🅀𝐮𝐞 🄻𝐚 🄲𝐚𝐬𝐮𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 🄽𝐨𝐬 🄳𝐮𝐫𝐞 🄿𝐚𝐫𝐚 🅂𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞

💕#13: Inseguridad.

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—¿Por qué te quedas ahí parada? —Interrogó con burla mientras la veía aún en la entrada de su habitación.

Haruna solo podía mirar hacia el suelo de aquella habitación, estaba demasiado nerviosa como para moverse de ahí, sentía que el chico la atravesaba con la mirada.

—L-lo siento.. —Susurro ella con vergüenza— es-es que..

—Solo ven Haru.. —Dijo mientras se sentaba en la silla, que se hallaba en medio de la habitación— Solo me cambiarás las vendas..  ¿Por qué tanto miedo?

La chica lo miro audas, sabía que había demasiado detrás de esa sonrisa mal disfrazada.

Los dos sabían, que el otro correspondía sus sentimientos, pero no lo querían admitir abiertamente, bueno, Haruna aún estaba muy asustada, pues nunca había tenía una relación, Goenji no le importa mucho el si era publica o no, solo le gustaba estar con ella, y como Haruna no había decretado que eran, Goenji le propuso que lo averiguaran juntos, por lo que habían muchos puntos para ponerla nerviosa.

Para comenzar, la habitación no ayudaba, el hecho, de que estuvieran solo en la casa era mala señal, segundo, Goenji tenía únicamente un pantalón deportivo, de color plomo, que le quedaba un tanto ajustado, su pecho estaba completamente al descubierto, con unas vendas en su torso y un collar con un dije que resaltaba bastante, otro punto era su cabello.

¿Por qué se hallaba con el cabello completamente bajo?

No tenía ni la más mínima idea, pero sin dudas se veía aún mejor con el cabello de esa forma, o buenos, al menos a ella le gustaba más así.

—Sigo esperando.. —volvió a llamar con risas.

Otonashi negó y comenzó a caminar hacia él, dejando las cosas sobre su cama, sentandose a un lado, mientas comenzaba a sacar las cosas para el cambio de vendas.

—¿El masaje es antes? —Preguntó Haruna mirando una crema..

—Uhump...  —Respondió asintiendo mientras miraba su celular— ¿Por qué lo harías después de las vendas?

—No se.. —Susurro para levantar— párate..  —Ordeno suavemente.

Goenji levantó la mirada del celular, dando con la de ella, quien solo esperaba que obedeciera, apagó el móvil, tirándolo a la cama, para ponerse de pie, dejando a propósito poco espacio entre ellos.

—¿Que haces? —Le preguntó sin mirarlo, fijando su vista en el colgante, que era el punto al que miraba sin moverse.

—Por si no lo haz notado, pusiste distancia desde el baile.. —Dijo tratando de que lo mirara— Dime, ¿Te hize algo malo?

Haruna levantó su mirada, y negó, solo negó, mientras se acercaba para abrazarlo.

—Solo son unos tontos celos..

Shuuya correspondió a este abrazo, pero tuvo una mejor idea, sus manos siguieron la silueta de la chica, hasta llegar a sus muslos, los cuales sujeto con fuerza, para poder cargarla, y con suavidad, caminó hacia atrás, cayendo sentado en la cama, con ella en su regazo, sorprendiendose ante el movimiento tan repentino.

—¿Quien fue? —Pregunto, quitantole el cabello de la cara, ella solo mostró confunción.

—¿Cómo? —Pregunto pasando sus manos a los hombros de este.

—¿Quien fue la que te hizo sentirte así? —Completo la pregunta mientras acariciaba su mejilla— Fue Fumiko o Fuko, ¿O Guel? Por qué sabes que ellas no..