Capítulo 15

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-¿Te sientes mejor?- asentí

Apenas había despertado, este me ofrecía agua y un poco más de altura con algunas almohadas. -Te dije que no debías ver algo así- ahora me regaña. El vampíro me regaña porque me asustó. -Bebe un poco más- aunque creo que eso me pasa por loca y curiosa, ni siquiera había comido bien.

Me miraba con clara preocupación -Con eso estoy bien- es que no paraba de ofrecerme más agua, es tierno cuando se preocupa. El vampíro es tierno, genial, ahora divago.

-Pedí algo para comer- comunicó apenas los toques en la puerta se hicieron escuchar, se puso de pie y se dirigió a esta para abrirla, cuando regresó me dí el tiempo a verlo.

Ya no llevaba su camiseta, iba solo en pantalones negros ajustados y pies descalzos, su negro y largo cabello caía sobre su frente y sus músculos brillaban en demasía, sexy.

La boca se me secó e inconscientemente me vi apretando las piernas.

¿Tendrían todos los vampíros ese magnetismo que ejerce su persona hacia mi?

-Jenn- parpadeé. Estaba justo frente a mi y aún así apenas logré entender que me hablaba. -¿Sigues mal?- tocó mi frente y se acercó tanto a mi que pude sentir el calor que emanaba de su cuerpo.

-Estoy bien

-Debes comer- asentí porque en efecto mis manos temblaban por el bajón de azúcar que me había dado.

Me dirigí a la pequeña mesa que se encuentra dentro de la habitación que cuando comencé el viaje supuse sería testigo de nuestras pasiones y ahora estaba en la cama si, pero no como quería. Se suponía que lo tendría encima o debajo en todo caso.

-Hablemos de porque eres un caso especial- dije de repente.

Había comido hasta sentirme satisfecha y este solo se dedicó a mirar, es la primera vez que lo veo cerca de la comida sin consumirla.

-¿Que quieres saber?

-Todo, estamos juntos ¿no?

-Aún no sabes todo de mi Jenn- lo vi dudar. -No estoy seguro si pensaras igual luego de verme.

-Te estoy viendo Jungkook- negó

-No mi verdadero yo

-Muéstrame

-No- dijo tajante -No es el momento, no luego de haberte desmayado hace algunos minutos- asentí

-Habla conmigo entonces, cuéntame y luego me muestras- accedió

-Mencioné que las brujas nacen mujeres- asentí. Lo recordaba. -Mi madre era bruja, una muy poderosa, los vampiros tenían tratados un tanto turbios con las brujas negras así que cada cierto tiempo estas le daban una Virgen para ser convertida, la convección de brujas a vampiras no funciona si no son virgenes- aclaró -Mi padre y mi madre me tuvieron a mi apenas se unieron. No se debía, se supone que debía convertirla y luego de 500 años tener el primer hijo. Así que él pacto que estos tenían se rompió y desde entonces las brujas negras no seden a sus virgenes, estas se encargaron de exterminar a todas la blancas, las cazaron, a ellas y a sus familias. Mi madre trató de interrumpir el embarazo creyendo que sería una aberración, pero no se podía. Los seres inmorales no pueden morir.

Este continuaba hablando pero no me miraba.

-Cuando nací mi padre la alejó de mí pero ella lo convenció de alguna manera y pasé mis primeros años con ella, me encerraba y en esos encierros descubrí que yo poseía magia, la magia que por lo general tienen las brujas, no hay brujas hombres así que en mi inocencia pensé que no era bueno decirlo y no lo hice. Leía los libros de mi madre mientras estaba en mi encierro y aprendí mediante estos a cómo manifestar mi poder, un día esta se enceró y se marchó- dudó, se veía dolido. -Estábamos en una especie de isla desierta quien sabe dónde, no tenía contacto con nadie más. Cuando regresó traía algo consigo con lo que intentaría matarme, obviamente no lo logró, lo que sí hizo fue dejarme marcado- tamborileó sus dedos contra la mesa. -Al final me marché, estaba mal y descubrí uno de mis dones ese día. Resulta que podía teletransportarme, mi padre también lo hace, y mi hermana, ella nació cuando tenía 100 años, mi padre la tuvo con una vampiresa que apenas habíamos visto algunas veces antes de eso, estos se marcharon y mi hermana y yo por lo general nos mantenemos cerca uno del otro. A mi madre no la volví a ver.

-Tu madre es una perra, creía que la mía lo era pero ahora sé que no.

-Te acabo de decir que soy un vampíro de 225 años y solo escuchaste mis problemas familiares- bromeó

-¡Qué puedo decirte!- me encogí de hombros y tomé su mano. -¿Que más puedes hacer aparte de teletransportarte y cambiar tu forma física.

-Es algo que nadie más sabe.- se aclaró la garganta. -Puedo leer mentes.- dijo -Pero no lo hago casi nunca, siento que es violar la privacidad de los demás- aclaró al ver mi cara de sorpresa.

-Wow, como Edward Collen- puso los ojos en blanco.

-¿Como es que no estás asustada?

-No lo se- era cierto, no sabía porque deseaba acercarme justo ahora y abrazarlo al verlo tan vulnerable.

Y así lo hice, me puse de pie y me senté en su regazo para abrazarlo.




Jenny todas te amamos 🥰





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