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El día estaba realmente lento, todos parecían estar más atentos que ella, todos parecían hacer las cosas mucho más rápido, y claro, moverse a la velocidad de la luz.
Algo malo pasaba por su cuerpo, algo que realmente no le gustaba del todo, se sentía realmente débil, sus piernas temblaban con cada pasos, sus brazos estaban más débiles de lo normal, sus ojos se veían caídos, además de que tenían un pequeño tono rojizo, sus mejillas estaban coloradas y estaba dudando más de la cuenta.
Pidiendo un poco de tiempo, fue hacia el club, para buscar el kit médico, posiblemente estaba enferma, y no se había dado cuenta hasta ahora, pero con la gran suerte ese día, tuvo unos cuantos inquilinos en la entrada de este.
–Oh.. ¡Eres tu! –Dijo un chico corriendo hacia ella, mientras tomaba sus manos– Señorita Otonashi..
–¿Qu-Quien eres tu? –Preguntó sorprendida, su repentino nerviosismo se debía tanto a la cercanía y tacto que empleaba el joven en ella– ¿Podías sol~
–¡Yo soy un gran fan del club de fútbol! –Dijo con emoción– Bueno, en realidad somos más fans de las gerentes que otra cosa..
Ya sabía de donde había salido ese chico, tenía algunos datos en su computadora, de él y algunos clubes que tenían relación con el del Fútbol, era un dolor de cabeza cuando lidiar con ellos, y ese momento, realmente era lo que menos quería.
–Ya veo.. –Murmuro mientras trataba de alejarse inútilmente, mal momento para estar enferma– Pero por favor, podrías sol~
–¡Otonashi y dime! –Salto otro joven a su lado– ¿La señorita Kudou está en un relación con ese matón de la Royal?
–¿Ma-maton? –Dudo– ¿Hablas de Fudo?
Si chico lo oyera, tendría marcada su sentencia, daba gracias que estuviera en su escuela, o eso esperaba.
–Realmente no me interesa su nombre, pero dígame.. ¿Ella está en una relación con él?
–Bueno, yo no..
–¿Y que tal Kino? –Salto otro bastante cerca– Oi que estaba con unos chicos que eran fugitivos de América..
Ahora si estaba algo molesta, no le gustaba que hablaran de esa manera de sus amigos, ni siquiera los conocían y ya decían que eran fugitivos, para comenzar, ¿De dónde habían sacado eso?
–¿Que tontería estás diciendo? –Haruna lo miro con el ceño fruncido, estaba hartandose de ese grupo– Ichinose y los chicos no.
–¡Con que ese es mi rival! –Dijo Con fuerza–
–Pero ya dime la verdad, ¿Raimon está con el capitán Endou?
–¿Por qué no se lo preguntas tu mismo? –Preguntó un joven mientras se acercaba a ellos.
Haruna suspiro con alivio, la hermosa voz de Kazemaru se escuchó cerca, ya la había visto y la iba ayudar, de eso no tenía dudas.
–¡Joven Kazemaru! ¡Joven Goenji! –Salto un chico con emoción– ¡Bienvenidos al club!
¿Goenji?
Ok, estaban perdidos.
El chico se había estado mostrando un poco más protector con ella desde hace unos días, y claro que lo noto, Goenji tenía esa pequeña costumbre de ser obvio ante algunas cosas.
Pero no quería pensar en eso, su cabeza dolía, y ya estaba viendo un poco borroso, sintió como alejaban las manos de ella, mientras se tambaleaba de un lado al otro, sintió que su cuerpo ya no soportó más, y colapsó en ese instante, sin embargo, no cayó, Claramente no lo haría.
Con las pocas fuerzas que tenía, alzó la mirada, chocando con la de él, sus ojos tan cálidos la envolvieron en un cálido abrazo de protección, tenía una confianza plena.
Cuando despertó, lo primero que vio, fue un techo, uno que reconocía bastante bien, estaba en su habitación, miro a sus lado, y vio al peli-crema parecía estar dormido apoyado en una silla, claramente se veía atractivo.
–Te lo vas a comer con la mirada.. –Susurro Kido entrando a la habitación–
Haruna se alarmó ante su voz y repentina presencia, se sorprendió al verlo, no tenía sus googles.
Kido le sonrió.
–Estaba bastante preocupado, no quiso irse en toda la tarde..
Haruna dirigió la mirada hacia él, estaba confundida, ¿No estaba enojado?
–Kido.. –Llamo entre susurros– ¿Paso algo?
–Haruna, cállate.. –Murmuro Goenji entre sueños– Kido dame la pastilla, creo que me va a dar fiebre..
–¿Eh? –Miro a ambos con confusión– ¿Que pastilla? ¿Por qué estás así? ¿Que te paso? –Kido soltó una sonora risa, Goenji solo estaba avergonzado, mientras evitaba mirarla– ¡Hermano dime!
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Está un poco cortó, si, pero el siguiente compensará esto.
Inicialmente tenía una mejor idea, pero por problemas bastantes molestos, se pasó a otro lado.
