Capitulo 27 🍂 Presente

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Ariel

Hace meses que no me sentía de esta manera, que el pecho se me apriete y la garganta me duela tanto por las ganas de llorar y que trato de reprimir

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Hace meses que no me sentía de esta manera, que el pecho se me apriete y la garganta me duela tanto por las ganas de llorar y que trato de reprimir. Miro para todos lados como si de verdad sintiera miles de ojos detrás de mi, pero las veces que pretendo girarme me da un mareo que me hace sentir más esa sensación de que me miran.

Trato de volver a marcar el número, es casi la llamada ya ni me acuerdo, pero mientras miro para todos lados y el teléfono solo marca y marca, cuando me manda el buzón, es como un balde de agua fría saber que no contestará por lo que rompo a llorar como niña pequeña, las lágrimas caen por mis mejillas y no me pongo a detenerlas o ocultarlas.

—El sabe... porque me haces esto... — hipo mientras las lágrimas caen y solo pienso en cómo debe estar acostado, disfrutando de mi miedo o haciendo Dios sepa que cosa — Porque eres asi... porque ahora...

Hace años, desde que tengo memoria que las tormentas o noches de lluvia suaves o con la intensidad que sean, se han vuelvo como un infierno para mi, me dan un miedo horrible, entre mi soledad pude con ellas porque cada ves que sabía que iba a estar asi, agarraba mis audífonos y ponía toda la música al máximo de volumen y a veces me tomaba alguna pastilla para dormir. Trato de levantarme e ir hacia mi habitación pero aún tengo las piernas algo débil y tengo miedo de cómo me vaya a funcionar el dolor de cabeza con el mareo y la idea de arrastrarme hasta la habitación está presente ahora

Creí que... quería que Asher viniera y decirle que se quedará, no me importaba tener que aguantarlo o pelear con él o simplemente quedarnos en total silencio por horas, quería que estuviera conmigo, como en esos años que me ayudaba a controlar mis miedos, me abrazaba o me distraía jugando a las cartas o viendo películas, pero ahora no lo está, me contesto con un simple no y nada más, no contesto mis llamadas y...

—Tú puedes Ariel... pudiste años atrás puedes ahora

Limpio mis ojos tratando de darme a mi misma el valor y antes de poder tener la iniciativa de ponerme en marcha un trueno hace que cierre los ojos de golpe.

—No...— me llevo las manos a la boca.

El sudor se siente horrible dentro de mi, siento como todo en mi cuerpo me grita que salga corriendo y me esconda. Maldito miedo.

Las manos me tiemblan pero de igual manera trato de tirarme hacia abajo, la manta cae conmigo y quedó prácticamente acostada en el piso.

Es humillante, pero tú puedes

Porque no acepte que me dejaran en cama, porque tuve que ser tan cabezota y aceptar la ayuda que me daban.

Concéntrate en llegar

Un nuevo trueno llega a mi y me acurruco haciendo que me duela todo el cuerpo, tanto que no puedo ni siquiera respirar. Las lágrimas se hacen rápidas y solo puedo suplicar para que deje de llover o que el destino me ayude a quedarme dormida.

Efecto Secundario✔️ / ✔️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora