El tiempo estaba realmente feo.
El pronóstico no había dicho nada acercando una tormenta, o siquiera una llovizna, nada, aquella lluvia salió casi de la nada.
Para el equipo del Raimon, también fue una gran sorpresa, alguno de ellos se encontraba en la rivera entrando un rato, pues la cancha principal estaba ocupada gracias a unos eventos que el colegio estaba organizando.
Ahora, el capitán, las manager y el delantero, se encontraban bajo el puente, mirando a sus compañeros, los que, por alguna razón, estaba haciendo carreras bajo la lluvia, sin mencionar todo el lodo que había a los alrededores.
Natsumi miraba con desaprobación todo aquello, podían atrapar un resfriado o peor, caer y fracturarse algo, cosa que Aki vio exagerado, pues solo era lluvia, ¿A quién podía lastimar?
Endou entonces comenzó a jugar con ambas, pues escuchando su plática, una muy divertida idea cruzo su mente, haría molestar a Natsumi y quizás luego Aki la calmaría, y luego se iría con los muchachos a jugar.
—¿Kino, trajiste la pañoleta? —Interrogó con cautela—
—¡Ni creas que saldrás de aquí! —Natsumi lo tomó por el cuello de la camisa— Tu sales y te juro que lo lamentaras.
Endou sonrió, no se supo si coqueto o malvadamente, pero la miro fijamente, y antes de que pudiera hacer algo, la cargo, sin apartar su mirada, Natsumi se Sonrojó al instante, mientras intentaba bajarse de sus brazos, Endou no lo dudo y corrió hacia fuera, mientras Natsumi se ocultaba en su pecho para cubrirse.
Aki y Haruna rieron ante la escena, de pronto, varios de los jugadores corrieron hacia ellas, Aki no tuvo tiempo a decir algo, pues la cargaron y llevaron hacia la lluvia.
Haruna por otra parte, corrió hacia Goenji, que estaba mirando entretenido el juego de sus compañeros, pero por lo visto, no tenía mucha intención de ir a jugar.
—¿Qué pasa? —Interrogó un poco molesto, al sentir el repentino abrazo de la joven, luego aquel jaloneo de parte de sus compañeros— ¡Oigan!
—¡No dejes que me lleven Goenji! —Grito Haruna contra su espalda, aferrándose aún más— ¡Hoy no traje mi uniforme del club!
—¡Que llorona eres Otonashi! —Matsuno rio mientras la soltaba— En cualquier momento tendrás que soltarlo. —Sonrió malévolo— y será el momento perfecto para llevarte.
Matsuno se alejó de ellos, riendo como loco mientras ambos lo veían alejarse, no había duda que sus compañeros eran gentilmente especiales, y no de una manera linda.
—¿Ya me puedes soltar? —Preguntó el peli-crema mirándola por sobre el hombro.
Haruna lo miro y luego sus mano, aún estaban rodeando la cintura del chico Se Sonrojó e inmediatamente lo soltó, dándole la espalda.
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🅀𝐮𝐞 🄻𝐚 🄲𝐚𝐬𝐮𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 🄽𝐨𝐬 🄳𝐮𝐫𝐞 🄿𝐚𝐫𝐚 🅂𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞
FanfictionEl mundo es un misterio, al igual que el amor, por lo tanto, buscamos su verdadero significado, sin importar el terreno del peligro.