Chapter One : Prisión|•°·↓

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Jeon Jungkook, un joven chico de 21 años, el orgullo de sus padres y un ejemplo a seguir en su universidad, era conocido por todos a dónde sea que fuera y no por ser un delincuente o un Bad boy, para nada, se podría decir que estaba entre uno de l...

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Jeon Jungkook, un joven chico de 21 años, el orgullo de sus padres y un ejemplo a seguir en su universidad, era conocido por todos a dónde sea que fuera y no por ser un delincuente o un Bad boy, para nada, se podría decir que estaba entre uno de los primeros puestos de promedio en su país y gracias a ello había conseguido esa carrera que desde pequeño le había fascinado, ser doctor, bueno aún no lo era, pues a pesar de su gran inteligencia nadie se salvaba de las prácticas, dos años de prácticas y el joven recién terminaba el primero, aunque ni él ni sus padres estaban contentos con el lugar en el que tendría que pasarlas; la prisión de Busan. Allí no se encontraban prisioneros para nada peligrosos, quizás algunos jóvenes que llevaban un tiempo allí por robo o desorden publico, nada de asesinos o violadores, solo chicos que tomaron un mal camino en su adolescencia.

Jungkook bastante indignado acomodaba la bata blanca que la noche anterior su bella novia le había planchado, retoco su alborotado cabello y se echó un poco de esa colonia que tanto le gustaba. Aún no podía asemejar la idea que pasaría su segundo año de prácticas en una cárcel, él quería que fuera en el mismo hospital que sus amigos e incluso prefería en aquel asilo para viejos dónde estuvo el año pasado.

- Tranquilo Jungkook, tu puedes - se animó a si mismo y bajo hasta la cocina donde estaba su novia, rodeo sus brazos en su cintura y dejo un pequeño beso en su mejilla - ¿cómo está la chica más bella de Busan?

- Kookie, ¿enserio tienes que ir tan lejos para hacer las prácticas? y si pides que te cambien con otro compañero.

Esa era otra cosa, la famosa carcel quedaba al otro extremo de Busan, bastante alejado de su hogar por lo que se quedaría allí ese año, no podía ser peor, quizás le darían uno que otro pase los domingos y eso en dependencia de como vean su desempeño.

- Ya hablé muchas veces, no me van a cambiar. ¿Por qué mejor no me das a probar ese delicioso desayuno?

Luego de haber terminado de comer las deliciosas tostadas que Lis le había preparado tomó su mochila y una maleta con sus cosas personales. Justo afuera de su casa estaba un autobús esperándole, al parecer no era al único que le tocó pasar las prácticas en aquel horrible lugar. Se despidió de su querida novia y subió en aquel transporte que lo llevaría a su pesadilla de un año, tocaba aguantar. Se colocó sus audífonos junto a su canción favorita, cerro los ojos listo para tomar una larga siesta.

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- Hey chico, vamos despierta. No quieras que desde ahora se te descuenten puntos.

Abrió los ojos cuando sintió varios empujoncitos en su hombro y fue cuando se encontró con un hombre un poco mayor que él, lo estaba mirando serio, casi como si lo estuviese regañando, se reincorporo en el asiento y tratando de sacar el sueño que aún tenía miro a su alrededor, el autobús estaba vacío, solo él y el hombre de mala mirada. Le dió una sonrisa incómoda y se levantó tambaleandose al sentir un pequeño mareo.

- Para ser uno de los mejores promedios del país eres un chico bastante impuntual y despreocupado.

Y él pesado hombre se fue de allí antes de que él le protestará algo. Reaccionó y corrió detrás de él, no necesitaba perderse el primer día.

El lugar era tal y como se esperaba, paredes grises y una que otra de un azul algo desgastado, enserio debían darle mantenimiento a ese lugar. Habían un sinfín de pasillos, no tenían ventanas solo algunas rejillas oxidadas y sin pintar, tan altas que ni siquiera podías mirar hacia afuera. Mientras más se adentraban más desastroso era todo, ¡el suelo no estaba limpio!, Jungkook ya estaba comenzando a odiar todo allí.

- Te explicaré algunas cosas importantes - el hombre se volteo a verlo de frente, con esa expresión seria que no se le iba - no puedes salir de tu puesto a andar caminando por allí, no es peligroso pero nunca se sabe si algo puede pasar; tampoco vas a estar demasiado cerca de los reclutas si no es para tratar alguna herida y no te quiero cerca de las celdas, el recluta cuando vallas a atenderlo irá a tu puesto de trabajo, osea a la enfermería y eso será bajo vigilancia. ¿Entendido? o ¿tienes duda de algo?

- Si entendí - rodeó los ojos y resopló, la verdad estaba más concentrado en la desgastada pintura de la pared que en lo que aquel tipo le estaba diciendo, era un hombre muy aburrido - ¿dónde me voy a quedar a dormir?

- Acá dentro es obvio que no puede ser, pero tampoco tan lejos pues las primeras casas quedan a unos cuantos kilómetros de aquí y sería una demora al llegar y más con personas como usted - y ahí estaba criticando nuevamente, un solo error y ya lo tenía en la mira, genial. - pensamos en que cualquiera de los chicos podría sucederles algo en la noche y no habría médico que lo atendiera, así que algunos de ustedes harán guardia y se quedarán acá, podrán dormir en una de las pequeñas habitaciones de oficiales y estoy pensando en sugerir que sea usted joven Jeon.

- No, no y no, yo no pienso quedarme en esta pocilga peor que los casilleros de jugadores de fútbol en la escuela. Me reuso.

- Aquí no manda - nuevamente su protesta fue interrumpida por el sonido de la bocina que el oficial tenía - con permiso me retiro, reunase con los demás, sus maletas fueron llevadas allá, solo tienes que seguir recto y doblar a la izquierda.


- ¡Espere!, ¿dónde carajos tenía que doblar?, maldita canción que no me dejó escuchar - tomo sus audífonos y los tiró al suelo - no mis amores lo siento, no vivo sin ustedes.

Camino por todo el pasillo y se detuvo justo en el medio, ¿derecha o izquierda?, Jungkook tomo la derecha pues siempre era mejor por allí.

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Vio unas llaves al lado de la puerta y las tomo, abrió y las volvió a dejar en su lugar para luego cerrar desde dentro, eso para que no digan que era un regado. Esa parte de la cárcel era extraña, no veía otra puerta por dónde salir y estaba tan oscura que casi no veía nada. Sintió el sonido de varias rejas ser abiertas y murmullos altos, fue entonces cuando las luces se encendieron y observó todo a su alrededor con los ojos bien abiertos, ¡se había metido en las malditas celdas!.

 Sintió el sonido de varias rejas ser abiertas y murmullos altos, fue entonces cuando las luces se encendieron y observó todo a su alrededor con los ojos bien abiertos, ¡se había metido en las malditas celdas!

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Recluta Kim | TERMINADA  TAEKOOK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora