2. Curiosidad

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Se supone que ya debería haber iniciado mi segundo año en la universidad, esa fue la condición que me dieron, pero

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Se supone que ya debería haber iniciado mi segundo año en la universidad, esa fue la condición que me dieron, pero...

¿Para qué seguir estudiando?...

Me he hecho esa pregunta miles de veces, pero a la vez me hace pensar en que no quiero regresar aquel mísero lugar de donde salí... Ni muerto, y tampoco tengo pensado trabajar en el taller de mi tío y ella, no me interesa lo que ellos piensen sobre mí.

¿Qué más puedo pedir?... tengo un trabajo estable, gano el suficiente dinero en las peleas, tengo los culos y los coños que quiero y cuándo quiero, no necesito más.

Me han llegado infinidad de mensajes y algunos rumores de que Sing hace alarde que pronto obtendrá una revancha, no sólo anda alardeando de que me pateara el culo por haberle quitado lo invicto, sino también por haberme follado a Jane.

Que siga soñando...

A pesar de que no tengo pensado regresar a la universidad, no tengo pensado en darme de baja tampoco, porque no me gustaría que el rector informara a las personas incorrectas y éstas terminen de joderme la existencia.

Pero si creo que es buena idea ir a saludar a mis viejos amigos, necesito arreglar un poco la situación con ellos después de haberla cagado. Saqué mi puta frustración con ellos, y lo jodi en grande.

Me doy una buena ducha —pues tras la peda de anoche mi aroma es igual al de un contenedor de basura— mientras mi mente recrea lo vivido al grado de ponerme duro como piedra.

Para ser honesto... Nunca me había tocado ser más que un espectador, pero fue divertido y ardiente ver como follaban las gemelas entre sí para después invitarme a participar y que las follara a mi antojo, dejándome más que seco tras exprimirme hasta la última gota.

Necesito urgentemente esa ducha fría, si es que quiero llegar a tiempo para tratar de recuperar al mejor par de idiotas que tengo en mi vida, ellos dicen ser mis mejores amigos, pero yo sé que son más que eso... Son mi familia, ellos han estado ahí cuando nadie más lo estaba, ellos siempre han sido mi apoyo y mis verdugos cuando hago una estupidez, pero en el último año algo cambió...

»Estas últimas vacaciones fueron amargas, cada uno había tomado un rumbo diferente y no dudaron en mandarme a la mierda cuando se dieron cuenta de que no podían hacerme cambiar.

Como siempre...

Al final, todos renuncian. Todos me mandan a la mierda cuando ven que no hay nada más que hacer por mí, todos se dan por vencidos.

Solo me hacen sentir más mierda de lo que ya me siento y es mi vida.

—¡Maldito adefesio! —Le digo al tipo semidesnudo de pie frente a mí, reflejado en el espejo. Un tipo de metro ochenta y cinco con una negra y algo larga cabellera húmeda, semi ondulada, con un par de profundos ojos gris oscuro, nariz pronunciada y una muy buena complexión muscular, producto de las incontables horas de gimnasio. Algunos piercing según la ocasión y más del sesenta por ciento del cuerpo cubierto de tatuajes—. ¡Maldito bastardo!... No entiendo que ven de atractivo en ti.

El chico de los tatuajes - H.A #10Donde viven las historias. Descúbrelo ahora