🅀𝐮𝐞 🄻𝐚 🄲𝐚𝐬𝐮𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 🄽𝐨𝐬 🄳𝐮𝐫𝐞 🄿𝐚𝐫𝐚 🅂𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞

💕#15 ¿Algún otro interes?

Goenji miraba fijamente el cielo, esa noche las estrellas brillaban con una intensidad que daba a entender que buenas noticias llegarían a tu vida.

Pero por cómo iba pintando la cosa, y como se iba desarrollando su vida amorosa, posiblemente sea otro individuo el que ande con esa suerte, una que él está anhelando tener, por qué si, ya de por sí el día había comenzado con una discusión, una que fue llevada a cabo por él, y la menor de las manager, y fue por algo realmente tonto, no tenía ni siquiera veredicto ante ello.

Luego fue el secuestro por parte de aquellos dos locos a Urabe y a su Haruna, haciendo que todo el equipo fuera lo más rápido posible a su rescate.

Kido estaba bastante molesto, nervioso, asustado y ansioso, el que le hayan arrebatado a su hermana en un abrir y cerrar de ojos, para luego decir que iban a ser sacrificio para quien sabe que dios, vaya, no era nada fácil de digerir.

Pero por había estado Goenji, quien pensó por un momento, que se llevarían a Haruna, y está solo se encontraba molesta con él, a pesar de saber que era una broma, una tonta broma de su mente ansiosa, que solo lo intentaba calmar, ante la impotencia y la molestia que le generó, que un maldito bastardo había llegado, la tomo en brazos y se la llevó como si nada, para ofrecerla a una jodida deidad, vaya que sí, su cerebro lo odiaba y sus pensamientos lo traicionaban

Luego fue aquel comentario, ese que definitivamente lo saco de sus casillas, y evitó tener contacto con la gerente, hasta que logrará calmarse.

Pero realmente no supo que paso, ¿Por qué Tobitaka se le dio por decir "Nuestra bella gerente" cuando claramente ni siquiera era de ellos?

Tampoco de él, pero bueno, se sobre entendía lo que se quería comunicar, la mayoría del equipo ya sabían que ambos tenían una relación, un tanto complicada, una que pasaba del amor al odio, que se llenaba con cada paso de más y más obstáculos, unos que ambos iban dominando poco a poco, por lo que se estaban haciendo más y más unidos.

—La cena ya está lista —oye una voz detrás de él— Los chicos te están esperando, y yo deseo hablar contigo...

Goenji sonrió por ello, se giró hacia la joven, quien le sonreía coqueta, sintió un gran alivio de verla así, se lamentó UE aún estuvieran enojados, era increíble como se le olvidó todo en cuanto la vio, Haruna siempre había ese don en él.

—¿Por qué no has entrado? —le cuestionó, mirándolo con atención.

—Necesitaba pensar... —Dijo el, llevando las ambos a los bolsillos— Ya estaba por hacerlo...

—Eres un mentiroso Goenji Shuuya... —Le dijo para reír— Se cuando no dices la verdad, ¿Por qué no querías entrar?

Goenji sonrió, atrapado en un intento, por zafarse de ese momento y huir, era tonto, y ella lo sabía, no podría irse tan fácil.

—Es algo tonto en realidad... —Comento restándole importancia— mejor ve adentro....

—No quieras alejarme Shuuya... —Soltó ella acercándose para abrazarlo— Lo que ha pasado hoy ha sido realmente horrible... Creí que por un momento que jamás los volvería a ver, que jamás volvería a verte...

—Eso es tonto. —él la abrazo de vuelta— No pensábamos dejarte allá...

—Yo no sabía eso hasta que llegaron... —se alejó un poco para verlo— me gustó mucho verte ahí...

—¿De verdad?

—Si... —retrocedió— Solo que, tu parecías muy indiferente... como si no te importara lo que pasara conmigo.

—No digas tonterías... —La tomo del brazo— claro que estaba preocupado... solo...

—¿Solo? ¿Qué pasaba en ese momento para no verte preocupado por mí?

Goenji noto como la gerente comenzaba a ponerse a la defensiva, notado su mal genio y poca táctica de conversación, no vio mucho interés, solo eso, no sabía lo que le había pasado, no sabía lo que estaba diciendo, no sabía qué hacía.

—Haruna lo siento... no sé qué me pasa, me gustas, no sabes cuanto, pero no sé qué hacer... no estoy seguro de merecerte, no soy yo en este momento...

Haruna entendía por donde iba todo aquello, también lo amaba, por lo que entendía la situación, antes de que siguiera hablando, se acercó, besando su mejilla cosa que sorprendió al delantero.

—Lo siento... —Susurro— ¿Te parece darnos un tiempo? —dudo.

en ese momento Goenji la abrazo, haciendo que ambos se sintieran nerviosos.

—No quiero que te vayas de mi lado...

—No me iré, Goenji... Únicamente seremos amigos, ¿Bien? —lo alejo— Me haces tanto bien como mal, justo como yo a ti, y creo... que debemos aclararlo con nosotros primero...

Goenji la miro con sorpresa, tenía razón, pero no quería dejarla.... eso apenas iniciaba.