Arley trago. Era ahora, ahora se decidiría todo, estaba aterrado, sus manos comenzaron a sudar y un nudo comenzó a instalarse en su estómago, ahora estaba arrepentido de haber almorzado. Vio como la mujer lo miraba mientras ingresaba a la habitación y se dio cuenta de que al menos llevaba un minuto sin responderle.
―Lo siento, buenas tardes señora Hings―dijo un poco sonrojado.
―Vamos a hablar de temas muy personales ¿Estas bien con que ellos se queden?―ella le dedico una sonrisa comprensiva.
―Sí, me están ayudando, él es William Floyd mi jefe y él es Jonathan Jones, abogado―contesto―y él es Oliver mi hermano.
Ante la mención de su nombre el niño le regalo una sonrisa a la mujer.
Ella le hizo las mismas preguntas que le habían hecho los policías, luego procedió a interrogarlo sobre sus estudios, su empleo y su beca, también sobre cómo es que llevaba la casa solo siendo evidentemente el único responsable. Interrogo de igual forma a Oliver, provocando una palidez extrema en el escritor al escuchar todo el dolor y el abandono al que se había visto sometido. Jonathan por su parte estaba a un paso de cometer un crimen, probablemente porque de todos era el que más entendía a los jóvenes.
―El detective me dijo que quieres quedarte con la custodia de tu hermano―comenzó ella luego de un silencio― ¿Estás seguro?
―Sí señora, me gustaría que Oliver siguiera conmigo, hemos sido solo nosotros dos desde hace mucho.
― ¿Qué pasa con darle una casa?
―Tengo un contrato con el señor Floyd y me mudare cerca de su apartamento para poder trabajar mejor, él me ayudara con el contrato de alquiler.
Ella asintió y el nudo del estómago de Arley pareció relajarse un poco.
― ¿Y con quien se queda cuando tu trabajas?
―He tenido la suerte de que tanto el señor Floyd como mis antiguos jefes me permitían llevarlo conmigo, pero antes de eso lo cuidaba una vecina en su casa.
― ¿Y si tiene tareas en grupo o quiere ver a sus amigos?
― Trato de organizarme, las madres son muy comprensivas y lo retiran de la escuela y lo llevan a casa o a mi trabajo, sino mi mejor amigo Cristian o su madre me ayudan.
Ella volvió a asentir antes de preguntar:
― ¿Cómo manejas los gastos económicos?
―Mi trabajo me permite cubrirlo todo, el trabajo en el hotel me permití ahorrar, el trabajo con el señor Floyd ya me permite pagar un alquiler. Puedo costear la cuota escolar y los gastos de comida y transporte así como de ropa.
―Lo tienes resulto, y aunque creo que deberías vivir tu vida de joven de veintidós años, parece que puedes cuidarle perfectamente.
―No voy a abandonarlo―dijo Arley con firmeza.
―Muy bien.
Ella le dedico una mirada compasiva y Arley pensó que ella sabía exactamente lo que era estar en su situación.
―Presentare el reporte, ayudare al detective en la corte de lo familiar, pero tendrás que pelear la custodia frente a un juez.
―Lo sé.
―Te visitaremos cada semana una vez te instales en tu nuevo departamento. Por favor llamame cuando salgas ―pidió ella entregando su tarjeta.
―Gracias señora Hings.
―Dime Aline, nos vemos, cuídense los dos―dijo ella acercándose a la puerta.
Arley asintió en reconocimiento.
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A tu lado
RomanceArley un estudiante de derecho sobresaliente con muchos problemas en casa, vive para proteger a su hermano de nueve años de las manos de un padre alcohólico. William es el escritor del momento, con una vida estable y una ex asistente un poco loca...