19. I Just Like to be Bad:

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⚠ Advertencia⚠:

El capítulo que sigue contiene escenas gore y de violencia explícita, por lo que se recomienda leer con prudencia.

Dōma:

Ookami, Tatsu, Same, Bloody Rose, Sasori y Sphyrna estaban sentados en torno a la mesa de aquel caro restaurante aguardando mi llegada sin saber que ya llevaba un rato observándolos a través de unas cámaras que había mandado colocar en el centro floral que adornaba la mesa. Tatsu golpeteaba nervioso el tablero con las uñas y de vez en cuando se revolvía incómodo en su mullido asiento. Same revisaba los mensajes de su móvil como si no le importase en lo más mínimo lo que unos días antes le había sucedido a Bone Crasher. Sasori parecía impaciente como un niño al que le habían prometido una gran sorpresa y tanto Ookami como Bloody Rose y Sphyrna, fingían aguardar pacientemente mientras observaban el comportamiento de sus compañeros. Finalmente Sasori no pudo aguantar más y se inclinó hacia delante apoyándose en la mesa.
—¿Alguien de vosotros me quiere contar qué le ha pasado a Bone Crasher? —preguntó con los ojos brillantes. Tatsu lo miró con los dientes apretados y Same soltó el aire por la nariz con sonriendo.
—Lo suyo sería que esperases a Dōma y que él te contase todos los detalles —comentó sin despegar la mirada de la pantalla.
Sasori soltó una protesta infantil inflando los mofletes.
—¡Joder! No seas aguafiestas, de algo te has tenido que enterar —insistió haciendo pucheros— he oído que Akaza le hizo una cara nueva aunque me parece una mariconada teniendo en cuenta lo que les hizo a los Poi…
—¡¿Puedes callarte la puta boca?! —exclamó Tatsu— ¿Cómo puedes ser tan asquerosamente mezquino como para interesarte en algo así? ¡Parece que se te ha olvidado que es un compañero, joder!

Same levantó la mirada de la pantalla y sonrió mostrando sus afilados dientes.
—¿Son imaginaciones mías o te estás ablandando? —se metió el teléfono en el bolsillo interior de su cazadora de cuero y se acodó sobre la mesa entrelazando los dedos y apoyando su mentón sobre ellos— ¿O es que tienes miedo?
El interpelado lo miró con los dientes apretados.
—Pues mira, si quieres que te sea completamente sincero, sí —contestó y tanto Bloody Rose como Sphyrna intercambiaron una mirada silenciosa— después de lo que Dōma le hizo a Steel Cobra me di cuenta de que no estamos haciendo un trabajo ordinario, pero aún así decidí seguir adelante por lo cerca que el cabrón éste está de Kokushibō. Pero después de lo que Akaza le hizo a Bone Crasher y de lo que seguramente nos hará a nosotros si nos descubre, no estoy muy convencido de querer continuar con esta mierda.
Sasori sonrió relamiéndose los labios.
—Lástima que Dōma no esté aquí para ver esto, estoy seguro de que te mataría de una manera mucho más vistosa que al chupa pollas de Steel Cobra… —dijo casi con anhelo y consideré que era el momento de acabar con aquella pantomima.

Salí de la sala VIP en la que me había ocultado hasta entonces en compañía de Gyokko y nos dirigimos hacia la sala en la que ellos se encontraban. Empujé la puerta y saludé como si acabara de llegar con una gran sonrisa. Tatsu empalideció de golpe, Same y Sasori me saludaron con naturalidad y mientras que Sphyrna me dedicaba una silenciosa inclinación de cabeza, Bloody Rose de colocó bien el escote de su ajustado vestido de terciopelo negro ofreciéndome unas buenas vistas de su generoso busto. En cuanto a Ookami me devolvió el gesto conectando aunque mirada con la mía.
—Creo que más de uno sabe o se imagina la razón por la que nos hemos reunido hoy aquí —dije tomando asiento a la derecha de Tatsu, Gyokko lo hizo a su izquierda después de que Sasori le cediera amablemente su asiento. Al ver de reojo como se tensaba le di unas palmaditas amistosas en la espalda y le sonreí con cordialidad— Tranquilo, ¿por qué estás tan asustado? Pareciera como si te fueras a mear encima.

Sasori ocultó una carcajada soltando ruidosamente el aire por la nariz.
—Con respecto a lo que le ha sucedido a Bone Crasher…
—Shhh… —lo silencié llevándome el dedo índice a mis labios—. Ahora no es el momento de hablar de temas desagradables, ahora vamos a disfrutar de una deliciosa cena y luego aclararemos todas las dudas que te hayan podido surgir.

Nada más terminar de hablar llamaron a la puerta, un camarero entró en la sala y procedió a tomarnos nota. Minutos más tarde, nos sirvieron la comida y la bebida. Mientras comíamos, vi que Tatsu a penas había probado bocado.
—¿No es de tu agrado? —pregunté mirando los ravioli prácticamente intactos.
—No, yo… —masculló y finalmente dejó el tenedor sobre la mesa— ¡No entiendo como puedes pretender que comamos y actuemos como si nada hubiera pasado teniendo en cuenta lo que le pasó a Steel Cobra y lo que ese monstruo le ha hecho a Bone Crasher!

¿Había llamado monstruo a mi Akaza? ¿En serio había tenido la osadía de insultarlo delante de mis narices? Tomé la copa de vino y me la llevé a los labios para apurarla de un sorbo antes de romperla haciendo que miles de esquirlas salieran volando por los aires y en un movimiento rápido y fluido le clavé el tallo de la misma hundiéndolo hasta el pie por una de sus cuencas oculares.
—¿Nadie te ha enseñado que no se puede hablar mal de las personas que no están presentes? —le pregunté al oído mientras convulsionaba en su asiento y un grueso hilo de sangre descendía por el lado derecho de su rostro.

Sasori sonrió mientras que el resto había tenido que dejar de comer debido a que les habían caído trozos de cristal en los platos.

Al escuchar el estruendo, el camarero que nos había atendido entró en el reservado y tras retirar los platos, le pidió a uno de sus compañeros, bastante más alto y fornido que tirase al contenedor el cuerpo agonizante de Tatsu.

Habiendo eliminado una molestia invité a los que quedaban a que me acompañasen a la sala donde Gyokko y yo habíamos estado y por fin dimos comienzo a la verdadera reunión.

Dosgatosescritores:

Dōma siendo él mismo, no puede evitar ser como es.

Tal vez — y es lo más probable— os estaréis preguntando si no estará eliminando arbitrariamente piezas que le puedan ser de utilidad para alcanzar su objetivo.

La verdad es que eso puede aparentar de primeras pero debéis tener en cuenta como funciona su mente. En primera instancia acabó con Steel Cobra porque no tolera que la gente, y mucho menos los que considera inferiores le lleven la contraria y en segundo lugar, ha presenciado como en uno de ellos han comenzado a surgir dudas razonables para cualquier ser humano con dos dedos de frente. Dōma no quiere compañeros, camaradas ni subordinados, él lo que quiere son marionetas que pueda manejar a su antojo.

Además, otro punto es que Tatsu (F por él) ha cometido un error garrafal al insultar a su amor *tose*. Así que era de esperar que alguien como él no reaccionara de la mejor manera.

Y... Ya no puedo seguir mencionando cositas pooooorque digo "fú" y empieza a verse un spoiler de grande como el iceberg que hundió al Titanic.

¿Recordáis lo que escribí la vez anterior acerca de escribir a buenos antagonistas? Pues sigo estando en pánico porque quiero hacer de esta una historia redonda en todos los sentidos.

Espero estar yendo por el buen camino.

El Umbral del Yo. (Tinta y Fuego. Libro III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora