Capítulo 22

317 51 16
                                    


Estaba sobre la cama de la habitación que se me asignó, en esta semana que llevo aquí solo Marie entra a mi cuarto para hablar y traerme la comida, no quise ver más el rostro de Jungkook, ni el de la pareja de mi amiga.

A pesar de que me explicó que la quería y respetaba aún no podía estar del todo segura cuando este hizo tanto por perjudicarla.

También estaba molesta con Jungkook por mentirme, ni siquiera estaba segura de algo.

¿Me amaba?, ¡si claro!

Suspiré por cuarta vez y entonces me puse de pie y me dirigí al baño, me despojé de mis ropas. Cuando el agua me arropó completa sentí la puerta del baño ser abierta con fuerza, abrí mis ojos en demasía encontrando ahí al dueño de cada uno de mis pensamientos.

-Veté de aquí- escupí sin ánimos de verlo a pesar que moría por tocarlo.

-No me iré, te dí espacio para que tú enojo se dispersara. No aguanto más Jenn- es cierto que trató de explicarse luego de mi arranque de locura contra su amigo.

Pues luego de eso tomé a Marie del brazo pidiendo que se fuera conmigo, esta no quiso. Lo amaba decía, no estaba segura si tenía el Síndrome de Estocolmo, aunque era lo más probable.

Así que luego de esta explicarme y este otro rogar tras mi puerta había pasado una semana en la que no lo veía.

Estaba tan guapo, llevaba solo pantalón de ejercicio corto, su piel estaba sudada de tal manera que no solo lo hacía brillar, gotas de sudor caían por su cuerpo.

Su mirada era otra cosa

Estaba sin brillo, se veía angustiado.

-Lo siento, pero no puedo dejarte ir. No voy a renunciar a ti

-No me iré, ella dejó muy claro que no se separará de él.

-Hubiese deseado que te quedarás porque me amas- lo amo. -Perdón, perdóname por favor. No volveré a mentirte nunca más. Lo prometo.

Se acercó otros dos pasos a mi, a este punto la regadera solo tocaba pobremente la piel de mi espalda.

¿Que caso tenía seguir molesta con él?, lo amaba.

Halé su mano y lo adentré a donde me encontraba, nuestras bocas se unieron con hambre y sentí mi cuerpo ser estampado contra la pared tras de mí.

En apenas segundos ya estaba sobre su cadera gimiendo para que continuara, para que no detuviera el delicioso empuje que tenía contra mi cuerpo.

Mis piernas perdieron toda la fuerza de sostenerse contra su cadera cuando el clímax me golpeó, sus besos continuaron y lo sentí salir de mi para luego masturbarse y vertiese sobre mi. Dejando el cálido líquido deslizarse por la piel de mi abdomen hasta mi intimidad.

-¿Estamos bien?- dijo sobre mis labios

-Estamos bien.- afirmé y volvimos a besarnos mientras nuestros cuerpos eran limpiados por la fina capa de agua.

Volvió a levantarme y me llevó a la cama, abrí mis piernas para permitirle colarse entre ellas y volvió a enterrase en mí con más lentitud y menos desespero que la vez pasada.

..

-Mi amor- llamó, estábamos aún desnudos sobre la cama con solo la sabana cubriendo algo de nuestra desnudez.

-Si

-Namjoon está aquí.

-¿Es otro vampíro?- asintió

-El es el mayor de nosotros. Tiene muchos conocimientos- No dije algo en espera a que continuara y así lo hizo. -Hace algunos meses que se puso en contacto con el viudo de una bruja negra, una desertora.

-¿Eso que es?

-No todas de ellas están de acuerdo con lo que hacen así que algunas escapan y se desligan de los aquelarres.- asentí -Según me dijo esta se llevó muchos libros importantes y le dio uno a Namjoon en el que estaba el hechizo que mi madre usó conmigo. También el antídoto.

-¿Quieres hacerlo?- a mi no me molestaba la verdad.

-Quiero, más porque el estar constantemente usando mi poder para mantener esta forma- dijo refiriéndose a que se encontraba justo ahora -Me deja débil.

-¿Cuando lo harás?

-Esta noche.- asentí

-¿Es peligroso?

-No, tampoco es doloroso- asentí

-¿Quieres que te acompañe?

-Será rápido- me abracé más a él. -También quiero saber que pensaste sobre lo que te dije. Sobre nosotros juntos. Siempre.

-¿Es alguna clase de pacto o hechizo?- si digo que lo pensé mentiría. Ni siquiera lo recordaba.

-Es un pacto, de sangre. En el que unimos nuestras almas. Tendrás todo lo que yo poseo, mis dones y mi inmortalidad. Pero deberás permanecer a mi lado siempre. El pacto no te permitirá alejarte, como si fuéramos un mismo cuerpo. La necesidad de estar cerca también será insoportable.

-¿Y si no lo hago?

-Seguiremos juntos como hasta ahora, nos amamos y eso no cambiará tengamos o no un pacto.

-Envejeceré Y moriré- asintió.

-Pero aún así tendrás una vida normal si así lo deseas, el pacto que haremos también te quitará la posibilidad de ser madre, se debe entregar algo a cambio. Piénsalo un poco más ¿si?, tenemos todo el tiempo para que decidas lo mejor para ti.




Yo opino que lo hagas Jenny






.

CorreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora