Celia era un saco de nervios, a quien mentirle
Sus hijos se encontraban en uno de los partidos más importantes de su vida, uno que los definiría como futuros jugadores para las grandes ligas, a su corta edad de 16 años, los chicos mostraban un gran potencial en el campo.
Y en parte se entendía el por qué.
Siendo hijos y de una familia llena de jugadores profesionales, que en su mejor momento también fueron grandes estrellas, el que los hijos siguieran sus pasos, era lo que se esperaba.
—Tienes que tratar de mantenerte tranquila Celia... —Comento su compañera— Vas a terminar con un desmayando...
—No seas tan dramática Tori.. —Regañó otra mujer— ¡Sus hijos están en un momento crucial de su vida! ¡Yo también estaría así si mi pobre bebé estuviera en prueba! —Comento, abrazando a su hijo, quien no apartaba la mirada del campo.
Celia miro a sus costados, tres de sus compañeras de colegio se encontraban ahí con ella, Suzette, Victoria y Nelly, aunque la última se encontraba con su hijo cerca de los asientos delanteros, todos habían ido a darle apoyo a sus hijos, cosa que agradeció con el corazón.
Pues ellos se habían mudado a otra cuidad, una vecina, y aunque se mantenían en contacto, no esperaban que ellos estuvieran presentes.
—¡No te dejes quitar el balón Bailong! —Le grito un colega desde las gradas.
Celia entonces bajo la mirada, la mayoría de los hijos de sus amigos estaban en la parte baja, gritando y dando apoyo a sus hijos, incluso habían chicos que ella no conocía, dando apoyo a los gemelos, eso la hizo sentir aún más feliz.
Miro al frente, su esposo se encontraba debatiendo con su hijo mayor por el balón, tratando de que no se lo quitará y poder dar un pase a Shawn, a quien tenía mucho más cerca.
Y es que, ellos eran los que jugaban en contra de sus hijos, para que un jurado lograra ver qué tan buenos eran como para obtener dicho título, a pesar de eso, no estaba fácil, pues como dijeron en un principio, en la cancha serían otros, dato que la asustaba, pues sabía lo orgullosos y tercos que podían llegar a ser con ese tipo de reglas.
Un rato más tarde la tensión seguia encima de ellos, ya no faltaba mucho para acabar, Suzette se había encargado de abrazarla, mientras Tori le daba palmaditas en la cabeza, la tensión en sus lugares era demasiada para ellas.
Por otro lado los compañeros de sus hijos, estaban que saltaban a la cancha para meterse a jugar, pues también era fans del deporte.
Y ahí fue cuando ese último gol dió el final del partido, sonando al instante el sonido que daba final al partido.
Celia estaba con los ojos cerrados, en cuanto oyó al árbitro, abrió sus ojos con rapidez, buscando a sus hijos, y tratando de ver qué había pasado.
Sus niños estaban en frente Mark, mientras esté sonreía de forma rápida y emocionada, mirando hacia arriba, noto el gol de diferencia en el marcado, viendo luego como sus gemelos se abrazaban con emoción para comenzar a brincar, lo siguiente que vio fue a Axel correr hacia ellos mientras los abrazaba con la misma emoción con la que ellos la recibieron, también llamo la atención de las tres, cómo guardias corrían hacías las escaleras, con temor de que algo hubiera pasado, buscando rápidamente a los niños.
Nelly se encontraba de brazos cruzados viendo cómo una gran ola de adolescentes corría por la cancha hacia el equipo que festejaba, luego tuvieron que intervenir Jude y Caleb para que no se fuera a meter en problemas, por qué literalmente habían saltado para llegar a la cancha.
—Muchas Felicidades Señora Blaze... —Oyó a un costado— Los chicos estuvieron geniales...
La hija de Tori y Camelia, junto a otro grupo de chicas, iban de pasada por detrás de ellas, todas con un uniforme bastante lindo.
—Muchas gracias Chicas..
—Nos iremos a cambiar.. —Informo la morena mientras se alejaban con el grupo.
La tres se miraron con mucha alegría, mientras las dos se encargaban de felicitar a Celia
—¡Mama! —Oyeron desde los parlantes— ¿Puedes bajar y darle un abrazo a los futuros jugadores antes de que se hagan famos~ ¡Auch!
Celia miro la pantalla, Bailong se encontraba sobando su cabeza, mientras su esposo e hijo lo miraba con mala cara de brazos cruzados.
¿De dónde habia sacado ese micrófono?
Eso no le importaba mucho, con una sonrisa y sientiendose un poco más que nerviosa, serán todo eso haciendo para ir en su dirección, con un poco de tráfico, y teniendo que ir Axel hasta la puerta para que logrará pasar.
Al verlo, no pudo evitar correr hacia él para abrazarlo, mientras él sonreía y acariciaba su cabeza.
—Nuestros hijos son maravillosos Celia... —Comento entre susurros, haciendo que ella elevará la cabeza.
El brillo en sus ojos daba mucho que decir, teniendo en cuenta que habian pasado por mucho no solo en su adolescencia, también en su vida de casados y sin mencionara de padres, el que le dijera esas palabras, solo la hacian sentir bien con la elección que tomo, de seguir adelante.
—Gracias Axel... —Sonrio
El hombre la tomo, besándola con cuidado mientras oían a miles de voces gritando y silbando descontroladamente.
Sus hijos sonrieron al ver al escena, mientras se miraban para luego proceder a acercarse, al llegar lo suficientemente cerca se tiraron encima de su padre, provocando que este cayera al suelo.
—¿Que tienen? —Axel miro a Victor caer a su lado— ¿5 años?
—Oye, tu fuiste quien acaparó a nuestra madre... —Rio mirándolo con atención.
Bailong aprovechó, y abrazo a Celia mientras ella lo comenzaba a llenar de besos y lo abrazaba cuan fuerte podía.
Victor los miro, con una sonrisa mientras su padre lo miraba a él.
—¿Que? —Lo miro.
—Felicidades.
Victor sonrió mirando a los alrededores, sus amigos y conocidos que estaban cerca, vaya que era afortunado
—Estoy tan orgullosa de ambos...
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🅀𝐮𝐞 🄻𝐚 🄲𝐚𝐬𝐮𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 🄽𝐨𝐬 🄳𝐮𝐫𝐞 🄿𝐚𝐫𝐚 🅂𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞
FanficEl mundo es un misterio, al igual que el amor, por lo tanto, buscamos su verdadero significado, sin importar el terreno del peligro.