Capítulo 5

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Me revolví en la cama porque en efecto sentía un peso muerto sobre mi, cuando abrí mis ojos noté el porque lo sentía.

¿Que hombre se queda a dormir luego de hacerte un oral, dos veces?

Recuerdo perfectamente el primero, rápido y desesperado, el segundo comenzó apenas me recuperaba del primero, lento y pausado.

En ese acabó por desnudarme sobre el sofá, luego se negó a que le devolviera el favor y continuó con lo suyo, apenas tengo recuerdos vagos de ser levantada y llevada a la cama.

¡Que atractivo es!

Su negro y largo cabello cae delicadamente sobre su rostro, sus rosados labios con un ligero puchero  y el brazo y pierna que se encontraban parcialmente sobre mí me sujetaban con posesión.

¿Como es que este tierno hombre que duerme anclado a mi cuerpo desnudo fue capaz de comerme como lo hizo?

Es que es sorprendente lo rápido que me hizo llevar al orgasmo en la primera, sabía lo que hacía y cómo hacerlo, benditas las que estuvieron antes que yo y de las que supongo aprendió para que ahora se deleite mi persona.

Me puse de pie y me metí a bañar, mi cuerpo aún se sentía agotado a pesar de haber dormido las horas que acostumbro y sentía como si un camión me hubiese pasado por encima, sequé mi cuerpo y me coloqué un vestido fresco  y ropa interior, luego fui a la cocina para preparar el desayuno-almuerzo de ambos.

Este es de buen comer, así que supongo debo preparar suficiente como para 5  personas solo para el.

-¿Que haces?- dijo tras mi oído, se había colado a la cocina sin yo siquiera notarlo levantado.

-Desayuno- recargó su barbilla en mi hombro, un gesto bastante íntimo para dos personas que apenas conocen sus nombres.

-Lamento haberme quedado anoche, estaba algo cansado.- comenzó a dejar suaves besos en mis hombros y de pronto los huevos que revolvía quedaron en el olvido.

-No te preocupes, no me molesta- admití, la verdad es que esto se sentía bien, agradable.

-¿Te molesta si pedimos el almuerzo a domicilio?, se me antoja abusar todo el día de tu hospitalidad.

-¿Todo el día?, debo ir a trabajar a las 3- reí pero luego me acallé cuando sus manos tomaron mi cintura.

Su cuerpo se apegó al mío de tal manera que sentía su erección justo en mi trasero, continuaba besándome lentamente el hombro, con calma, mientras yo me encontraba desesperada por ser tocada.

-Puedo ir por condones si quieres- sentí su risa contra mi piel. Negó  -Déjame ayudarte entonces.

-Vamos a la ducha para que me ayudes- dijo colocando la mano sobre la estufa para apagarla.

Me levantó en volandas apenas me giré y nos guió al cuarto y luego al baño entre besos, me deshice de mi vestido, luego de mi ropa interior, no me avergonzaba. Lo había tenido entre mis piernas la noche anterior, ¿como me avergonzaría después de eso por el simple gesto de ser vista por el?

-¿Puedes girarte?- ¡el se avergüenza!

Quien tiene un cuerpo que te mueres, quien parece esculpido por los mismos dioses.

Reí ante el hecho y me di la vuelta para meterme en la ducha, la encendí luego de adentrarme y apenas cuando sentí el agua lo suficientemente agradable este se colocó tras de mi. -Quédate así- dijo cuando intenté girarme.

-¿Como podría ayudarte así?¿no quieres que te toque?

-Yo lo haré. Solo permíteme tocarte un poco- asentí.

Su mano se coló entre mis piernas y comenzó a deslizarla por mi hendidura con lentitud. -¿Eres trans?- vino a mi cabeza en ese momento porque muy normal no era que básicamente se cubriera para que no lo viera, aparte del hecho de haberse negado que lo tocara yo o que fuera por los condones.

-Espero que esto responda a tu pregunta- dijo paseando su miembro por mi pierna derecha. -¿Lo hace?- asentí

-¿Entonces porque no me dejas ayudarte o verte?

-Si veo a este par- posó la mano que se encontraba entre mis piernas sobre mis tetas dejando algunos pellizcos en él pezon -No podría resistir en hundirme hasta el fondo en ti- mordió mi cuello sacándome un amplio gemido por lo erótico que había sonado anteriormente .

Volvió su mano hasta mi intimidad y comenzó a deslizar sus dedos en lentos movimientos, luego comencé a sentir su cuerpo moverse tras de mí indicando que también se tocaba.

Estaba encendida, mi respiración comenzó a entre cortarse y busqué sosiego al recargarme de la pared, comencé a sentir mi creciente orgasmo en apenas segundos  pero este dejó de tocarme. -Espérame- dijo y asentí.

Lo menos que podía hacer era esperarlo para liberarnos juntos luego de ser él quien se encontrara haciendo todo el trabajo.

Fueron los minutos más extensos de mi vida porque en efecto solo podía escuchar como emitía fuertes y rudas respiraciones contra mi cuello cegado de placer.

-Puedes preciosa- dijo luego de dejar una corta lamida en este para entonces dejarnos ir bajo la ducha.


¿Que andará escondiendo el Jungkook?👀


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