Uzui Tengen:
Una sonrisa bastó para que mi cerebro empezara a echar chispas y regresara a casa con la sensación de estar caminando sobre las nubes. No me creía la bendita suerte que estaba teniendo y una especie de Pepito Grillo me advertía de que bajo ninguna circunstancia podía volver a cagarla con Rengoku. Todavía no se me había borrado de la mente lo sucedido la vez anterior. Otra cosa, él me había ofrecido su amistad, pero tampoco había rechazado la posibilidad de algo más. Eso me hacía tener esperanzas. Me estaba dando luz verde para enamorarlo. Quería verlo desde ése prisma.
Unos golpecitos en la puerta de mi habitación me hicieron bajar de la nube de felicidad, brilli-brilli y colorines en la que me había subido.
—¿Sí? —pregunté alzando un poco la voz.
—¿Puedo entrar? —preguntó mi padre asomando la cabeza. Desde donde me encontraba, despatarrado en la cama podía oler el caro perfume que llevaba. Contuve el impulso de poner los ojos en blanco. Podía adivinar a la perfección la escena que sucedería a continuación. Entraría al cuarto hecho un Adonis y me contaría que había encontrado a la chica perfecta, seguramente veinte años más joven –al igual que la treintena de chicas perfectas que le habían dado puerta antes que esta—, me preguntaría si no lo veía excesivamente arreglado, no porque le preocupe mucho, si no porque es una de esas personas que son conscientes de su belleza, pero necesitan que constantemente les recuerden lo extraordinariamente apuestos que son. Ah, casi se me olvida, para decirme que lo más probable es que no volviese hasta el día siguiente.Efectivamente, durante los quince minutos que siguieron, todo sucedió tal y como había anticipado y antes de salir por la puerta, me recordó que no debía hacer nada inapropiado mientras él no estuviese. Me mordí la lengua para no replicarle que tuviera cuidado de no preñar a su ligue. Eso precisamente se que sería terriblemente inapropiado.
Instantes después escuché su coche alejándose. Con un suspiro de hastío me levanté y bajé a la cocina a prepararme algo de cenar. En cuanto tuve un plato de ensalada y un sándwich de pavo llamé a mamá para hacer Skype con ella, al menos de ése modo no cenaría totalmente solo.
Al otro lado de la pantalla, ella llevaba un pijama de cactus sonrientes que ofrecían abrazos gratis.
« Te ha fascinado mi nueva adquisición del Primark, ¿eh?
« ¡¿Cómo te atreves a ponerte algo tan sexy delante de tu hijo?! ¿Es que quieres provocarme complejo de Edipo?Estallamos en carcajadas.
Durante la cena estuvimos hablando de todo un poco, siempre tratando de no hablar de la razón por la que papá pasaba de andar por casa.
« Te noto desde hace un tiempo algo diferente…
Me miró entrecerrando los ojos. Miré la pantalla de mi portátil sin entender. Tal vez se refería a que llevaba demasiado tiempo sin cortarme el pelo, la verdad era que llevaba demasiado tiempo sin ir al estilista. Con un movimiento tímido me pasé un mechón de pelo por detrás de la oreja.
« No me refiero precisamente a tu pelo, si no a que desde hace algún tiempo te noto como más tranquilo, más centrado. Tus profesores están gratamente sorprendidos por tu mejoría.
Mientras hablaba se le dibujó una enorme sonrisa de orgullo en el rostro.
« ¿Me quieres explicar a qué se debe este agradable cambio?
Me mordí el labio. Rengoku había dicho que yo le daba miedo y ahora que me tocaba hablar con alguien de mis sentimientos por él, el que empezaba a sentir pánico era yo. Le conté a mi madre que me gustaba el mismo chico que había rodado conmigo por las escaleras aquella vez que ahora se me antojaba tan lejana, que me gustaba hasta el punto de haberme atrevido a decirle lo que sentía y que ahora, teniendo en cuenta todas las veces que la había cagado y cómo la había cagado con él, sentía miedo, miedo a que todo lo anterior pesara en mi contra en algún momento.« Tengo la impresión de que si te ha dado la oportunidad de empezar de cero, es porque quiere hacer borrón y cuenta nueva. Tengen, ya sabes cuales son los errores que cometiste en el pasado, ahora es cuando tienes que demostrar que no vas a tropezar de nuevo con la misma piedra.
Asentí, no me lo había planteado, pero lo cierto era que en el tiempo que llevaba conociéndolo, o al menos haciendo el intento, aunque mi relación con papá no fuera la mejor, porque básicamente él no hacía nada por mejorar, parte de esa ira que tenía enquistada se había ido aplacando hasta cierto punto, hasta el punto de no ser destructiva para nadie y menos para mi, era el combustible que me daba las fuerzas necesarias para seguir hacia delante aún cuando me sentía frustrado e impotente.
« Llevas razón y parte de ese cambio se ha producido gracias a él.
Mamá sonrió complacida y me pidió encarecidamente que un día de estos se lo presentara.
Después estuvimos hablando de esto y de aquello hasta que nos entró sueño y nos despedimos hasta que nos viésemos el próximo lunes.
« Te amo, mi príncipe.
« Te amo, mi reina.Con la torpeza de un adulto hizo un corazón maltrecho con los dedos de sus manos antes de cortar la comunicación.
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El Umbral del Yo. (Tinta y Fuego. Libro III)
FanficContinuación de Tinta y Fuego y Cadenas de Sangre Inocente a la Luz de la Luna. Los caminos de Uzui y Rengoku parecen volverse más cercanos. Akaza tal vez encuentre en Senjuro parte de la paz que con la muerte de Koyuki le arrebataron. Y, mientra...