Capítulo 3

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         ― ¿Entonces qué te dijeron?― preguntó el chico rubio que estaba apoyado en el lavamanos.

     El joven metió las manos en los bolsillos del pantalón mientras veía a su amigo acomodarse la ropa y acercarse para lavarse sus manos, el de cabello oscuro solo observaba al rubio interrogarlo en el baño de hombres de la universidad.

     ―Que nos viéramos hoy a eso de las cuatro de la tarde en la editorial― contestó Arley mientras tomaba el papel que le pasaba el otro para secar sus manos.

     ―Nos vamos juntos entonces―el rubio sostuvo la puerta de salida mientras preguntaba― ¿Iras con Oli?

     ―Sí, le dije que cualquiera sea el trabajo necesitaba llevar a Oli, el señor Curt dijo que me llamaría y llamó, imagino que sabe que lo llevaré.

     ―Sin dudas, Marcus Curt es uno de los mejores agentes de la editorial, seguro que el trabajo es genial―comento el rubio.

     ― ¿Has trabajado para él?―preguntó Arley mientras se encaminaban a la siguiente clase.

     ―No mucho, el señor Howars lo invita a algunas cenas y siempre lo elogia... Es muy amable, más que la mayoría en su posición.

     ―Sí, lo note―contesta.

     Arley asiente ante la opinión de su amigo sobre el editor, mientras desvía sus ojos al teléfono notando que tenía una llamada perdida de Tyler, su padre, el rubio también la noto y hizo una mueca antes de preguntar.

     ― ¿Cómo va todo en casa?

     ―Tan bien como siempre Cris.

     ―Deberían salir de ahí―el tono de voz del rubio es casi de reproche.

     ―No es tan fácil, no puedo pagar, la escuela de Oli, la universidad, los apuntes, la comida, la ropa, la luz, tengo que acabar la universidad antes de poder salir de esa casa, yo podría vivir solo, pero no me iré sin Oliver.

     ―Solo un año más Ley― comenta Cristian palmeando la espalda del castaño―un año más y podrán salir de ese lugar.

     El de ojos marrones asiente con la cabeza mientras sostiene la puerta para que su amigo pasara por ella. Tenían una dinámica muy extraña para cualquiera que no los conociera, pero Cristian y Arley habían crecido juntos, sus madres habían sido muy amigas y no había un momento en la historia de los jóvenes donde el otro no estuviera presente, los primeros juegos de softbol, la tarea, los exámenes, los sueños sobre el futuro, los desastres amorosos en la vida de Cristian, las turbulentas historias de Arley, el llanto de ambos cuando las cosas no iban acorde con sus deseos, Cristian y Arley podían entenderse con una mirada, bastaba un gesto para saber lo que el otro estaba pensando, tenían un sentido de protección extremo con el otro, aunque con el paso del tiempo Cristian se había vuelto el más protector con Arley, desde que el joven salió del closet sintió la extrema necesidad de protegerlo de las miradas de odio de sus compañeros de clase en la preparatoria y posteriormente volverse el único apoyo que el joven tenía luego de la muerte de su madre y el nacimiento de su pequeño hermano, convirtiendo la vida del castaño en una debacle que aún nueve años después parecía dejar consecuencias.

 Tenían una dinámica muy extraña para cualquiera que no los conociera, pero Cristian y Arley habían crecido juntos, sus madres habían sido muy amigas y no había un momento en la historia de los jóvenes donde el otro no estuviera presente, los prim...

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