_Prov. Haruna_
Ya ha paso una semana desde que Goenji se recuperó de su lesión en el campo de Fútbol, justo ahora, nos encontramos en una cancha de entrenamiento, para que practique con su anterior equipo, y con eso me refiero al Kidokawa Seishuun, y si, los Murdock son quienes vendrán a la práctica con él, ya que hicieron un gran berrinche al enterarse de que volverá al equipo de Fútbol de Japón.
dijeron algo de que tenían que probar sus habilidades y había que checar que todo estuviera bien,
Sinceramente no sé que pensar, la última que vez lo vi, se portaron muy mal con Goenji por absolutamente todo lo que hacía, en sí, no fue su culpa, pero eso a ellos no le importó, a cambio, lo trataron de una horrible manera.
-¿Está todo bien? -Oi su voz a mi lado, sentí también su mano sobre mi cabeza- Te veo molesta....
-No es nada... -Negue, tratando de no ser muy directa con ello.
-¿Estás segura de que no tienes nada para decirme? -Interrogó, ahora tomando mi barbilla mientas se acercaba.
-Si... -Sonreí besándolo con rapidez, para después levantarme y dar unos cuantos pasos- Solo estoy preocupada por lo que te pueda pasar... -Lo mire de reojo- eso y lo que vaya a hacer mi hermano...
-Mientras no le toquen un pelo a Endou, él estará tranquilo... -Rio para recostarse en la banca.
Sonreí, tenía razón, Endou y Él eran las dos personas... ((Después de mí, claramente)) Más importantes en su vida, claro que lo daría todo por ellos.
Al girarme hacia Goenji para decirle algo, simplemente no ví el momento en que se había vuelto tan atractivo, estaban sentado con los brazos extendidos en el banco, las piernas levemente abiertas, con un short de color gris, y una camisa roja de mangas cortas y cuello redondo, su cara reflejaba una tranquilidad asombrosa y una sonrisa que valía la pena de ver con detalle y si era posible, todo el día.
-¿Tengo algo en la cara? -Volvio a preguntar, sacándome de un trance.
Lo miro a los ojos, lo ví sonreír y ladear la cabeza mientras arqueaba la ceja.
-Tienes un sonrisa muy linda... -Comente con rapidez, observando ahora como me miraba con atención- ¿Que pasa?
-¿Te gusta mi sonrisa? -Dudo, levantándose de pronto.
-Me gusta todo de ti Goenji... -Dije evitando mirarlo, mientras sonreía- Pero creo que me encanta tu sonrisa.. ¿Conoces esa sensación? -Lo miré.
El estaba bastante feliz por mis comentarios, era muy obvio, no supo que hacer, en cuanto camino hacia mi, tomó mi rostro con una suavidad tan grande, que sentí que me derretía ante su tacto, su otra mano viajo a mi cintura, mientras que se acercaba a besarme, el beso comenzó realmente lento, demásiado para mí gusro, ¡Incluso para el de él!
Sabía que lo hacía a propósito para sacarme de mis casillas, sabía que odiaba ese movimiento tan lento, digo, no es que sea malo, pero dios, me ha besado de maneras asombrosas, y que justo ahora le de por besarme así.
-Lo que más me gusta de besarte asi~~ -Gimio Alejándose un poco de mis labios- Es poder verte sufrir y pedir que acelere el paso~
No pude evitar sentirme avergonzada ante sus palabras, sentí mi vientre arder de una manera basta rústica y cruel, ¿Por qué tenía que ponerse en modo sexy en la calle?
-¡Goenji! -Grito uno de sus compañeros- ¡Ya hemos llegado!
-Deja en este momento a esa pobre muchacha y céntrate en tu entrenamiento...
Goenji se giro hacia ellos, sin solarme a mí, por lo que sonreí, mirándo por sobre su hombro a los que tenía a su espalda, notando cómo habían cuatro en lugar de tres, y gracias a dios no era otro hermano de los trillizos, no, era una chica, una chica de baja estatura
-¿Y ella es? -Pregunto mirándome con mala cara.
¡¿Y ahora que hice?!
-Tateshi, te presento a Otonashi.. -Goenji levantó su mano hacia ella y luego hacia mí- Amor, ella es Tateshi Suika, próximamente estará en el club...
-Ah~ Gusto en conocerte.
-Si, si como sea... -Miro a Goenji- ¿Por qué traes distracciones al campo?
Goenji la miro con mala cara, apretando su agarre en mí cintura.
-¿De que hablas? -Goenji apoyo su barbilla en mi hombro.
-Sabes cuales son las reglas...-Espeto la muchacha mirándolo con molestia.
-En ningún momento está prohibido traer a tu novia al campo... -Tomo mi barbilla- ¿O es también te gusta mi novia?, Porque no pienso permitir que te le acerques...
La molestia de ella era cada vez más y más fuerte, a Goenji no parecía importarle mucho la situación, por lo que bromeó todo lo que quiso hasta que ella se alejó, sentandose al otro lado del campo.
-Disculpa eso... -Me beso la mejilla- Nunca la he comprendido.
-Seguramente está celosa por qué tienes novia.. -Me gire para besar su mejilla- Lastima que me gustes tanto..
-Aqui no preciosa.. -Susurro- Tengo que ir, no quiero que comience a dar más quejas innecesarias... Te amo, ¿Si?
-Claro que si... -Lo bese rápidamente, antes de que saliera corriendo hacia el resto.
Me senté en la banca que estaba detrás, mientras comenzaba a tomar nota de lo que estaba pasando.
El regreso de Goenji Shuuya era muy esperado por sus miles de fans, compañeros y familia, pues la salida que tuvo fue realmente injusta, tomando en cuanta los juegos sucios que se daban en los campos.
Mientras anotaba mis ideas en el blog, sentía la mirada de aquella chica sobre mí, en ningún momento me dejó de ver, no levanté la mirada, no era algo que me importará, ella no quería que yo estuviera ahí, pues era un lastima, pues aqui pensaba quedarme, junto a mi novio, quien estaba demás de emocionado por volver al campo, no podía irme solo de su lado, no ahora, no lo haría, era mi chico, y si esto lo hace feliz, el resto del mundo no importa.
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🅀𝐮𝐞 🄻𝐚 🄲𝐚𝐬𝐮𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 🄽𝐨𝐬 🄳𝐮𝐫𝐞 🄿𝐚𝐫𝐚 🅂𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞
FanfictionEl mundo es un misterio, al igual que el amor, por lo tanto, buscamos su verdadero significado, sin importar el terreno del peligro.