Capítulo 12

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-¿Que clase de pregunta es esa?- había desconcierto en su mirada -Si estuviera casado ¿te pediría mudarte conmigo?

-Han habido casos- admití sabiendo de qué hay mil formas de llevar una doble vida, pero es que es todo tan misterioso en torno a él que no entiendo. -Solo.., no estoy segura. Creo que solo quiero conocerte. De buena manera.

-¿Por eso preguntas si estoy casado?

-Solo quiero respuestas, saber de ti, y aunque no quiero presionarte no puedo tomar ninguna decisión en base a nosotros si no conozco más de ti.

-¿Tanto desconfías de mi?- el silencio volvió a consumirnos, desconfiaba, pero no porque lo veía con malas intenciones, al contrario, las veía tan puras que no me las creía.

-No es que desconfíe- mentí -Es solo que no nos conocemos, tus creencias, tus gustos, afinidades, lo que has hecho con tu vida con el paso de los años.- lo vi reír con sorna.

-¿Creencias? Pareces todo menos una persona de religiones.

-No creo en religiones, pero si creo en las buenas y malas obras, en los pecados que cometemos contra los demás para dañarlos.

-Entonces parezco una persona capaz de malas obras- afirmó -Hablemos de los pecados Jenny- dijo mi nombre de una manera que me hizo estremecer. -Ya que hablabas de adulterio creo que sería buen tema de conversación, ¿que piensas del homicidio?- me tensé completa.

¿Había dicho homicidio?
-Ó mejor aún, ¿que piensas sobre la manipulación?- sus ojos se habían oscurecido y sentí mis vellos erizarse por completo. ¿Y si me había traído aquí para matarme?, no lo creo capaz, no a él con la forma en que me mira, porque a pesar de que justo en este momento su mirada me desconcierta aún así no me genera miedo, no lo hace.

Tampoco creo que mi cuerpo no se haya movido en torno a mi mando, una parte de mí temía, pero era tan pequeña que fácilmente podría manipularse.

Divagué entre su cuerpo y la puerta que me permitiría huir, más no tuve oportunidad de algo cuando su mano ya se encontraba sobre mi muñeca.

Seguido del acto de sentarme sobre sus piernas quedándome rígida por tal acto. -¿Tienes miedo de mi Jenny?- su voz salía lastimera y me di el coraje de mirar sus ojos, encontrando así estos brillar mostrando tristeza. ¿Donde estaba quien había hablado de manera tan cruel frente a mi hace apenas unos minutos?

Negué, porque a pensar de haberme quedado petrificada al escucharlo tampoco veía en él maldad. -No soy bueno para ti- dijo apretándome contra el, en contradicción con lo que decía. -Pero no puedo dejarte ir, no ahora que te amo.

¿Como pasamos de bromear, a prácticamente huir de él y ahora lo abrazaba en modo de consuelo para que dejara de llorar por lo que sea que había soltado tantas lágrimas que llenan sus mejillas?

Ni siquiera noté el hecho de este levantarnos y llevarnos a la cama para luego de varios minutos recostados notar su respiración lenta y pausada dejando de llorar aún en mis brazos.

-¿Serás capaz de amarme luego de conocerme?- lo escuché preguntar, más luego de eso cayó dormido o al menos eso noté.

Poco dormí, pues a pesar de que si estaba cansada, de que sí tenía sueño, varios pensamientos divagaron hasta hacerme quedar despierta por las horas que este durmió.

Apenas estaba cerrando los ojos un momento antes de sentirlo levantarse de la cama y salir de la habitación, dejándome así sola y con miles de preguntas que no se sí deseo saber las respuestas.

Pasaron horas enteras y este no regresaba, me encontré a mi misma mirando la puerta de la habitación en espera suya.

Algo ocultaba, lo se. Siempre fui buena para esas cosas. Pero ¿que era exactamente?¿querría yo saberlo?¿estaba lista para lo que sea debía saber de él?

Miles de escenarios llegaron a mi mente.

Y me preparé mentalmente para pedirle hablar con la verdad al momento de cruzar por esa puerta.

También me preparé para dejarlo ir si lo que pasaba con él era más de lo que me permitiría soportar, porque a pesar de que este se había colado en lo más profundo de mi ser en tan poco tiempo no podía permitirle dañarme de alguna manera.

No podía servirle mi corazón en bandeja de plata, sin al menos conocer un poco más de él de lo que ya sabía.

Regresé mi vista a la puerta cuando lo escuché entrar y un amargo sabor de boca me hizo estremecer, tenía algo de tristeza en su rostro, también se veía ansioso.

-Te contaré todo.



Que me encanta el drama, ya supérenlo 😋😇




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