Capítulo 2

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-¿Vestido o pantalones cortos?- hablaba para mí misma frente al espejo.

Colocaba ambas prendas sobre mi cuerpo tratando así de elegir, había quedado en encontrábamos en un parque cerca del restaurante era un lugar céntrico  para ambos.

Luego de haber cenado juntos y de que me tuve que despedir muy en contra de mi voluntad para trabajar intercambiamos números y acordamos todo desde nuestros teléfonos.

Luego me dio miedito por ir y ser descubierta coqueteando con un cliente, pero al diablo. Ya lo he hecho antes y si lo hago bien nuevamente nadie lo sabrá.

Opté por el vestido, floreado y suelto, corto y casual, una maravilla para seducir sutilmente. Maquillé mi rostro un poco y dejé mi cabello suelto, cuando estuve con el tiempo encima me dirigí al lugar de encuentro.

Lo vi de pie mirando los niños del parque jugar, iba de maravilla, pantalón de mezclilla y camisa blanca, su cabello iba peinado como la vez anterior algo al descuido, estaba largo y era de un azabache intenso.

Todo en el llamaba a mirarlo, también indicaba peligro.

Era como un iman que me halaba cada vez más hacía el.

-Hola- dije apenas me acerqué lo suficiente

-Hola. Te ves muy bien- halagó. Bueno, no lo confundí yo, si me coquetea.

¿O no?

-Tu también te ves muy bien- admití-¿Vamos por esos tacos?- asintió y comenzamos a caminar.

Tomamos un punto de encuentro en el que nos quedaba cerca el lugar así que podíamos ir caminando desde ahí, mis zapatos eran de tacón pero no muy altos, además de que son estilo plataforma así que podía caminar bastante bien.

Hablamos todo el camino, se veía alguien muy interesante además de atractivo. Debe tener un defecto, alguno ha de tener.

Llegamos al lugar y pedimos una mesa que nos fue entregada cuando otros comensales se marcharon, parecía estar lleno el lugar.

Cuando nos sentamos este se puso de pie casi al instante por una llamada, pidió que le encargara a la mesera una chica veinteañera uno de cada uno para el.

Al principio pensé que bromeaba y luego recordé la cantidad de comida que degustó en el restaurante del hotel. También revisé en mi cartera por si tenía dinero suficiente, no quería que oh sorpresa se le haya olvidado la billetera y por acabar yo teniendo que pagar no alcance lo que traigo.

Me sentí algo incomoda pero luego alejé ese sentimiento de mi, no quería que eso fuera lo causante de que pasara el resto de la tarde con mal humor o sintiéndome incómoda por algo que puede pasar o no.

Cuando llegó nuevamente a la mesa se disculpó por la tardanza, conversamos un rato y eso fue capaz de aligerar un poco mi cargada cabeza, comimos y estaban muy ricos la verdad.

Yo pedí sólo tres y solo alcancé a comerme dos, así que este se comió los 22 que pidió y el que quedó de los míos, nunca había visto a alguien comer así, jamás.

Luego de terminar se puso de pie para pagar y sonreí por la película que me había montado en mi cabeza cuando claramente es alguien decente.

Cuando íbamos a salir nos encontramos con el chef y o sorpresa, es Coreano. Eso nos sirvió para unos buenos minutos de risa, a pesar de todo la comida estaba muy buena.

Pasamos por un helado y pedía internamente que no se terminara la salida, lo había disfrutado mucho.

-¿Cuanto planeas quedarte?- pregunté curiosa mientras nos dirigíamos a mi casa, había insistido en acompañarme para que no me pasara algo, había comenzado a anochecer, ¡si supiera que siempre ando a oscuras cuando salgo del trabajo!

-No lo se la verdad, cuando mi jefe me llame y me diga que debo regresar me voy.- asentí comprendiendo.

-Debe ser muy divertido eso de viajar por trabajo- asintió

-En cierto modo lo es aunque debo admitir que muchas veces estoy bastante cómodo en algún lugar y no quiero que me llamen, entonces lo hacen y todo se va por el caño.

-Lamento oír eso- asintió en respuesta. -¿Tienes hermanos o eres hijo único?

-Tengo una hermana menor que yo. ¿Tu?

-Soy hija única

-¿Vives con tu padres?- negué

-Mi papa murió cuando era pequeña y mi mamá se volvió a casar cuando cumplí 16, no la vi más luego de eso- me sinceré.

No se porque este me generaba tal confianza de contarle cosas que por lo general no hago, más si no quiero espantar a un ligue, pero él es bastante confiable, al menos así me siento.

-Lamento oír eso, pero si te hace sentir mejor yo tampoco me llevo con mis padres. Mi madre es algo perra- abrí mucho los ojos por su declaración, nunca había escuchado a alguien referirse así a su madre y aunque me dio curiosidad no pregunté.

Llegamos a la puerta de mi edificio y en efecto tenía ganas de seguir hablando con él.

-¿Quieres pasar? ¿Tomar un café o algo?- que loca, ¿en que estoy pensando?

-¿No te molesta?- lo único que me molestaría es que sea que yo misma me esté creando ideas y que en realidad no le guste, cualquier otro me hubiera intentado besar o tomar la mano ya y él no parecía interesado en hacerlo.

-No lo hace, descuida.

-En ese caso, si me gustaría- Bueno, que pase lo que tenga que pasar.


Hola 😁
Recuerden que este el el cuarto libro de una saga, no vaya a ser que la lean antes que los demás. Primero Grito Lobo, En Las Sombras luego y Probar después. Nos leemos luego.


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CorreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora