que era agradable, amable y divertida, aparte de considerada, le llamó mucho la atención. 

— Deberíamos seguir, no? — Sonrió amargamente y la pelinegra asintió. 

Comenzó a enseñarle las dificultades del japonés a Jungwon, los chicos ahora si quisieron ayudar y también le enseñaron unas cosas. Pasó una hora y ya les tocaba clases. 

— Debemos irnos, tenemos examen de biología. — Dijo la pelinegra. 

— No sé me da bien la biología. — Dijo Ta-ki con un leve puchero en sus labios. 

— A mi si, al igual a mi pequeña. — Sonrió Ni-ki y acarició su cabello. 

Ella sonrió; Ta-ki estaba acostumbrado a el trato que llevaban, Hinata también era así con él, era su pequeño bebé y Ni-ki el gran bebé por el tamaño. Ella le tenía un inmenso cariño a los dos. 

Se dispusieron a ir al salón, dónde ya sus compañeros habían tomados sus lugares y cada uno se sentó en su lugar correspondiente; era de costumbre que T/n se sentará en medio, Ta-ki atrás y Ni-ki adelante, ahora Jungwon a lado de Hinata. 

Comenzó la clase y con ello el examen, el ambiente era tenso y algo estresante, solo se escuchaba los pasos del profesor al lado del salón, fijando bien su mirada en sus alumnos y del hecho que no sé copiarán. 

La primera en culminar el examen fue nuestra protagonista, en menos de 10 minutos, las preguntas eran muchas, más de 30 preguntas. 

— Ya terminé. — Dijo calmada, mientras los demás mantenía sus ojos abierto de par en par. 

— Creo que los profesores jamás mintieron sobre tus notas y rapidez, felicidades. — Dijo el profesor asombrado. 

Jungwon por su parte se sentía cada vez más cautivado por la pelinegra, era algo increíble que tuviera una gran inteligencia y belleza, era superior a todas las chicas. Ni-ki ya sabía la inteligencia de aquella pelinegra por su beca. Ta-ki siempre admiro eso de ella y siempre lo hará. 

— Ya puedes salir Hinata. Ya no tienen más clases a parte de está, así que puedes irte a casa — Dijo el profesor. 

La pelinegra arregló sus cosas, y lo último que dijo fue: 

— Nos vemos mañana chicos, los quiero y suerte. — Se refiero a los 3. Ellos solo la miraron y sonrieron, agitando su mano en forma de un hasta luego y la vieron salir del salón. 

Ella luego de salir, todos volvieron a lo suyo. La pelinegra se encontraba yendo hacía la salida y choco con alguien. 

— Lo siento, no me fije. — Dijo el chico apenado. 

— No te preocupes, no pasa nada. — Dijo la pelinegra sonrientemente. 

El chico levanto la mirada y se encontró con la cara de la pelinegra. 

— Ehh, mucho gusto, soy Daniel. — Dijo apenado. 

La chica sabía quién era, iba a un año menos que ella, además de que es uno de los más inteligentes en su salón. 

— Oh, oí mucho de ti, y de tu esfuerzo. Me alegró de por fin vernos cara a cara. — Sonrió. 

T/n era muy conocida por ser muy hermosa, amable, responsable y servicial. La escuela recibió muchos halagos por su esfuerzo, siempre se mantenía en uno de los primeros puestos sin bajar su promedio. 

En realidad está en el primer puesto; al chico le daba emoción por saber que ella conocía de él, él llegó ahí al igual a ella, por una beca y por su buen rendimiento académico, ya él conocía de ella, toda la escuela hablaba de ella, aunque ella jamás les colocaba atención a dichos comentarios, solo seguía su rumbo de vida normalmente. 

— Daniel, me tengo que ir. Fue un gusto verte, adiós, Takahashi se despide. — Sonrió y salió del colegio. 

El chico se mantuvo quieto por un buen rato, para luego dirigirse a su salón alegremente porqué había hablado con la chica más inteligente de todo su colegio; le emocionaba mucho, siempre le quiso hablar a la pelinegra, pero su timidez y miedo al no ser correspondido en cuánto el habla, pero por fin lo hizo y todo por un pequeño tropezón. 

Quiero protegerte, déjame hacerlo [Nishimura Riki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora