Trece años atrás
Ariel
—¡Vamos! ¡No se queden estancadas!
Maldita sea la hora que se me ocurrió entrar al equipo de fútbol femenino. Me muevo de un lado hacia el otro sin despegar la mirada de la maldita pelota. No entrarás así de fácil estúpida, no esta vez
—¡Pégale Scott!
—¡No me diga lo que tengo que hacer! — dice Anna gruñendo.
Junto mis manos y golpeó, después de todo los guantes que me compro mi hermana me han ayudado mucho.
Se que está con mis padres en algún lugar del estadio, pero prefirió solo no despegar la mirada de mi único objetivo.—¡Que pasa Montt! — miro a una de las jugadoras del équido enemigo — No tengas miedo de que tu entrenadora te expulse, le hará un favor a tu equipo.
—Gracias García.
Antes de que ella se de cuenta me tiro al suelo y me hago un ovillo en el suelo con la pelota entre medio.
—¡Pero!
—¡Es que estás ciega García!
Levantó la cabeza y le sonrío cuando le agarre la pelota antes de que pudiera empatarnos, conmigo no hija de perra.
El árbitro pita haciendo que todo mi equipo empiece a gritar y saltar. Me levanto del suelo y le tiro la pelota a quien se supone que tenía que distraerme, tengo una misión y no le iba a desconcentrar ni un mil años.
Corro hacía mis compañeras y amigas y nos abrazamos, saltamos y gritamos. No teníamos fe en ganar este partido y sin duda haberlo echo es lo mejor que nos a pasado en la semana.La entrenadora Callen solo nos aplaude, pero estoy segura que dentro de ella está orgullosa. Nos mata todos los días como si fuéramos hombres, pero a decir verdad nos gusta porque las jugadas que estamos representando al colegio es genial.
Después de un buen rato, es momento de ir hacia los vestidores, a lo lejos veo a mi madre aplaudiendo y agito mi mano saludándola. Mi hermana hace pulgar hacia arriba y le lanzo un beso, gracias a ella pude estar en portería, estuvo más de dos días completos buscando mis guantes.
—¡Montt! — me subo los pantalones justo cuando la entrenadora me llama. — Ven un momento, por favor.
Me amarro el pelo a medida que voy acercándome a ella y sale de los vestidores. Me encuentro con una chica muy bonita, tiene sus manos hacia atrás y sus mejillas un poco rojas, a su lado está lo que deduzco que debe ser su padre.
—Ella es Lexi Tucker.
Asiento y me parece cara conocida, se que llego hace unos pocos años al colegio y nadie hablaba con ella.
—Si, Hola — le extiendo una mano.
—Hola — me saluda.
—Va a estar en el equipo esta temporada, para que la ayudes a integrarse y todo eso.
La miro con una sonrisa y cuando lo hace ella para devolvérmela un recuerdo de un chico con los mismos hoyuelos me asalta. La podría mirar por mucho tiempo pero sin duda será algo incómodo.
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Efecto Secundario✔️ / ✔️✔️
RomanceToda decisión tomada siempre tendrá su Efecto Secundario Asher y Ariel están rodeados de decisiones que los llevaron a su propia destrucción. El pasado oculta decisiones que en el presente tendrán sus consecuencias, lo que con lleva a ... El Amor...