53. Hacer las cosas bien

619 114 46
                                    

Un escalofrío me recorre de pies a cabeza sobresaltándome y despertándome al instante, con cuidado me giro y vaya sorpresa me llevó al ver que estoy solo, no hay rastro de Off

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un escalofrío me recorre de pies a cabeza sobresaltándome y despertándome al instante, con cuidado me giro y vaya sorpresa me llevó al ver que estoy solo, no hay rastro de Off.

¿Dónde está?

¿Habrá pasado algo?

Me pongo su enorme sudadera y su delicioso y varonil aroma me llega de golpe embriagándome en segundos.

Tratando de no hacer ruido, abro la puerta para ir a buscarle, pero mi idea de sorprenderlo queda a medias al frenar en el pasillo de manera abrupta al escucharle maldecir y gruñir en voz baja mientras habla por teléfono.

Desde aquí puedo ver cómo pasa sus manos por el cabello en señal de frustración, por un instante reconsidero si es buena idea en ir a buscarlo o regresarme a la habitación.

No necesito pensarlo mucho para regresarme por donde salí, oh, oh... muy tarde, se ha dado cuenta de mi presencia, con un suspiro corta la llamada y trata de borrar cualquier rastro de un gesto malhumorado.

—Buenos días, dormilón —se acerca rápidamente dándome un beso de esos que me hacen ver las estrellas— amaneciste más hermoso que nunca —ronronea contra mis labios.

Sonrió como un tonto por sus palabras, pero... Me conozco lo suficiente para saber cómo luzco al despertar.

—Buenos días para ti también —sonríe juguetón cuándo me alzó de puntitas y ni así alcanzo sus labios.

Da un largo suspiro y su rostro se vuelve indescifrable ¿Habrá pasado algo mientras yo dormía quitado de la pena?

—Pensé que seguías dormido —suelta a modo de reproche.

—Me hizo falta sentir tu calor —refutó alzando los hombros, al instante me regala esa hermosa sonrisa única para mí.

—Si dices eso... Voy a hacer que te quedes aquí todas las noches —manifiesta en voz baja al tiempo que rodea mi cintura con sus fuertes brazos llenos de tinta multicolor sacándome un sutil jadeo, finalmente se inclina un poco para besarme una vez más.

Estoy tentado a preguntarle si se encuentra bien, a pesar de que él no me ha dicho nada. Pero la verdad, es que no me atrevo a cruzar esa línea.

Sin más remedio, doy un largo suspiro y me abstengo de hacer cualquier tipo de pregunta o comentario que pueda hacerle sentir mal o incomodarlo.

—Qué tal si vas a darte un baño para poder irnos. Aunque si lo deseas puedes ir así con tu hermosa melena rebelde y tu bonita cara al natural —dice con total seriedad.

Abro los ojos atónito al caer en cuenta de mi aspecto, mis manos rápido viajan hasta mi cabellera y empiezo a palpar lentamente...

¡Mierda...!

Off me besa todo el rostro al tiempo que se burla por mi exagerada reacción, verlo feliz me hace sonreír.

—Déjalo... Estás demasiado lindo —me aparta las manos del cabello y agarra con ternura una de mis mejillas.

El chico de los tatuajes - H.A #10Donde viven las historias. Descúbrelo ahora